La fiesta estalla en Aragón tras dos años de pandemia recuperando los actos masivos

Charangas, orquestas, carrozas, cabezudos y vaquillas devuelven el color a las calles de los pueblos de la Comunidad ya sin restricciones por la covid-19.

Cientos de personas, ayer en el inicio de las fiestas de Calatayud
Cientos de personas, ayer en el inicio de las fiestas de Calatayud
Macipe

Aragón ha estallado este fin de semana en fiestas recuperando los actos más multitudinarios por el puente de agosto tras dos años marcados por la pandemia y las restricciones. Orquestas, charangas, vaquillas y cabezudos han devuelto la ilusión a unos pueblos que, esta vez sí, están viviendo un verano como los de antes. Calatayud, La Zaida, La Puebla de Alfindén, María de Huerva, Caspe, Biescas, Panticosa, Calamocha, Sarrión o Valderrobres son solo algunos de los municipios que celebran sus días grandes, marcados por los reencuentros y por un éxodo que multiplica la población de estas localidades, dejando prácticamente vacías ciudades como Zaragoza.

La covid-19 obligó en 2020 y 2021 a suspender los principales actos, una decisión sin precedentes que está haciendo que, ya sin limitaciones, las fiestas de este año se celebren por triplicado. Con los contagios ‘bajo control’ han vuelto los pregones, los desfiles, las yincanas, las verbenas y toda la fiesta y el color que arrebató la crisis sanitaria. También las peñas, que estuvieron clausuradas durante los peores meses de la pandemia. Músicos, feriantes y empresarios taurinos no dan abasto, una situación que, afortunadamente, ya nada tiene que ver con la de los últimos veranos, en los que los ‘bolos’ podían contarse con los dedos de las manos.

Tanto es así que algunos consistorios han tenido verdaderos problemas para contratar según qué orquestas y ganaderías. Y aunque los presupuestos se han encarecido por la inflación y la subida de la luz, muchos ayuntamientos han hecho un esfuerzo para conformar unos programas como los de siempre, cargados de actos para todos los públicos y pensados, sobre todo, para niños y jóvenes.

La repercusión económica del puente de agosto se nota también en las panaderías, los bares y el resto de negocios de los municipios, que multiplican sus clientes hasta el punto de necesitar más manos para atender la demanda.

Ya en 2021, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), los españoles viajaron el 15 de agosto un 9,2% más que en 2020. Provincias como Teruel vivieron un aumento de su población de hasta el 35,6% –el segundo mayor de toda España, por detrás de Soria–, registrándose también importantes incrementos en las provincias de Huesca –Sallent de Gállego multiplicó su censo por cuatro– y de Zaragoza. Esta vez, sin embargo, las cifras podrían ser mucho mayores. No en vano, la Dirección General de Tráfico (DGT) prevé más de 495.000 desplazamientos por la Comunidad.

Refuerzos de seguridad

Tan importante como la fiesta es la seguridad, motivo por el que «el 100%» de la plantilla de la Policía Nacional estará disponible, desplazando agentes desde Zaragoza cuando sea necesario, según precisaron desde la Delegación del Gobierno en Aragón.

Las denuncias por pinchazos en festivales y festejos populares de media España han obligado este año a extremar la precaución, de ahí que municipios como Calatayud o Calamocha hayan revisado sus protocolos y celebrado juntas locales de seguridad, con nuevas campañas en carpas y agentes de paisano que velarán por unas fiestas tranquilas. En las últimas horas, además, han sido varios los alcaldes que han hecho llamadas a la responsabilidad, mensajes en los que insisten las corporaciones municipales a través de sus webs y sus perfiles en redes sociales.

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