cáncer

Ni un "pellizco" de la donación de Amancio Ortega para Aragón: "El reparto ha sido opaco, pero es un regalo envenenado"

Martín Tejedor, jefe de Servicio de la Unidad Clínica Multihospitalaria de Oncología Radioterápica de Aragón (Ucmora). considera que el reparto de los medios donados por el empresario gallego no ha sido "equitativo" por parte del Ministerio, si bien advierte del coste de mantenimiento que exige la protonterapia (un tipo de radioterapia externa que usa un haz de protones para irradiar el tejido afectado por un tumor). 

Responsables del Servet y del servicio de Oncología, junto al nuevo aparato instalado en el Servet.
Responsables del Servet y del servicio de Oncología, junto a uno de los últimos aparatos de radioterapia instalados en el Servet.
Guillermo Mestre

Aragón es una de las diez comunidades autónomas que se han quedado fuera del reparto de fondos que ha hecho el Ministerio de Sanidad a raíz de la última donación de Amancio Ortega para la compra de equipos de protonterapia, un tipo de radioterapia externa que usa un haz de protones para irradiar el tejido afectado por un cáncer

En 2017, la firma de otro convenio con la Fundación Amancio Ortega sí repercutió en Aragón, que puso en marcha el pasado 13 de octubre su último acelerador de electrones, el sexto en Aragón, después de que el empresario gallego donara 10 millones de euros, de los cuales 2,7 millones sirvieron para la compra de este aparato y la reforma del búnker donde se ha instalado. "El resto del dinero el Salud lo invirtió en tecnología para radiodiagnóstico", detalla el doctor Martín Tejedor, jefe de Servicio de la Unidad Clínica Multihospitalaria de Oncología Radioterápica de Aragón (Ucmora).

Este especialista del Servet considera que esta vez el reparto de los fondos donados por la Fundación Amancio Ortega no ha sido "equitativo" por parte del Ministerio, si bien advierte del coste de mantenimiento que exige la protonterapia. "El mantenimiento de un equipo de estos viene a ser de alrededor de tres millones al año, más los costes de la instalación del equipo, que pueden superar los 10 millones de euros. Un acelerador de los que tenemos aquí ahora, que tienen unas características técnicas de última generación, cuesta tres millones de euros. Con el mantenimiento de ese acelerador podríamos comprar uno bueno cada año", afirma Tejedor, molesto porque el reparto de fondos no ha beneficiado en nada a Aragón, mientras que hay CC. AA. que han recibido cantidades para la compra de más de un aparato de este tipo. "Cataluña Madrid y Andalucía se llevan dos aceleradores de protones. Lo que queda feo es que unas autonomías se lleven 56 millones y otras cero. Tampoco es cuestión de poner aceleradores de protones por toda España, pero sí que hubieran consensuado para ese reparto, que ha sido bastante opaco, y yo no sé si los gestores también se habrán enterado por la prensa", se queja este especialista.  

"El reparto no es equitativo"

¿Qué es y para qué sirve la protonterapia?

La protonterapia es un tipo de radioterapia externa que usa un haz de protones para irradiar el tejido afectado por un tumor. La principal ventaja que ofrece esta terapia es que emite una carga más alta de radiación y deposita la energía de una manera aún más precisa, respetando más los tejidos sanos. "Interesa sobre todo de cara a los niños, por los efectos secundarios que puedan tener en su desarrollo si sobreviven al cáncer", explica este médico. 

Los primeros acelereadores de protones que trataron a pacientes en el mundo vienen de la década de los 90. "Para tener un acelerador de protones en aquellos años hablamos de cantidades millonarias y de una estructura que ocupa un campo de fútbol", señala. 

Confome la tecnología avanza, se ha logrado reducir el tamaño de esta instalación -que ha pasado a ser como un campo de tenis-, pero el mantenimiento sigue siendo muy "costoso" para la arcas públicas. Según los expertos, cuesta "alrededor de tres millones de euros" al año, más toda la formación que implica tenerlos. De ahí que solo dos clínicas privadas en España cuenten con este tipo de aparatos: la Quirón de Madrid y la Clínica Universitaria de Navarra. 

¿Curan más que uno de última generación?

La respuesta -afirma, Tejedor- es no. "Se habla de que pueden tener menos efectos a largo plazo, pero tampoco es seguro", apostilla este médico, que forma parte de la Sociedad Española de Oncología Radioterápica.

Según los expertos, en la actualidad está indicado en tumores que se localizan en zonas muy complicadas, pero no es lo habitual recurrir a este tipo de tratamientos. Así pues, la cartera de servicios para protonterapia definida por el Ministerio de Sanidad el pasado año incluye para adultos "exclusivamente melanoma ocular, cordoma/condrosarcoma y algunos tipos de sarcomas", indica Tejedor.

