Heraldo del Campo

Sector del ovino en Aragón: atento al mercado, a la tecnología y al laboratorio

Con un presente complicado, el sector ovino centra su mirada en el futuro que se acerca. No pierde de vista la exportación, la innovación y, sobre todo, la competencia de productos alternativos y generados con tecnología.

A pesar del descenso del número de cabezas, la ganadería extensiva de ovino sigue siendo teniendo una presencia destacada en la Comunidad.
A pesar del descenso del número de cabezas, la ganadería extensiva de ovino sigue siendo teniendo una presencia destacada en la Comunidad.
Cooperativas Agroalimentarias de Aragón

El sector agroalimentario en general, y todos y cada uno de sus subsectores en particular, son plenamente conscientes de los retos y desafíos a los que se enfrentan en un futuro que cada vez está muy presente. Y aunque la pandemia de la covid-19 primero, la crisis de suministros después, el alto coste de las materias primas o la guerra de Ucrania han dejado claro que todo puede cambiar de la manera más inesperada y por las circunstancias más desconocidas y el escenario futuro aparece teñido de incertidumbres, agricultores, ganaderos y empresarios de la industria alimentaria no dejan de explorar las claves para llegar a este mañana de la mejor posible, lo más preparados posible y con las mejores herramientas posibles.

Lo hace también la ganadería de ovino, que encara lo que está por venir con la mirada puesta en los mercados –especialmente en los internacionales–, en las nuevas tecnologías, cuya implantación este sector de extensivo está siendo algo más lenta que en el conjunto de la actividad agropecuaria, y en todos los productos alternativos elaborados en el laboratorio y que se presentan como una alternativa (todavía esta por ver si suficiente) para alimentar a un mundo cada vez más poblado que exige una mayor sostenibilidad medioambiental.

Fueron precisamente estos los aspectos que se trataron en una jornada organizada en el marco de la XIX Lonja Nacional de Ovino, organizada recientemente por la Lonja de Binéfar, en la que distintos expertos ofrecieron a los profesionales del sector las claves para aprovechar las oportunidades de la exportación, para acercarse más a la llamada ganadería de precisión y para estar atento a eso que llaman ¿carne? de laboratorio. Participaron en dicho encuentro Pepe Hernández, del área de exportación de Bovisa, empresa familiar murciana pionera en la comercialización en el exterior de ganado; Alfonso Abecia, catedrático de Producción animal de la Facultad de Veterinaria de Zaragoza y José Antonio Beltrán, catedrático Tecnología de los Alimentos de la misma facultad.

Y fueron muchas las enseñanzas que dejaron sobre la mesa.

Si mira hacia los mercados exteriores, el sector ovino encuentra una válvula de escape, una oportunidad "que no hay que desaprovechar" para compensar un consumo interno cada vez más a la baja. Es una de las conclusiones que se pudieron escuchar los más de 300 participantes procedentes de distintos puntos de la geografía española que participaron en la XIX Mesa Nacional de Ovino, organizada por primera vez por la Lonja de Binéfar.

La expuso el representante del área de exportación de Bovisa, una empresa con dilatada experiencia en la venta de ganado en el exterior, que no solo detalló aquellos destinos con mejores perspectivas sino que insistió en la necesidad de "estar muy atentos" a los nuevos reglamentos que desde Bruselas quieren poner freno a las exportaciones de ganado vivo. Y advirtió que en materia de bienestar animal, no solo hay que hacer las cosas bien "como se está haciendo" sino que además hay que demostrarlo, comunicarlo y sacar pecho ante esos consumidores que miran las producciones ganaderas con recelo (sobre todo medioambiental).

Si la elección de los mercados es esencial para garantizar la buena marcha de las explotaciones en un futuro nada lejano, también lo es la aplicación de las nuevas tecnologías en los procesos productivos, comenzando por la explotación, en la que el uso de estas herramientas en dicho sector todavía está en pañales.

Lo recomendó el catedrático de Producción Animal, Alfonso Abecia, que durante su exposición quiso también insistir en la importancia del cuidado de los animales. "Vendemos productos en los que cada vez se nos exigen más certificados de bienestar y creo que es importante que el consumidor sepa que esta ganadería se produce con unos estándares elevados de calidad, sanidad y bienestar".

Habló Abecia de la ganadería de precisión, cada vez más imprescindible para atender las explotaciones (cada vez habrá menos) con un mayor número de animales. Las tecnologías lo harán posible porque "hay que tener claro que hay que centrarse en el individuo (animal) y olvidarse del rebaño como unidad", señaló el experto. Porque, como insistió, el rebaño es complejo y los animales no son iguales, por lo que el reto de futuro será tratar a cada uno de ellos de una manera individual". Un objetivo que permitirán las nuevas tecnologías. "Normalmente se ha utilizado los cinco sentidos para saber cómo esta un animal. No vamos a dejar de utilizarlos, pero vamos a poder aplicar la tecnología para que este conocimiento sea más preciso", añadió.

