Aragón

La Cofradía de la Borraja cuenta con nuevos defensores en Aragón

Con motivo de la festividad de San Isidro, cuatro cofrades recibieron la capa y la medalla de socios.

El restaurante Ele acogió la comida de celebración de los nuevos socios de la Cofradía de la Borraja.
HA

La Cofradía de la Borraja y el Crespillo de Aragón sumó este domingo dos nuevos cofrades de honor con motivo del acto académico vinculado a la festividad de San Isidro: los investigadores Fernando Villa y José María Álvarez, del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA). También fueron nombrados cofrades el director de la escuela de cocina Azafrán, José Antonio Campos, y Jorge Belsué, de Belsué Mediación de Seguros.

Con este reconocimiento se ha querido poner en valor su trabajo para preservar y difundir las bondades de la borraja. El acto central de celebración del Gran Capítulo se llevó a cabo en el Museo de Zaragoza, donde los cofrades también visitaron una exposición conmemorativa de Manuel Azaña.

El presidente de la Cofradía de la Borraja, Emilio Mené, dio la bienvenida a los socios e invitados y cedió la palabra al presidente honorario, Ángel González. En su intervención, se refirió a la gastronomía como “el motor que garantiza la continuidad de nuestra especie; una palabra que no alcanza su grado de perfección y grandeza si no va acompañada de los cuatro adjetivos que la dan esencia y contenido”.

En concreto, González Vera se refirió a la gastronomía como saludable, solidaria, sostenible y satisfactoria. “Pero me falta uno más –prosiguió–, el de social, atributo que nos permite valorar la trascendencia e importancia que nuestras cofradías gastronómicas han tenido y tienen en la obtención de una gastronomía con mayúsculas”.

Precisamente, al acto asistieron representantes de varias. En concreto, el presidente de la Federación de Cofradías Gastronómicas, Juan Manuel Garmendia, así como de la trufa del Moncayo, el queso Idiazábal, la nécora de Noja o el volatín de Tudela.

Tras ponerse la capa que los identifica como nuevos socios, los cuatro cofrades recibieron el diploma acreditativo y la medalla de socios. Además, se les entregó una mata de borraja recién cortada como si fuera un ramo de flores, y realizaron un simbólico acto de juramento de fidelidad, comprometiéndose a defender y a promocionar esta verdura.

Fernando Villa y José María Álvarez agradecieron el nombramiento y destacaron que a lo largo de su trayectoria profesional han sentido “un gran apoyo y cariño de los agricultores y consumidores, así que desde la cofradía seguiremos apoyando la verdura más aragonesa”.

Los nuevos cofrades de honor no fueron los únicos protagonistas que tomaron la palabra en el Museo de Zaragoza. También lo hizo la investigadora Cristina Mallor, que el pasado martes leyó su discurso de ingreso en la Academia Aragonesa de Gastronomía centrado en la borraja. En su intervención ofreció unas breves pinceladas sobre sus propiedades.

La clausura llegó acompañada de un recital de música y jotas a cargo del también cofrade Félix Villaverde, apasionado intérprete del bel canto. Al teclado estuvo acompañado por Serhij Polyvka.

Tras la celebración del Gran Capítulo en el Museo de Zaragoza, la comitiva se dirigió al restaurante Ele donde no faltó la protagonista del día reconvertida a la mesa en una exquisita receta de borraja, patata crujiente, salsa carbonara y trucha ahumada. Además, el dulce colofón llegó en forma de crespillos de borraja.