Más de un tercio de los hosteleros de Aragón están preocupados por el futuro de su negocio

Hasta un 38,2% de los hosteleros aragoneses aseguran estar preocupados por la continuidad de su negocio. El sector arrastra las consecuencias de 22 meses de restricciones que han mermado sensiblemente su facturación y amenazan su futuro. Su horario de apertura sigue limitado a consecuencia de la explosión de casos de la séptima ola, que ayer dejó otros 4.540 casos, con 679 aragoneses ingresados en planta y 69 en intensivos.

El 23,1% de los consultados, según refleja la encuesta elaborada por A+M para HERALDO, ha perdido de un 10% a un 25% de su facturación desde el estallido de la pandemia, mientras que un 2,8% ha caído hasta un 50% y un 0,2% supera este porcentaje. No todo, sin embargo, son malas noticias, ya que un 16% ha conseguido mantener sus ganancias y una cuarta parte las ha incrementado en torno a un 10%. A esto hay que añadir otro 12,4% que ha mejorado sus cifras de un 10% a un 25%.

Especialmente graves han sido las consecuencias de la covid-19 para el empleo. Aunque un 14,2% mantiene los niveles de marzo de 2019, la mayoría, hasta un 24,7%, ha tenido que recortar su plantilla de un 10% a un 25%. Ha habido, además, un 6,1% de los hosteleros que han despedido a entre un 25% y un 50% de sus trabajadores. Esta ha sido una de las principales en estos dos años, con cambios de fase cada pocas semanas que han obligado a los hosteleros a meter y sacar del ERTE a sus empleados.

Mucho más homogéneos son los porcentajes al hablar de las ayudas. Un 42,9% considera que las impulsadas por el Gobierno de Aragón, que ha activado hasta tres planes de rescate, han sido ‘insuficientes’, y un 49,4% las califica, directamente, de ‘muy insuficientes’. Los resultados no son mucho mejores al valorar el papel de los ayuntamientos, ya que solo un 12,6% se muestra conforme, con el 87,4% situándose entre el ‘insuficiente’ y el ‘muy insuficiente’.

Lo mismo sucede al preguntar por las decisiones adoptadas por la DGA y el Gobierno central para frenar la expansión del virus. Más del 90% creen que el papel del Ejecutivo autonómico y la Administración central ha sido ‘inapropiado’ o ‘muy inapropiado’. Pese a todo, apenas un 13,1% se ha planteado cesar su actividad.

Dudas sobre la recuperación

La variante ómicron ha trastocado todos los planes del sector. Tanto es así que un 41,3% no sabe actualmente si volverá a recuperar el volumen de ventas anterior a la pandemia. La mayoría (33,9%) confía en que sí, pero la covid-19 ha demostrado que cualquier previsión puede verse alterada en cuestión de semanas.

Esto hace que un 38,8% admitan no saber cuándo podría volverse a una situación más favorable. Pocos son (10,4%) los que prevén una recuperación antes de Semana Santa. El grueso (32,9%) la fía al verano, aunque hay un 12,9% que cree que habrá que esperar un año y un 5% que considera que se necesitarán más de 12 meses.

El coronavirus ha dejado, también, importantes secuelas psicológicas. La principal es la desmotivación, que afecta a un 22,6% de los encuestados, mientras que un 19,2% dice sentir ‘mucha’ incomprensión. Asimismo, un 46% asegura verse afectado por problemas de ansiedad, principalmente por los continuos cambios de restricciones. A pesar de todo, apenas un 12,8% padecen síntomas de agotamiento.

Tampoco se percibe en el sector un excesivo temor por el riesgo a contraer la covid-19 pese al estallido de casos y al creciente número de bajas que se viene registrando desde finales del pasado año. Solo un 10,4% admite estar ‘muy preocupado’, mientras que un 23,7% está ‘preocupado’.

Distinta la respuesta si se habla de la posibilidad de contagio de otros miembros de la familia. En este caso, el porcentaje de quienes se declaran muy preocupados alcanza el 22,3%, y un 29,8% está preocupado por esta posibilidad.