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Una familia numerosa, una jubilada, una parada y una pareja sin hijos: distintas formas de afrontar una cara Navidad

La coyuntura económica, marcada por la incertidumbre y la subida de la cesta de la compra y los tipos de interés, condiciona los planes para estas fiestas navideñas tan especiales.

Arriba, Rosa Asensio (i) y Marta Moreno junto a su marido y sus hijas Lucía, Laura y Covadonga. Abajo, Lucía Picó y Nasaik Badorrey (i) y María José Saborit.
Arriba, Rosa Asensio (i) y Marta Moreno junto a su marido y sus hijas Lucía, Laura y Covadonga. Abajo, Julia Picó y Nasaik Badorrey (i) y María José Saborit.
Heraldo.es

Navidades en casa y con poco gasto fuera. Estos son los resultados de una encuesta sobre previsión de gastos navideños realizada por la Unión de Consumidores de Aragón (UCA) a finales de noviembre entre 142 hogares de la Comunidad.

Según este sondeo, el 69,7% de los hogares mantenían la misma previsión de presupuesto que en 2021, el 61,3% no realizará ningún viaje y el 34,5% gastará menos de 100 euros en celebraciones con familia y amigos fuera de casa.

A ello hay que añadir que el 52% de los españoles afronta la Navidad con peor situación financiera que hace un año, tal y como recoge el 'Informe Europeo de Pagos de Consumidores' de Intrum (empresa de servicios de gestión de crédito y activos). Además, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) acaba de advertir que los alimentos navideños han aumentado un 8,2% en diciembre. "En comparación con el año pasado, los precios han subido de media un 4,2% y cinco productos de los 16 que componen la cesta se sitúan en su nivel más alto desde 2015. Las mayores subidas se producen en los mariscos y pescados", detalla.

Ante una realidad marca la inflación, el incremento de los tipos de interés y de la cesta de la compra y la incertidumbre económica, una familia numerosa, una jubilada, una pareja sin hijos y una persona sin trabajo nos cuentan cómo van a afrontar la Navidad. Estos son sus testimonios:

Marta Moreno, familia numerosa: "Nuestro propósito es hacer las mismas cosas que otras Navidades, pero con la mitad de presupuesto"

Marta Moreno, junto a su marido y sus hijas Lucía (derecha), Laura (izquierda) y Covadonga (centro).
Marta Moreno, junto a su marido y sus hijas Lucía (derecha), Laura (izquierda) y Covadonga (centro).
M. M.

Estas Navidades, la improvisación de otros años ha dado paso a la planificación en casa de Marta Moreno, con tres hijas -de 13, 12 y 6 años- y residencia en Jaca. "Hay alimentos que compramos hace un par de meses, para evitar la subida de ahora, y están congelados: un cochinillo, los langostinos... Al igual que con los adornos navideños y otro tipo de cosas. Es el primer año que lo hago; antes iba a salto de mata, comprando aquí y allá", explica.

Al encarecimiento de la cesta de la compra, en el caso de esta familia numerosa hay que sumar una subida de la hipoteca de casi 200 euros y otros gastos extra. "Mi hija mayor va creciendo y hemos tenido que hacer otra habitación. O al vivir a 10 kilómetros de Jaca (en las Lomas de Badaguás) sin transporte público, necesitamos dos coches. Uno tenía muchos kilómetros y hemos tenido que dar de alta uno de 'renting', que es otro coste adicional. Al final, todo eso repercute en la economía familiar", informa Marta, que trabaja de jefa de administración en la sociedad deportiva de Badaguás.

"La hipoteca nos ha subido casi 200 euros, hemos tenido que hacer otra habitación para mi hija mayor y dar de alta un coche de 'renting'. Todo eso repercute en la economía familiar"

Aunque viven en Aragón desde hace 20 años, tanto ella como su marido son de fuera y estos días están visitando a sus respectivas familias, en Madrid y La Granja (Segovia). "En Nochebuena y Navidad solemos ir a verles. Y el día 27 ya regresamos porque tenemos que retomar nuestros trabajos. En 2021, como algo excepcional, pasamos el Fin de Año en Lanzarote; el presupuesto no tenía nada que ver con el de este año", advierte.

Otros cambios de estas fiestas navideñas: nada de aperitivos en bares, con los amigos se reúnen en casas, regalos más económicos o decoración hecha a través de tutoriales. "Nuestro propósito es hacer las mismas cosas que otras Navidades, pero con la mitad de presupuesto. Que las niñas no lo noten. Me imagino que como todas las familias a día de hoy: con un poco más de austeridad y haciendo bricolaje", concluye.

Julia Picó y Nasaik Badorrey, pareja sin hijos: "Nos iremos a Jaca para Nochevieja; gastaremos más dinero haciendo lo mismo que en 2021"

Julia Picó y Nasaik Badorrey en Pico Aspe, en el Pirineo, en una imagen de archivo.
Julia Picó y Nasaik Badorrey en Pico Aspe, en el Pirineo, en una imagen de archivo.
J. P.

Comenta Julia Picó, maestra de Primaria, que las Navidades las vive con mucha ilusión. Le recuerdan momentos felices de la infancia rodeada de primos y tíos. "En un ambiente familiar muy buen; no hay tantos así al año. En Nochebuena nos vamos a reunir 18 personas en casa de mi madre", observa esta joven.

