Los alcaldes del valle de Aragón proponen una prestación de servicios para salvar la temporada invernal

Esta fórmula ya se empleó en 2012 y entonces el grupo Aramón se hizo cargo provisionalmente de gestionar la estación de esquí de Candanchú.

Los alcaldes del valle del Aragón se reunieron ayer con el presidente de la DPH, Miguel Gracia.
Los alcaldes del valle del Aragón se reunieron ayer con el presidente de la DPH, Miguel Gracia.
Pablo Segura

Los alcaldes del valle del Aragón consideran que la situación de Candanchú requiere una actuación de "emergencia" y otra de "urgencia". La primera pasa por encontrar una fórmula que garantice la apertura la próxima temporada y su futuro a medio plazo y la segunda, por abordar en profundidad el modelo de nieve para todo Aragón.

Representantes de los Ayuntamientos de Villanúa, Aísa, Castiello de Jaca, Borau, Jaca y Canfranc, además de la Mancomunidad Forestal Valle de Aísa, mantuvieron este martes una reunión con el presidente de la Diputación Provincial de Huesca, Miguel Gracia, siguiendo la ronda de contactos que iniciaron nada más conocer el viernes el anuncio del consejo de administración de Candanchú de no abrir el próximo invierno por las pérdidas económicas, la incertidumbre por la pandemia y la falta de ayudas oficiales.

Los alcaldes plantearon recuperar una fórmula que ya se empleó en 2012, cuando Aramón se hizo cargo de la gestión provisional de la estación a través de una prestación de servicios. Creen que se podría repetir con el holding de la nieve, aunque también podría asumirla Astún "o cualquier empresa del sector".

Sea cual sea la opción elegida, reclaman decisiones "urgentes" de cara a la apertura del próximo invierno, ya que los propios trabajadores de la estación han advertido de que "como muy tarde" el 1 de septiembre deberían comenzar los trabajos previos de mantenimiento y revisión de las instalaciones para llegar a tiempo al inicio de la temporada.

A medio plazo, los alcaldes esperan que avancen también las gestiones con los propietarios actuales para encontrar una solución duradera para la estación "y no estar todos los años con una situación de incertidumbre sobre si se abre o no", recalcó Luis Terrén, alcalde de Villanúa y presidente de la Asociación Turística del Valle del Aragón, quien se mostró confiado en que "todos unidos vamos a conseguir que Candanchú se abra".

Y, por último, a largo plazo, insisten en abrir un debate más profundo sobre el futuro no solo de la estación y del valle del Aragón, "sino del modelo de nieve de toda la comunidad autónoma con un plan estratégico en el que participen todos los actores". Piden en este sentido que el Ejecutivo autonómico "dibuje un futuro claro con hitos y fechas".

Dentro de su calendario de trabajo, los alcaldes del valle están ahora a la espera de que el Gobierno de Aragón les convoque para analizar conjuntamente la situación "y esperamos que nos reciban lo antes posible porque al final son quienes más tienen que decir en todo esto". Posteriormente quieren reunirse también con la empresa propietaria.

La DPH, dispuesta a ayudar

Agradecieron la voluntad mostrada este martes por el presidente de la DPH "porque la institución está dispuesta a ayudar en el corto plazo y también en el medio y largo y aunque no es sencillo entrar en una empresa privada, podría aportar parte de la financiación".

El alcalde de Jaca, Juan Manuel Ramón, valoró que la "sintonía" mostrada el lunes en la reunión celebrada en Candanchú con empresarios, vecinos y trabajadores de la zona también coincide con la expresada por la Diputación.

Miguel Gracia corroboró estas afirmaciones garantizando su respaldo a las propuestas de los alcaldes del valle. Además, se comprometió a seguir apoyando "todas aquellas zonas donde haya que salvar economías".

Alcaldes, empresarios y vecinos hacen hincapié en que Candanchú es uno de los principales motores económicos del valle del Aragón y de la comarca de la Jacetania y que de su funcionamiento depende la atracción de un porcentaje muy elevado de su turismo de montaña y nieve. Por ello, recalcan que no se puede permitir la no apertura de sus instalaciones, "ya que supondría la caída de gran parte de la economía de la zona, de los ingresos de miles de familias, y situaría a nuestros pueblos en grave riesgo de despoblación".

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