Polillas de la ropa: cómo reconocerlas y trucos para acabar con ellas

Las larvas de las polillas de la ropa se alimentan de queratina, una proteína estructural producida por los animales, presente en tejidos naturales, como lana, pieles, plumas o seda.

Cómo acabar con las polillas de la ropa
Cómo acabar con las polillas de la ropa
K. U.

"Mariposa nocturna de un centímetro de largo, cenicienta, con una mancha negra en las alas, que son horizontales y estrechas, cabeza amarillenta y antenas casi verticales. Su larva, de unos dos milímetros de longitud, se alimenta de borra y hace una especie de capullo, destruyendo para ello la materia en donde anida, que suele ser de lana, tejidos, pieles y papel". 

Este es el significado, según la RAE, de 'polilla', el principal enemigo de vestidores y armarios que es precisamente en otoño cuando hacen su particular agosto. Cambio de temporada y cambio de ropa que, en muchos casos, acaba con sobresaltos al descubrir pequeños agujeros en algunas prendas, signo evidente de la presencia de estas crisálidas en casa. 

"De la misma familia que las mariposas, la polillas se desarrollan siguiendo un proceso metamórfico que pasa por las siguientes fases: huevo, larva, capullo y polilla, que sería su estado adulto y también en el que menos tiempo viven", explica Ignacio Orensanz, veterinario y director técnico de la empresa de control de plagas Quimera.

"Hay ocasiones que, en función de la temperatura, pueden llegar a realizar todo el ciclo en un domicilio particular sin saberlo", comenta Orensanz, quien asegura que son las larvas "las que provocan daños en los tejidos". 

"Se alimentan de queratina, una proteína estructural producida por los animales, presente en tejidos naturales, como lana, pieles, plumas o seda. Las larvas comen durante un intervalo muy amplio, en función de la humedad, la temperatura y la comida disponible, que oscila entre poco más de un mes hasta dos años. Cuando superan el centímetro de longitud hacen el capullo", explica el experto.

Tipos de especies de polilla de la ropa​

"Existen varias clases de polillas que comen ropa, pero las más importantes son la Tinea Pellionella, que también se llama tejedora de capullos porque lleva incorporado como una especie de calcetín que ella misma crea para protegerse, y la Tineola Biselliella. Las dos son muy parecidas. El adulto mide de 9 milímetros a un centímetro, son de color dorado, tienen ojos grandes y antenas plumosas. La única diferencia es que la primera tiene tres puntitos en el lado de las alas, mientras que la segunda, no", comenta el veterinario.

Son muy fáciles de reconocer, pero las de la ropa no son la única plaga urbana de polillas. "Hay otras que pueden entrar en nuestra cocina que se alimentan de producto almacenado, como harina, chocolate, restos de café...", asegura Orensanz.

"Todas están más activas en verano y consiguen entrar en los domicilios por la temperatura del interior, para así cerrar su ciclo vital en las viviendas. Es entonces cuando, escondidas, en su etapa adulta ponen los huevos, eclosionan las larvas para alimentarse de la fibra de la ropa, salir el adulto y volver a poner más huevos dentro de los lugares en los que ya se están alimentando, que suelen ser sitios oscuros y altos. Muchas veces ni siquiera entran de fuera, sino que a veces ya las tenemos dentro", dice Ignacio Orensanz.

Soluciones para eliminar las plagas

Existen insecticidas de uso doméstico que "funcionan bien" para controlar a las adultas, también hay trampas de captura "que contienen una feromona de atracción que actúa sobre los machos, quedándose estos pegados en la trampa", puntualiza Orensanz. "Es una manera más de cortar el ciclo, puesto que sin ellas las hembras no pueden poner huevos".

"Lo más efectivo, como con casi todos los insectos voladores, es realizar control larvario. Nosotros recomendamos o bien guardar la ropa que pudiera haber estado en contacto con la larva y hacer un tratamiento a alta temperatura o someterla a congelación, que muchas veces es incluso más efectivo", asegura el experto. 

"Debido al choque térmico, tanto larvas como huevos mueren. Igualmente es aconsejable hacer un aspirado intenso y diario, al menos durante quince días, sobre la zona en la que se haya detectado su presencia o bien visualmente o por haber encontrado ya una prenda con el agujerito característico", concluye Orensanz.

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