Por el contrario, las indicaciones de protonterapia para niños sí son mucho más amplias. De hecho, la mayoría de derivaciones que se han hecho de Aragón a otras CC. AA. -e incluso al extranjero, antes de que hubiese en España- han sido niños. "El coste que nos facturan a nosotros al mandar a las privadas de Madrid está entre 35.000 y 50.000. euros, porque requieren ingresos, anestesia... Teniendo en cuenta que hay tratamientos con fármacos que cuestan 100.000 euros, si lo comparas, es bueno. Pero si lo que buscas es curar en general no es más efectivo y tiene esos inconvenientes de coste, de manejo de espacio y de mantenimiento", reitera este especialista, quien precisa que al sacar concursos aquí en Aragón se pide a las empresas que el coste de mantenimiento de estos equipos no sea superior al 8%. 

Derivaciones en Aragón

En la Comunidad, la Unidad Clínica Multihospitalaria de Oncología Radioterápica de Aragón (Ucmora) cuenta desde este mes de octubre con seis aceleradores repartidos entre el Clínico y el Servet. Cada año ven en torno a 3.400 pacientes nuevos con indicación de tratamiento, entre ellos diez o doce niños, aunque no todos se tratan con radioterapia. "Afortunadamente niños tratamos muy poquitos. Habremos mandado a protonterapia a ocho en dos años. Fuera de España, Alemania nos cogió a una niña pequeñita de tres años, como caso anecdóctico", señala.

Derivar a un menor al extranjero supone que la familia tenga que salir del país y vivir un tiempo fuera. "Los tratamientos con protones, a diferencia de los convencionales -con los que hacemos de una a cinco sesiones-, pueden durar mínimo entre 30 y 40 sesiones. El tener ahora dos privadas en Madrid es un beneficio, ya que por lo menos estás en tu país. Aquí está Aspanoa, que facilita el alojamiento cuando tienen que hacer los desplazamientos. Tienen pisos de acogida y otros recursos para que cuando vayan a centros así no sea un problema muy gordo para las familias, porque todo son complicaciones cuando hay un niño de por medio", reconoce este médico, para quien lo "mejor" habría sido que desde el Ministerio hubieran hecho "un reparto por habitantes" y que cada comunidad autonóma hubiera determinado qué hacía con ese dinero para la inversión en tecnología y tratamientos del cáncer.

La Sanidad aragonesa cuenta en la actualidad con seis aceleradores "muy eficaces" repartidos entre el Clínico y el Servet, más uno que está en la privada. "Justamente este viernes salió también el plan de renovación de radioterapia en España y ha salido un concurso para renovar 81 aceleradores en todo el país con fondos europeos. En concreto, a Aragón, nos vienen 4", informa Tejedor, al destacar el éxito de estas terapias. "Los protones están muy bien, pero lo que tenemos aquí es igual de bueno porque de momento no hay evidencia científica que diga que con el acelerador normal no te vas a curar y con el otro sí. Además, los que tenemos en Aragón son de muy alta gama, y van a venir cuatro de muy altas prestaciones que permitirán renovar dos aceleradores ya con más de 12 años de uso y ampliar el número de estos en la Comunidad hasta alcanzar los 8 aceleradores", añade. 

"¿Fastidiados por no tener protones aquí? No. Prefiero por ese dinero tener más aceleradores que no realizar una inversión que luego me supone un coste importante de mantenimiento"

A la pregunta de si nos quedamos en desventaja en Aragón por no disponer de esos tratamientos en la región, Tejedor afirma que no, pero no esconde su malestar por la opacidad del reparto. "¿Fastidiados por no tener protones aquí? No tanto por no tener, sino por la manera en la que se ha realizado el reparto de fondos de la Fundación Amancio Ortega. Creo que para el sistema público español diez aceleradores de protones es excesivo; habría sido más equitativo realizar un reparto de fondos que permitiera incrementar y actualizar el número de aceleradores de electrones... Entre costes de instalación y permisos para su puesta en marcha, la protonterapia puede ser un 'regalo envenenado', pues es posible que hasta dentro de 4 o 5 años no veamos el primer acelerador de protones funcionando en el sistema público español", aclara este médico. 

Desde la consejería de Sanidad señalan que el convenio sobre la llegada de los primeros equipos de protonterapia destinados a hospitales públicos en España lo firmó esta semana el Ministerio. Heraldo.es intentó hablar con ellos el viernes, pero no obtuvo respuesta por parte de esta cartera que explique cuáles han sido los criterios para el polémico reparto.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión