Covid-19

La cepa británica está ya detrás de uno de cada cinco casos en gran parte de Zaragoza

La variante podría representar entre un 40% y 50% de los nuevos positivos en un mes. El CIBA ha analizado 3.000 muestras desde finales de enero.

Gómez-Arrue, con los resultados de las PCR analizadas
Gómez-Arrue, con los resultados de las PCR analizadas
Guillermo Mestre

La variante británica de la covid-19 está ya detrás de uno de cada cinco nuevos casos en la mayor parte de Zaragoza. Los últimos datos relevan que en los sectores I y II, que tienen como referencia el Royo Villanova y el Miguel Servet, supone el 22% de los positivos, mientras que en el sector III -el del Clínico- está en el 18%, según las PCR analizadas.

La tendencia del último mes y medio apunta a que en cuestión de 30 días, esta cepa podría representar entre un 40% y un 50% en buena parte de la Comunidad. Regiones como Madrid han alcanzado ya estos porcentajes. Los expertos, sin embargo, creen que hay que ser muy cautos, ya que "todo el mundo espera que esta variante acabe desplazando a las actuales y se convierta en la estándar". "Este desplazamiento podrá alargarse o acortarse en el tiempo, pero al final todos acabaremos yendo a lo mismo", dice Javier Gómez-Arrue, responsable del laboratorio satélite del Centro de Investigación Biomédica de Aragón.

En este tiempo, sus integrantes han analizado más de 3.000 muestras sospechosas, tarea a la que ahora se han unido el Clínico y el Servet. Llegaron a estudiar entre 100 y 115 PCR al día de todos los hospitales de la Comunidad.

Por el momento, la británica ha sido la única variante detectada. También buscaban la sudafricana, sin que se hayan encontrado ‘restos’ en Aragón. "Al no hacer una secuenciación completa e ir a objetivos concretos solo hallamos lo que buscamos. En el momento en que podamos hacerla encontraremos todo lo que haya", explica.

La evidencia científica, comenta este investigador, indica que la variante británica es más transmisible. "Si hay más desplazamientos y la gente no cumple las normas puede producirse una nueva onda epidémica. También es verdad que, conforme se acerque el verano, se alarguen los días y haya una mayor incidencia de la radiación ultravioleta, la presencia del virus será menor. Puede ser, y esto es ya opinión personal, que en los próximos meses la tendencia sea a la baja, pero esto no quiere decir que no tengamos un repunte", subraya.

El laboratorio ha empezado a hacer secuenciaciones parciales del virus. Esto ha permitido traducir en certezas lo que antes eran sospechas, ya que hasta ahora la presencia de la variante británica se veía de forma indirecta. "Digamos que yo tengo una llave que debería de engancharse a ciertos patrones del virus. Como no están no se engancha a nada y no da señal", dice.

Mutaciones "no descritas"

Si algo ha quedado claro en este mes y medio es que la covid-19 "tiene mucha capacidad de cambio". Gracias a la secuenciación parcial, el CIBA ha encontrado "algunas mutaciones" que ni siquiera están descritas. "Hemos visto que hay una posición concreta con dos o tres bases que no coinciden. Por el momento no tenemos información suficiente para poder darle ningún valor. Es una mutación que se repite mucho, el patrón de fondo del virus en Aragón", indica Gómez-Arrue.

A día de hoy se desconoce si esta nueva mutación tendría mucha significación clínica. "Todo indica que no, que el tratamiento y las medidas profilácticas serían las mismas", añade.

"A partir de esta semana podremos detectar todas las variantes"

El laboratorio satélite del CIBA empezará a secuenciar por completo el virus esta misma semana. Esto permitirá detectar todas las variantes –ya sean, por ejemplo, la sudafricana, la brasileña o la californiana– y no solo aquellas que se buscan expresamente. Cambiará, además, su forma de actuar. "Una PCR te da resultados en seis horas, pero una secuenciación masiva puede tardar tres días. Hay periodos de incubación de ocho horas, fases de espera... Implica muchísimo trabajo", afirma Javier Gómez-Arrue.

Con esta técnica, el CIBA podrá detectar todas las nuevas mutaciones que se produzcan, un aspecto especialmente importante en caso de que se dé una que produzca un escape inmune o un fallo vacunal. El laboratorio satélite trabaja ya para optimizar sus esfuerzos a fin de que el impacto en el presupuesto de la Comunidad sea "el menor posible". "En función de la evolución de la pandemia devolveremos resultados en un tiempo u otro. No es algo que podamos lanzar diariamente, el coste sería inasumible", agrega.

Técnicamente serían capaces de analizar hasta 96 muestras diarias, aunque se podría llegar hasta las 140 en caso de extrema necesidad con un segundo secuenciador. "Esto no tendría sentido. Lo importante es tomar una muestra representativa que permita ver cómo estamos", afirma.

La previsión es que el CIBA, que se convertirá en una extensión del laboratorio del Clínico, sea el primero en secuenciar el virus al completo en Aragón y que posteriormente se incorpore el Servet.

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