Julia vive con su pareja, Nasaik Badorrey (profesor de Bachillerato), en Zaragoza y son las segundas fiestas navideñas que pasan juntos bajo el mismo techo. Él (también es monitor) tiene previsto marcharse de colonias con chavales  a Sabiñánigo -del 27 al 30 de diciembre- y después ambos se irán a Jaca para dar la bienvenida al Año Nuevo. "Lo tenemos como tradición. Antes de vivir juntos subíamos solos, pero a partir de 2021 lo hacemos con otros amigos. Este año hemos alquilado un apartamento para cuatro personas (viajan con otra pareja)  y aprovecharemos para esquiar el 1 de enero y al día siguiente haremos una ruta con raquetas. Gastaremos más dinero haciendo lo mismo que el año pasado; el transporte, el alquiler y la alimentación está más caros", advierte.

"Hoy me he puesto a calcular el coste de los regalos y he dicho: ¡madre mía, enero se me va a hacer largo! Pero ahora mismo priorizo disfrutar estos días de Navidad"

A este presupuesto hay que añadir lo que se gasten en regalos entre ellos y a sus respectivos padres. "El gordo es el de Reyes y en Navidad se trata de un detalle, por aquello de la ilusión de tener un regalo debajo del árbol", dice Julia, quien no se gasta más de 100 euros en cada uno. "Intento ajustarme mucho a lo que tengo pensado gastarme y si veo que me paso, recorto de algún lugar. Hoy me he puesto a calcular el coste y he dicho: ¡madre mía, enero se me va a hacer largo! Pero, bueno, ahora mismo priorizo disfrutar estos días. Luego, igual me arrepiento", reconoce.

Rosa Asensio, pensionista: "Yo no tengo problemas, pero hay bastantes personas con jubilaciones muy bajas y los precios han subido mucho"

Rosa Asensio en el paseo de la Independencia en Zaragoza.
Rosa Asensio en el paseo de la Independencia en Zaragoza.
Oliver Duch

Rosa Asensio, de 76 años, pertenece a esas generaciones de aragoneses que empezaron a trabajar siendo muy jóvenes. En su caso, a los 15 de dependienta en una tienda de mujer en Zaragoza y ahí permaneció hasta los 64, cuando se pudo jubilar (con un contrato de relevo) con el 100% de la pensión tras casi 50 años cotizando. "Antes se trabajaba de otra manera: era más familiar y te conocían por el nombre. Ahora eres un número en una empresa", sostiene.

Inquieta y sin cargas familiares (no tiene hijos), esta jubilada acude a clases de informática y de baile, a un club de lectura, hace senderismo, es aficionada a los juegos de mesa y pertenece también a la Unión de Pensionistas y Jubilados del sindicato UGT en Aragón. "Aunque vivo sola, no me siento sola ni me aburro. Mientras pueda haré todas estas actividades porque me encantan. Y el día que no pueda, las iré seleccionando", dice.

Estas Navidades las celebra como los últimos años: Nochebuena y Navidad, en casa de sus dos sobrinos; y los Reyes, en la de su hermano. También tienen la tradición de hacer el amigo invisible y no faltan los regalos para cada uno de los sobrinos y sus respectivos hijos. "Les doy un sobre con dinero; soy muy práctica. Y aunque vaya de invitada, no acudo con las manos en los bolsillos: procuro llevar cosas exquisitas", remarca.

"Se creen que nos hacen un favor subiéndonos un 8,5% las pensiones, pero es casi un deber o una obligación porque todo está muy caro"

A pesar del presupuesto extra de diciembre, su economía no se descuadra frente a otros pensionistas con casuísticas no tan favorables. "Me gasto dinero en Navidades, pero me lo puedo permitir. Yo no tengo problemas, pero hay bastantes personas con jubilaciones muy bajas y los precios han subido muchísimo, sobre todo la cesta de la compra. Se creen que nos hacen un favor subiéndonos un 8,5% las pensiones (a partir de enero), pero es casi un deber o una obligación porque todo está muy caro. Se piensan que vamos a estar comiendo caviar y ternasco todos los días con esa subida y, en cambio, cada uno se irá organizando según sus posibilidades. Nuestro nivel adquisitivo ha bajado muchísimo; hemos estado muchos años -sobre todo con Mariano Rajoy- con un incremento del 0,25%, que en mi caso eran 3 euros al mes", asegura.

María José Saborit, parada: "Este año, las fiestas navideñas
van a ser horrorosas. Con 57 años, a ver quién me contrata"

María José Saborit, este viernes junto a una oficina del Inaem en Zaragoza.
María José Saborit, este viernes junto a una oficina del Inaem en Zaragoza.
Heraldo.es

A María José Saborit, de 57 años, no le quedan muchas ganas de celebraciones después de las últimas noticias recibidas tras acudir, el pasado viernes, a una oficina del Inaem en Zaragoza. "He trabajado de comercial de ventas en el sector de la alimentación. Me operaron de una enfermedad común y me despidieron. He estado un año sin trabajo, de baja, y en este tiempo me ha pagado una mutua. Ahora me acabo de enterar de que he agotado el paro, pensaba que me quedaban aún unos meses. No puedo trabajar porque llevo el pie destrozado", cuenta.

Ahora esta zaragozana explica que tiene que esperar un mes para que le concedan el subsidio para mayores de 52 años y después a que se lo abonen. "O sea, dos meses y pico sin cobrar nada. Tengo una hipoteca, a ver cómo la pago y de qué vivo ese tiempo. Y con 57 años, a ver quién me contrata; a los jóvenes les piden experiencia y a los mayores nos mandan a casa", se lamenta.

"A los jóvenes les piden experiencia y a los mayores nos mandan a casa"

Ante esta situación laboral y económica, María José -divorciada y con una hija de 34 (independizada)- se tiene que replantear las Navidades. "Antes las celebraba con mis padres en mi casa o con mi hermana. Y estas van a ser horrorosas; en mi domicilio y sin nada. Además, a mi hija -que es sanitaria- le ha tocado trabajar las dos noches (Nochebuena y Navidad), aunque tampoco tengo mucho ánimo para fiestas", señala.

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