patrimonio

Casa solariega en Montón: "Debía ser maravilloso descender por la escalera bajo el imponente lucernario"

La campaña de micromecenazgo para recuperar una casa solariega del siglo XVIII en la localidad zaragozana de Montón roza los 14.000 euros a falta de dos semanas para su cierre.

Estado actual de algunas de las estancias de la casa solariega de Montón.
Estado actual de algunas de las estancias de la casa solariega de Montón.
Heraldo

En los últimos tiempos son muchos los jóvenes (y osados) arquitectos que han decidido apostar por el medio rural y han optado por predicar con el ejemplo: van comprando viejas casonas que amenazan ruina en algunos pueblos de la ‘Laponia española’ y tratan de devolverles el brillo de antaño. El pionero fuera Alberto Sánchez con la que fuera durante siglos la casa de médico de Used, y en este mismo pueblo cercano a Daroca han secundado su propuesta Ismael Pizarro y Sergio Jurado, que son quienes están detrás del proyecto ‘Casa del Rincón’, y Guillermo Bosque y Juan Fernando Marchán, que están dando nueva vida al caserón histórico aragonés, que popularmente se conoce como ‘La Lázara’, pues fue el palacio de la familia Lázaro.

A pocos kilómetros de Used, ya en el valle del Jiloca, la asociación Ontinar Amigos de la Cultura se ha propuesto salvar del olvido y el deterioro una casa solariega de Montón para lo que hace unas semanas inicio una campaña de ‘crowdfunding’ o micromecenazgo. Cuando faltan dos semanas para que se cierre la colecta, ya se han reunido más de 13.700 euros, si bien el proyecto es mucho más ambicioso y los promotores de la propuesta buscan hasta 39.000 para poder afrontar todas las obras que la casa necesitaría.

“Nuestro objetivo inicial es lograr una primera consolidación que consiste en el desescombro de los forjados hundidos, el apuntalamiento de los que están en malas condiciones y la ejecución de un tejado provisional para evitar que siga entrando agua y se siga deteriorando la estructura”, comenta Miriam Estella, portavoz de la plataforma.

La asociación se siente respaldada porque, incluso, algunos de los antiguos herederos están haciendo cuantiosas aportaciones a la campaña para que la historia de esta casa no sea víctima de la piqueta. El problema, según explican, es que la propiedad está muy fragmentada, pues hay hasta 35 herederos. No obstante, y tras un arduo trabajo de documentación, ya han conseguido contactar con 32 de ellos, que ven la iniciativa con buenos ojos.

Conforme se ha ido conociendo y difundiendo la historia de este buen ejemplo de la arquitectura civil aragonesa, han ido trascendiendo también testimonios e historietas personales que reconfortan a quienes se han puesto al frente de esta aventura. Por ejemplo, María José Arellano Sánchez, vecina de Tobed que recuerda que su tatarabuela residió en la casa.

“Tenía que ser maravilloso descender por la escalera central con su imponente lucernario”, explican desde la asociación, donde destacan otros elementos esenciales del inmueble. “La casa es del siglo XVIII, pero parte de su decoración, la pintura, las puertas dobles y la distribución en anillo son ya del XIX”, explican sobre un caserón que tiene tres fachadas y es, sin duda, el edificio civil más importante de Montón y de la comarca de Calatayud. 

Aún es pronto para hablar de posibles usos si la casa llegara a restaurarse, pero sí que hay zonas comunes de más de 800 m² que bien podrían reconducirse en forma de parque. Los arquitectos, que ha comprobado que la estructura parece sólida (son muros de tapial) y la caja de escaleras está en perfecto estado, informan de que la casa se abandonó en la década de los 70 del pasado siglo y que su deterioro ha sido acusado en los últimos tiempos. Parte de su cubierta y los forjados frente a la entrada principal han colapsado y lo más urgente sería ahora poner remedio para detener la entrada de agua.

Las cuentas que han hecho en la asociación Ontinar para salvar la casa
Las cuentas que han hecho en la asociación Ontinar para salvar la casa
Heraldo

“A pesar de las dificultades, el pasado agosto logramos la catalogación del inmueble para evitar su derribo y ahora necesitamos consolidar la estructura”, explica Estella. La catalogación, no obstante, es de lo más básica (es un Bien Inventariado del Patrimonio Cultural), lo que restringe la posibilidad de solicitar ayudas al no ser una propiedad municipal ni ser tampoco un BIC. “Contábamos con que el Ayuntamiento tuviera a bien dedicar la partida destinada a la demolición de la casa, dotada con 15.000 euros, precisamente a lo contrario, a recuperarla porque conservar la arquitectura civil rural es un elemento clave para preservar la identidad y la historia de nuestro pueblo”, afirman.

La casa de Montón brinda algunas de las claves para estudiar las formas y condiciones de vida de la baja nobleza que hace dos y tres siglos dominó las tierras del Jiloca y, de hecho, el inmueble perteneció a los Franco de Bernabé que, curiosamente, están relacionados familiarmente con la saga de la citada casa del médico de Used, del que Alberto Sánchez ha rastreado su árbol genealógico hasta bien entrada la Edad Media. En el caso del constructor de la casa, el infanzón y rico hacendado Bonifacio Franco Navarro de Bernabé, este desciende por línea directa del célebre caballero medieval aragonés Miguel de Bernabé, alcaide del Castillo de Báguena en tiempos del rey Pedro IV el Ceremonioso. 

El blasón o escudo de armas de los Franco Campillo de Bernabé, esculpido en alabastro, es uno de los elementos que más destacan en la fachada principal de la casa solariega. El crowdfunding, que cuenta con diversas recompensas como visitas guiadas o la posibilidad de inscribir un nombre en el ‘muro de aportaciones’ se prolonga hasta el próximo día 28 y está accesible en la web hispanianostra.org.

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