Los sindicatos médicos aragoneses tachan de precipitado el plan para retomar la presencialidad en los centros de salud

Consideran que es imprescindible mantener los aforos y las distancias de seguridad y advierten de que no se volverán a ver salas de espera llenas de pacientes.

Triaje y circuitos diferenciados en el centro de salud Actur Norte de Zaragoza, este martes.
Triaje y circuitos diferenciados en el centro de salud Actur Norte de Zaragoza, este martes.
FRANCISCO JIMENEZ

Los profesionales sanitarios afrontan el futuro de la Atención Primaria con la enseñanza que deja tras de sí una pandemia que obligó a readaptar la atención en marzo de 2020, aunque recuerdan que los centros de salud, que limitaron las visitas y priorizaron las citas telefónicas, no han estado cerrados. El Servicio Aragonés de Salud ha enviado ya el plan para mejorar la accesibilidad de los ciudadanos a estos espacios, que se irá adaptando de forma progresiva en el plazo de un mes, con el objetivo de garantizar las visitas cara a cara cuando sean necesarias y recuperar la atención en consulta programada para los pacientes crónicos.

Ante el escenario actual, con los trabajadores de Atención Primaria ya inmunizados y el objetivo de llegar al 70% de población al finalizar el verano, el Departamento de Sanidad considera que es necesario volver a definir el modelo de organización. Muchas de las pautas introducidas durante la pandemia han llegado para quedarse. La consejera de Sanidad, Sira Repollés, explicó este martes que la accesibilidad se recuperará "antes de verano" mediante un plan que prevé que al concertar la cita el paciente sea quien decida si esta ha de ser presencial o telefónica. 

Se potenciará así el portal de Salud Informa y convivirán las consultas telefónicas con las presenciales. Esta era otra de las reclamaciones históricas de los sanitarios: descargar de la carga burocrática a los facultativos. También se mantendrán los circuitos asistenciales diferenciados y se adecuarán espacios en las salas de espera para respetar los dos metros entre las sillas y con agendas que favorezcan que no coincidan pacientes. Para ello, se controlarán los aforos. "No podemos volver a salas de espera saturadas, con lo que conllevan de riesgo de trasmisión de enfermedades", expresó con rotundidad la presidenta del Colegio de Enfermería de Zaragoza, Teresa Tolosana.

Los Sindicatos Médicos de Atención Primaria (Fasamet y CEMS Aragón) han mostrado su indignación por la "precipitación y desorganización" mostrada por el Gobierno de Aragón que, según dicen, no ha contemplado las soluciones aportadas por los propios médicos como disponer de más tiempo por paciente o gestionar su propia agenda. Han recordado que la atención presencial se ha continuado prestando toda la pandemia siempre que se consideraba necesario y desde junio, explica el presidente de la organización, Leandro Catalán, ha ido aumentándose de forma progresiva y ha llegado en la actualidad a cubrir más del 30% de las consultas.

"No podemos volver a salas de espera saturadas, con lo que conllevan de riesgo de trasmisión de enfermedades"

El nuevo plan incluye recuperar la atención y el seguimiento del paciente con patología crónica que, en muchos casos, no ha podido recibir la atención sanitaria adecuada por el efecto que ha tenido la pandemia sobre las prioridades de cuidados. Esta labor debe pivotar fundamentalmente sobre los profesionales de Enfermería, volcados en su tarea habitual además del rastreo y campaña de vacunación. Para Tolosana, "se pretende dirigir las necesidades a los distintos profesionales que componen la Atención Primaria". En este sentido, añade: "Nos encontramos a menudo con consultas médicas saturadas con problemas que deben tener atención por parte de otro profesional. 

Esto conlleva además que el usuario tiene que esperar para una consulta con su médico y luego tiene que volver a esperar para la atención con su enfermera". "Tampoco debemos olvidar que la Atención Primaria no se ha cerrado nunca, se ha tenido que hacer un gran esfuerzo por seguir atendiendo dentro de la seguridad para el propio paciente", dice. Una opinión que comparte el personal sanitario. Antonio Aísa, médico de Familia de Las Fuentes Norte, explica que en su caso organiza su agenda y llama a los pacientes el día anterior para verlos después, consiguiendo así una demora inferior a 48 horas. El procedimiento remitido por el Salud "debe individualizarse por centros y cupos".

 Para Isabel Renales, coordinadora del centro de salud Bombarda de Zaragoza, desde el inicio del primer estado de alarma mantienen el doble circuito y desde el verano las citas en persona, previa valoración telefónica, para el mismo día o el siguiente: "Las consultas presenciales se están recuperando de forma paulatina desde hace meses". Pilar Navaz, secretaria autonómica del Sindicato de Enfermería Satse Aragón, subraya que "el planteamiento es volver a la normalidad, salvo que se complique la pandemia. Hay medidas que hay que seguir haciendo igual, como el uso de mascarillas, distancias, programar citas presenciales… En Enfermería se ha mantenido mucho esta actividad".

Por su parte, Antonio Pablo Martínez, presidente de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria en Aragón (Semergen) y coordinador del centro de salud de Híjar, destaca que "es importante que se habilite en la web un mínimo de huecos no presenciales y otros presenciales y que, además, el profesional o el servicio de admisión puedan tener otros huecos distintos para los pacientes que telefoneen o demanden cita acudiendo al centro de salud o al consultorio". "Tiene que adecuarse a la realidad del mundo rural. Nosotros vemos muchos pacientes de modo presencial", apunta. 

Para Luis Miguel García, presidente de la Sociedad Aragonesa de Medicina de Familia y Comunitaria (Samfyc), "el nuevo modelo de momento es un marco de acción que tiene que verse en la práctica. Habrá que ver cómo se puede ejecutar en cada centro con su perfil de población".

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