El repunte de contagios en Aragón satura Atención Primaria y pone en peligro la desescalada

Rastreos, vacunas y visitas presenciales llenan los centros de salud, mermados por las vacaciones. La comunidad suma 156 casos más y estudia unificar los PCR en un mismo espacio para rebajar la presión.

Filas a la entrada del centro de salud de Sagasta, este lunes.
Filas a la entrada del centro de salud de Sagasta, este lunes.
Guillermo Mestre

Es una vuelta de tuerca más. Así se sienten sanitarios y pacientes ante una sexta ola de covid que, quince meses después del inicio de la pandemia, vuelve a saturar los centros de salud. El repunte de contagios en la Comunidad, con 156 nuevos casos y una tasa de positividad del 12%, sitúa Aragón al borde del riesgo elevado, con una incidencia de 140 casos cada 100.000 habitantes Y lo que es peor, colapsa la Atención Primaria, como reflejaban las filas este lunes a la entrada de los ambulatorios de Sagasta y Torre Ramona, y pone en peligro la desescalada. En los centros de salud parece que se está dando una especie de ‘tormenta perfecta’. La campaña de vacunación coincide con el aumento de la presencialidad, las vacaciones de parte del personal y, desde hace una semana, el aumento de las pruebas PCR y la necesidad de iniciar rastreos entre jóvenes que llegan a reportar más de una docena de contactos.

Por eso no es de extrañar que los profesionales, como admitió el presidente de la Federación Aragonesa de Médicos de Atención Primaria, Leandro Catalán, estén viviendo el repunte "con preocupación". "Sufrimos una vez más la falta de sensibilidad y de previsión de la Administración y la población en general", lamentó. La relajación de las medidas y la pérdida del miedo a la covid "están sobrecargando las consultas", un esfuerzo que se une a la presión que soportan desde hace más de un año y a la vuelta a la presencialidad. "Advertimos que era prematuro empezar como si no hubiera ocurrido nada y, a la primera de cambio, nos la hemos llevado en la frente. Vamos a pagar estas decisiones en los próximos meses", advirtió. Y aunque la mayor parte de los contagios tienen "cuadros leves", no descarta que alguno "se termine complicando".

La elevada cifra de positivos, 1.308 en la última semana, no se refleja en los hospitales, donde permanecen ingresados 72 infectados por covid, 13 de ellos las unidades de cuidados intensivos. La baja presión asistencial se debe a que los nuevos casos corresponde, sobre todo, a jóvenes con edades comprendidas entre los 15 y los 24 años, que concentran 600 casos en los seis últimos días.

El Ejecutivo autonómico estudia centralizar la realización de PCR en un único espacio para intentar descongestionar los centros sanitarios. Porque se espera, a la vista el elevado volumen de contactos reportados, que las pruebas diagnósticas vayan a más. No está previsto, al menos de momento, continuar con los cribados que en los últimos días se han hecho en autobuses con destino a Salou y la Costa Dorada.

Si no cambia la tendencia, la sexta ola pondrá en peligro la desescalada. La consejera de Presidencia de la DGA, Mayte Pérez, reconoció que "si seguimos con este nivel de contagio, tendremos que volver a establecer medidas restrictivas que alteren el ritmo de la recuperación que todos estamos ansiando". No se refirió a ninguna en concreto. Ni siquiera a reducir el horario del ocio nocturno, aunque si empeora la situación "todo será posible".

Pérez puso en valor la anticipación y la responsabilidad con la que la DGA ha gestionado la pandemia: "Hay anticipación con cribados a jóvenes que llegan de puntos donde han ido a celebrar el fin de sus estudios". E insistió en apelar a la responsabilidad ahora que "estamos tocando con las manos el final de esta pesadilla" y la vacuna está siendo "absolutamente beneficiosa". Aunque entiende que los jóvenes quieran "recuperar su vida, esa normalidad tan ansiada", les recordó que "no puede ser a costa de otra vida".

El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, admitió que a los jóvenes se les está pidiendo "un esfuerzo muy superior", dado que van a ser los últimos en vacunarse. Aunque auguró que el impacto de estos casos, "en número bruto", en las edades más avanzadas será "pequeño", apostó por aumentar el control y, si se considera que se tienen que incrementar medidas por encima de la capacidad de las comunidades, "se les propondrá".

De momento, buena parte de las autonomías están optando por incluir nuevas limitaciones al ocio nocturno. Unas propuestas que para Simón son "las más eficaces", aunque rehusó criminalizar a estos locales, cuyos propietarios y trabajadores "han sufrido mucho". En este punto de la pandemia, recalcó que el indicador más importante es el de la vacunación y reconoció que existe una sobrecarga de trabajo tanto para los profesionales de Salud Pública, "que no han parado"; como para Atención Primaria, donde ahora recae el mayor peso del control de los casos y sus contactos.

Respecto a la posibilidad de adelantar la vacuna a los jóvenes para frenar los contagios, la secretaria de Estado de Sanidad, Silvia Cazón, recordó que las comunidades pueden solapar grupos de edad por debajo de los 40 años, algo que "en verano tiene mucho sentido". La DGA prefiere mantener los grupos etarios actuales y sigue pidiendo a los jóvenes "responsabilidad".

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