La marcha nórdica, un posible paso para mejorar la calidad de vida tras la covid

Un programa piloto estudia la práctica de este deporte, que también se realiza en Aragón, para mitigar efectos de la enfermedad que arrastran algunos pacientes.

La marcha nórdica mejora las secuelas de la covid persistente

Es un día de entre semana cualquiera por la tarde y Ascensión Ezquerro no se ha podido levantar del sofá. "Ha sido un día duro", confiesa. Hace 15 meses se contagió de coronavirus y ahora padece covid persistente. "Lo único que he podido hacer es mandar un mensaje sobre el tema de la marcha nórdica", explica esta enfermera. Ascensión Ezquerro se refiere a la intención de practicar ese deporte a partir de septiembre con otros miembros del colectivo Long Covid Aragón para paliar algunas secuelas de la enfermedad.

Esa iniciativa se basa en un estudio piloto que el Hospital del Mar de Barcelona y otros centros del Parc de Salut Mar han iniciado para "evaluar la idoneidad y los beneficios" que tiene la práctica de la marcha nórdica en el tratamiento de pacientes que han sufrido la covid-19. "Que haya un estudio así es emocionante, nos llena de esperanza. Y más cuando nace de la Salud Laboral, cuando a mí ni siquiera me han reconocido que sufro covid persistente y llevo once meses de baja", lamenta Ezquerro.

"Sabemos que no es la cura, pero por lo menos, nos puede mejorar la calidad de vida"

Ascensión ya se ha puesto en contacto con Más que Pasos, un club escuela de marcha nórdica que camina por la ciudad –como el Parque Grande José Antonio Labordeta o el del Agua- y también en otros enclaves de Aragón. Caminan durante una hora y cuarto o una hora y media, depende de los usuarios, y se hace mucho hincapié en la explicación de la técnica. Ascensión Ezquerro no esconde su alegría: "Cuando preguntamos por los requisitos nos dijeron que el único eran ganas de recuperarse y de eso tenemos de sobras". "Sabemos que no es la cura, pero por lo menos, nos puede mejorar la calidad de vida", agrega alentadora.

Una de las personas que está detrás de Más que pasos es Nieves Casales, cofundadora de club escuela y médica especializada en Medicina Física y Rehabilitación. "La marcha nórdica es un deporte poco agresivo y muy completo", sostiene Casales. "Tiene muchos beneficios, no solo a nivel físico, sino también a nivel anímico", resalta la doctora Consol Serra, jefa de Servicio de Salud Laboral de los centros catalanes, que también reivindica la amplia promoción de esta actividad desde este complejo hospitalario en un comunicado.

"Lo más incapacitante es la fatiga crónica"

Pretenden probar si da sus frutos ante secuelas como un tipo de fatiga o astenia crónica, que según apuntan desde el hospital catalán, puede empeorar por una falta de estímulos y ejercicio, que se retroalimenta. Estos efectos suelen afectar a un 10% de las personas que han superado la edad, desobedeciendo a un patrón concreto de enfermo. "Lo más incapacitante es la fatiga crónica –coincide Ascensión, que la pacede-. Es una fatiga que no remite ni de día ni de noche. Aunque también tenemos encefalopatías, insomnio, dolores articulares y musculares, cardiovasculares, afecciones al sistema nervioso… y así hasta 205 diferentes. Cada enfermo tiene unos 36 de media”. 

"Cada enfermo de covid persistente tiene unos 36 síntomas de media” 

Esta prueba piloto se basa en diversos estudios que "han demostrado cómo la fisioterapia y el ejercicio físico mejoran los síntomas", afirma Judit Villar, médica adjunta del Servicio de Enfermedades Infecciosas del hospital catalán y una de las coordinadoras de la unidad post-covid en la nota informativa. "La marcha nórdica es un deporte de bajo impacto, estratégico, ya que actúa sobre la coordinación, el equilibrio, la fuerza y la flexibilidad, y se hace en el gimnasio más grande del mundo, al aire libre", añade Antonio Brieba, instructor encargado del proyecto.

"La falta de energía conduce al aislamiento social cuando pone sobre la balanza la situación"

Secuelas como estas repercuten en el estado de ánimo: "Esta incapacidad merma bastante". "Con la marcha nórdica se puede socializar si se va a un ritmo asumible y así luchar contra la depresión, la angustia o la ansiedad", indica Casales. "La falta de energía conduce al aislamiento social cuando pone sobre la balanza la situación. Y es que el apoyo por parte de los entes públicos es inexistente, terrorífico es la palabra que lo define", inciden desde el colectivo Long Covid Aragón.

Nieves Casales practicando marcha nórdica.
Una deportista practicando marcha nórdica.
Mas que pasos

Personas que practican este deporte de manera habitual han superado la enfermedad, algunas incluso con cuadros graves y en la uci, y en la actualidad ya están compitiendo y saliendo a caminar prácticamente todos los días, tal y como informan desde el club. Están en contacto con el colectivo aragonés de covid persistente y tienen previsto volver a trazar lazos el próximo otoño. "Algunos miembros del colectivo ya lo estaban mirando por su cuenta, de hecho, había inscritos. El planteamiento es que haya un grupo específico de la covid. Tenemos muchas ganas, todo lo que sea por recuperar la salud", repite Ascensión Ezquerro.

A raíz del confinamiento, el interés por la marcha nórdica ha aumentado. "Hemos crecido bastante", considera Casales, en parte porque han acudido también personas que solían ser habituales de piscinas o gimnasios y las restricciones han limitado su actividad. La coordinación que se ejercita entre brazos y piernas lo convierte en un deporte demandado por mujeres que han superado el cáncer de mama y tienen linfedema, ya que ayuda al drenaje, o para enfermos de Parkinson, gracias al fomento del equilibrio.

En los próximos meses se tendrán los primeros resultados de este programa piloto que ha alentado a algunos de los enfermos de covid persistente.

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