Así es el ciclo vital de la garrapata
La 'Rhipicephalus sanguineus' es un pequeño arácnido parásito que se alimenta de la sangre de otros animales como los mamíferos, aves y, ocasionalmente, reptiles. Suele establecerse en lugares húmedos, como en jardines, árboles o interiores de las casas, aguardando para lanzarse y caer sobre su huésped. La más común es la garrapata marrón, conocida también como la garrapata del perro. Es un artrópodo ectoparásito hematófago (que se alimenta de sangre) que afecta a los perros, aunque a veces también puede atacar al ser humano.
Esta garrapata pasa por un ciclo evolutivo de tres fases: larva, ninfa y adulto.
Desde que sale del huevo, necesitará tres huéspedes, uno para cada fase, para alimentarse con su sangre y poder evolucionar.
Una vez que completa una de las fases, la garrapata deja al huésped y vuelve a la naturaleza a la espera de que pase el candidato.
En el caso de la 'Rhipicephalus sanguineus', la garrapata común, suele ser un perro, aunque entre fase y fase puede escoger otras especies.
Cuando encuentra un huésped se engancha con las patas a la piel e introduce la cabeza en busca del torrente sanguíneo. El afectado no siente nada porque con su saliva inoculan un anestésico.
El hipostoma es un un tubo con dientes curvos llamados queliceros, a través del cuál absorbe la sangre. Una garrapata marrón puede estar hasta una semana enganchada a su huésped hasta alcanzar el tamaño de una uña humana.
Es importante retirar el parásito cuanto antes porque puede actuar como vector de transmisión de enfermedades.
1. Para ello, no hay que aplicar nada en la zona. Ni alcohol, ni aceites ni grasas.
2. Con una pinza plana, lo más cerca posible de la piel, se tira hacia arriba.
3. A continuación, se empuja hacia arriba de forma suave pero firme, sin retorcer el cuerpo del animal para evitar que se parta. Si esto ocurre, pueden quedar restos de la garrapata dentro.
Los restos del insecto que puedan quedar dentro, los expulsará el cuerpo en un tiempo.
Un factor casi más importante que la técnica para quitar el animal es guardarlo en un bote durante al menos un mes por si el paciente muestra signos de haber enfermado. También sirve un sobre de papel. Se trata de que el cuerpo se conserve seco.
El riesgo de la garrapata es que al morir asfixiada escupa dentro del huésped y le deje bacterias dentro. Algunas causan enfermedades que dan fiebre, dolores musculares, manchas en la piel...
Si se observa que la zona se infecta o si el paciente presenta fiebre.
Si hemos conservado el animal, hay que llevarlo para que se pueda analizar en laboratorio si este ha transmitido algún tipo de enfermedad.
Una vez detectado el origen de la infección se puede tratar con el antibiótico apropiado.