En la Mesa Nacional de Ovino celebrada en la localidad oscense no solo se habló de animales vivos. También de las producciones que llegan a los mercados, donde parece que en un futuro no muy lejano se harán hueco productos elaborados a partir de las células madre extraídas de los animales. Hay quien le llama ¿carne? cultivada o la conoce como ¿carne? de laboratorio. Los interrogantes los pone el catedrático de Tecnología de los Alimentos, José Antonio Beltrán, que durante su intervención también se cuestionó que estos alimentos vayan a suponer una amenazada para la carne natural. "Su exito en el mercado está por ver", dijo.

La esperanzadora expansión de las ventas en atractivos mercados

En los últimos años, el tablero mundial de la comercialización del ovino ha experimentado una auténtica revolución. Libia ha perdido peso y su protagonismo en las exportaciones españolas se ha reducido casi a la mínima expresión, mientras tomaban posiciones ventajosas las ventas en Arabia Saudí y Jordania. Lo explica Pepe Hernández, responsable del área de Exportación de Bovisa, que detalla que si en 2019 partieron hacia Libia "nada menos que 625.000 corderos", esta cifra había caído un 44% en 2020 y se había reducido hasta el 6% en 2021, cuando apenas se exportaron 25.000 animales. En los cuatro primeros meses de 2022, este país solo había comprado a España unos 6.000 corderos.

Las razones hay que buscarlas en el incremento del tipo de cambio –que ha encarecido el producto español– y la pérdida de poder adquisitivo de sus ciudadanos que se han visto obligados a cambiar sus hábitos de consumo y su dieta (han cambiado el cordero por ternero o pollo congelado. Sin embargo, Hernández señala que las cifras de 2019 "eran una burbuja porque el consumo de este país se estima en 400.000 animales, por lo que el resto se reexportaba desde Libia a Egipto, Jordania y mercados del entorno". Pese al retroceso de estas ventas, la comercialización del ovino al exterior presenta perspectivas halagüeñas. Se lo deben a Jordania y Arabia Saudí, donde las exportaciones han crecido "un disparate", destaca Hernández. "Y no sabemos donde esta el techo en estos mercados, porque se trata de países que no tienen problemas económicos y cuya cultura es la sentarse en torno a una mesa y poner un cordero entero para mostrar su capacidad económica", añade.

Exportación de ganado vivo en barco.
Exportación de ganado vivo en barco.
H. A.

Y aunque en opinión de este experto, el sector no tiene que perder de vista estos mercados al alza, tiene que tener en cuenta que también plantean dificultades. "Estamos condicionados por la estacionalidad. Es un viaje muy largo, de once días, en los que resulta muy importante que los animales vayan cada vez mejor porque dado que los barcos tienen que pasar por el canal de Suez, llevan mucho volumen para poder repartir los gastos", detalla Hernández. Recuerda además que a partir de junio las temperaturas son muy elevadas, por lo que "resulta inviable mantener la exportación durante todo el año de manera regular".

Y advierte además de la competencia de Rumanía, que ha mejorado mucho su producción gracias a la genética, y ofrece mejores precios porque está más cerca.

"Jordania es el país que más fuerte veo, porque además es un país ganadero", destaca el representante de exportación de Bovisa. El calor es también un inconveniente pero "nos esperan unos años buenos y si cuidamos este mercado tendremos una gran oportunidad", dice.

Recomienda, eso sí, separar las líneas de negocio de la exportación europea de la que se hace por barco y especialmente insistir en el bienestar animal en el vivo. "Nos estamos haciendo impopulares y nos tenemos que levantar y reivindicar que no somos criminales sino gente honrada que criamos, cuidamos, engordamos, medicamos y mandamos sacrificar a nuestros animales para alimentar a la población, pero también es cierto que los tiempos han cambiado y nosotros tenemos que cambiar con ellos", señala.

La difícil implantación de las tecnologías en el proceso productivo

Actualmente se sacrifican en todo el mundo unos 60 millones de animales al año para alimentar a la población actual, pero para dar de comer a los ciudadanos del año 2050 se estima que esta cifra habrá tenido que incrementarse un 75%. Es uno de los grandes retos del sector ganadero. Pero para cumplirlo y ante el constante goteo de cierre de granjas será necesario, señala Alfonso Abecia, catedrático de Producción Animal de la Facultad de Veterinaria de Zaragoza aumentar el número de cabezas por explotación. "Eso significa que habrá menos tiempo para disponible para atender a cada animal. Además el bienestar puede verse perjudicado por esa masificación y también repercutirá en la salud y la calidad de vida de los ganaderos", advierte Abenia.

Aunque el panorama parece poco halagüeño, hay herramientas que harán posible hacer frente a ese desafío y los inconvenientes que plantea. La solución está en el uso de las nuevas tecnologías en el manejo de las especies ganaderas y la monitorización y automatización de las producciones, de su salud, de su bienestar y de su impacto en el medio ambiente. Es lo que se conoce como ganadería de precisión, "con la que podemos soñar en un futuro que nos permitirá saber si un animal cojea o tiene mastitis, si se mueve o esta muerto, cómo interacciona con los demás o parece estresado, cuánta leche da y de qué calidad, la frecuencia del ordeño e incluso, entre otros muchos aspectos, diseñar una alimentación a medida de sus características", enumera el catedrático.

