Aragón

Educación

Los juegos y la diversión continúan en los colegios a pesar de ser verano

Cerca de 90 centros de Aragón ofrecen el programa Abierto por Vacaciones para facilitar la conciliación de las familias en el periodo estival.

Uno de los grupos juega en el exterior tras haber terminado la hora del almuerzo
Guillermo Mestre

Los juegos y la diversión invaden desde la pasada semana los patios de cerca de 90 colegios de Aragón, que acogen el programa Abierto por Vacaciones para facilitar la conciliación de las familias en época estival. "Llevo viniendo bastantes años y me gusta más que antes porque vas conociendo a gente nueva y te encuentras con personas que no ves durante el resto del curso", apunta Iker, alumno de 6º de primaria, tras estar jugando al fútbol durante el descanso con Leo –del mismo curso–, Pablo, de 5º; e Iker, de 4º. Forman parte de uno de los grupos burbuja de las actividades organizadas en el colegio Valdespartera por la empresa Os Zagales.

Durante estas dos primeras semanas, atienden a unos 70 menores de entre 3 y 12 años e incluso ha habido niños que no han conseguido plaza debido a la alta demanda. "Se ha priorizado a los que estudian en el colegio y, posteriormente, por necesidades de conciliación", señala Chusa Royo, coordinadora de centros de Os Zagales, quien recalca el impulso que se ha percibido en comparación con el año pasado: "Las familias se han animado". Durante todo el mes de julio tienen apuntados unos 60 niños por semana. "Estos programas vienen muy bien tanto para los niños como para las familias. Son actividades educativas, pero de ocio", recuerda.

Con motivo de la pandemia, no se pueden juntar escolares de distintos grupos ni pueden compartir materiales. Tampoco tienen previstas salidas fuera del centro. Por ello, apuestan por actividades cooperativas como llevar un balón sujeto espalda con espalda o el juego del paracaídas. "El primer día hicimos un póster para conocernos y el martes, una gincana", detallan Zoe, Claudia y Emma, todas de 4º de primaria, quienes confían en que con el buen tiempo puedan hacer actividades con agua: "Tenemos muchas ganas".

Para ellas, el punto negativo de estas jornadas –como ya les ocurrió durante el curso que acaba de terminar– es tener que dividirse en grupos estables de convivencia. "Ha sido raro, pero fácil", reconocen. Y no son las únicas. "Se echa de menos ver a la gente con su cara normal y no poder juntarnos para celebrar si hemos ganado un juego", lamenta Leo. Una dinámica que se prevé que continúe, dada la imposibilidad de jugar y mantener la distancia interpersonal al mismo tiempo.

Estas actividades se suelen organizar por semanas y en cada jornada se intenta unir juegos de deporte, colaborativos y también de pintura, con "momentos de mayor actividad, pero otros más relajados". "Se han organizado las entradas para que no se formen aglomeraciones de padres y, al inicio de la semana, las familias deben firmar una declaración responsable de que no llevarán al menor si tienen síntomas compatibles con la covid. Se mantiene el lavado de manos, la medición de temperatura...", señala Royo. En el comedor, los alumnos tienen una separación de un asiento.

Unas medidas de seguridad que los pequeños han normalizado y que no evitan que las risas y la alegría invadan cada rincón del colegio, pese a estar ya en vacaciones.