Abenia habla de futuro cuando se refiere al uso de estas tecnologías en el ovino, porque en otras ganaderías intensivas estas herramientas ya son presente. Hay diversas razones. "En los sistemas de extensivo es más difícil aplicar estas tecnicas porque cada ganadería de ovino es distinta", destaca el experto. Hay además menos contacto con los animales. El aislamiento geográfico es también un factor limitante –las tecnologías exigen cobertura móvil y electricidad– a lo que se suma la baja densidad de explotaciones y su localización en lugares muy dispersos.

Tecnología ya utilizada en el sector.
Tecnología ya utilizada en el sector.
H. A.

"Esta ganadería está en medioambientes duros, en los que instaurar este tipo de tecnologías es más complicado, con edificaciones antiguas en las que es difícil instalar una antena", añade Abenia, que reconoce además que tampoco ayuda el envejecimiento del sector, aunque confía en que "si llegamos a que se rejuvenezca, los jóvenes serán más amigos de estas herramientas porque han crecido con ellas".

Pero en la penetración de la ganadería de precisión y su menor desarrollo en el ovino pesa que, insiste Abenia, "los rumiantes son los hermanos pequeños de la ganadería y muchos de los problemas de este sector vienen derivados de esa situación, con unos ingresos irregulares con los que es más complicado aplicar estas tecnologías que tienen un precio".

Por eso, el catedrático de Producción Animal asegura que las soluciones tecnológicas para este sector "tienen que ser dimensionables, sencillas, originales y, por supuesto, económicas". Y advierte que para la implantación de esta tecnología será necesaria la colaboración de la industria, los ganaderos, los investigadores y la administración "que tendrá que ayuda a la compra de estos equipos".

Esa posible amenaza que se produce en un laboratorio

Son cada vez más los consumidores que comienzan a alejarse de las dietas con la llamada carne natural, bien por motivos ideológicos o de salud, alarmados por la asociación que se hace de estos productos con determinadas enfermedades. Todo eso ha llevado al desarrollo de distintos productos entre los que se encuentran aquellos producidos por células musculares de animales vivos que se cultivan para obtener células a las que se pueden dar distintas formas. Una carne de laboratorio a la que a José Antonio Beltrán, catedrático de Tecnología de los Alimentos de la Facultad de Veterinaria de Zaragoza le cuesta llamar carne.

Para Beltrán, este tipo de producciones puede ser una amenaza para la carne natural en el futuro, "pero por lo que sabemos hoy por hoy no constituyen un riesgo", destaca Beltrán, que tiene claro que estos alimentos van a llegar al mercado, pero también está convencido de que "el éxito que va a tener está por ver". Recuerda Beltrán que aunque Churchill ya fue un auténtico visionario y allá por 1930 auguró que veríamos estos productos en 50 años, no fue hasta 2012 cuando el investigador Marc Post hacía realidad esa posibilidad presentando la primera hamburguesa producida con esta tecnología. Desde entonces se están realizando elevadas inversiones empresariales para convertir en realidad productiva los augurios del primer ministro británico. "Pero estamos en 2022 y no hay ningún producto en el mercado", destaca el catedrático.

Carne producida con células animales.
Carne producida con células animales.
H. A.

Beltrán reconoce que esta carne de laboratorio puede tener sus ventajas. Permite elaborar una carne con un perfil sensorial a medida y se puede trabajar en textura y sabores porque ahora hay tecnología para hacerlo. "La edad media de la población está aumentando y uno de los principales problemas de los mayores es la disfagia (dificultad para deglutir), con lo que se podrán elaborar productos para estas personas", matiza. Pero cuestiona el experto muchas de las bondades que se atribuyen a este alimento alternativo. Asegura que es cuestionable que con ella se disminuya la exposición a los antibióticos, "porque esas células que se tienen que mantener intactas de alguna manera hay que protegerlas". No tiene claro que se termine con el sufrimiento animal "porque para obtener esas células no va a valer cualquier animal, habrá que hacer una selección y habrá que mantenerlos en condiciones exquisitas de asepsia porque no se pueden contaminar, por lo que estos animales van a tener que estar confinados, muy confinados.

Tampoco se sabe si tendrá una huella ecológica favorable, porque su escalado industrial –que todavía no se ha producido– plantea serias dudas al respecto. Y además, no ayuda, añade el experto, su elevado coste de producción y la desconfianza que genera en el consumidor por su falta de naturalidad. "El nombre que se le de va a ser determinante", advierte.

Beltrán alerta además que la carne natural no solo es el sustento de muchas personas en el mundo, sino el medio de subsistencia de pequeños pueblos de la España vaciada cuyas economías se sustentan en estas producciones ganaderas. "Si estas se vieran reducidas serían un grave problema, porque estos animales no solo dan carne, sino leche, lana, piel... yeso hay que tenerlo claro. Sería un problema social importante", concluye.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión