Covid-19

Los expertos avisan del riesgo “real” de una quinta ola en Aragón tras la Semana Santa

Instan a no bajar la guardia ante el estancamiento de la incidencia acumulada y piden responsabilidad.

UCI DEL HOSPITAL CLINICO UNIVERSITARIO ' LOZANO BLESA ' ( ZARAGOZA ) / COVID 19 / 16/10/2020 / FOTO : OLIVER DUCH [[[FOTOGRAFOS]]][[[HA ARCHIVO]]]
Imagen de archivo de la uci del hospital Clínico de Zaragoza
Oliver Duch

Los expertos alertan ya del riesgo "real" de una quinta ola en Aragón tras la Semana Santa. Indicadores como la incidencia acumulada a siete días apuntan a una clara ralentización, y provincias como la de Zaragoza registran incluso leves incrementos que recuerdan la importancia de no bajar la guardia. Esta última se sitúa en los 70 casos por cada 100.000 habitantes, mientras que la de Huesca está en los 60,2 y la de Teruel ha caído hasta los 29,1.

Preocupa especialmente la situación de las ucis, con 54 pacientes aún hospitalizados. El avance de la vacunación invita a pensar en una quinta ola con menos ingresos y casos graves que las anteriores, ya que los colectivos que saturaron los hospitales en otras ocasiones, como los usuarios de residencias, tienen las dos dosis. "Pero en absoluto tenemos un nivel de inmunización que indique no va a haber hospitalizaciones en planta o en uci. Hay que seguir extremando las precauciones", advirtió Jesús Gómez-Gardeñes, profesor titular en el Departamento de Física de la Universidad de Zaragoza.

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Para Enrique Bernal, investigador sénior del Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud (IACS), colaborador del Observatorio de Sistemas y Políticas de la OMS en Europa y asesor de la Consejería de Sanidad, los indicadores de esta semana marcan un incremento lento y progresivo de contagios. En su opinión, podría haber una quinta ola, pero, en todo caso, habrá que ver cuál es la velocidad de transmisión y su intensidad, teniendo en cuenta, además, que el brote actual ha registrado menos positivos y una menor letalidad.

La escasa incidencia en Aragón de la variante británica (13,6%) –la más baja del país– preocupa al epidemiólogo Nacho de Blas, quien recordó que "todavía no nos hemos enfrentado a estas variantes, en principio, más transmisibles" y que, por lo tanto, podrían tener un efecto negativo. El profesor de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza cree que en las próximas semanas se notará la reducción de las restricciones, aunque confía en que la siguiente ola tenga sea menos alta, pero también más larga en el tiempo. "Una especie de pequeña meseta", puntualizó.

La Comunidad parece haber llegado ya a su suelo, con 108 nuevos contagios en las últimas 24 horas –76 en la provincia de Zaragoza, 27 en la de Huesca y cuatro en la de Teruel–, 279 hospitalizados y una tasa de positividad media del 4,8%. La Semana Santa hará que miles de aragoneses "cambien sus hábitos y amplifiquen sus contactos". No tendrá, sin embargo, los "alicientes" de las Navidades, en las que predominaron las reuniones de familias enteras y en interior, circunstancia que provocó una "importante" tercera ola a nivel nacional, como recordó Gómez-Gardeñes.

En este sentido, Federico Arribas, secretario de la Sociedad Española de Epidemiología y profesor de Salud Pública en el campus de Huesca, apuntó a la necesidad de seguir manteniendo las precauciones: "Si la mayor apertura en cuanto a movilidad que tenemos se acompaña de un cumplimiento consciente por parte de todos, aún será posible contenerla". "Las desescaladas van muchas veces unidas a que nos relajemos y no nos demos cuenta de que el virus sigue circulando", expuso.

Por el momento, los indicadores siguen en unos niveles aceptablemente buenos, aunque sigue habiendo transmisión. "En las ucis no se espera una ‘descarga’ importante al menos hasta final de mes", explicó Gómez-Gardeñes. Otros aspectos a tener en cuenta son el número de asintomáticos y el índice de reproducción. El primero ha bajado "drásticamente" y ayer se situó en el 46%. "No se están detectando tantos como antes, y esto podría ser importante en caso de rebrote", señaló.

Por su parte, el índice de reproducción, que mide el número de personas a las que contagia cada infectado, sigue cercano a uno, lo que indica que la tendencia a la baja "se está suavizando".

A esto hay que añadir, como destacó el doctor José Ramón Paño, especialista en Enfermedades Infecciosas del Hospital Clínico de Zaragoza, que la solución a la pandemia, que es la vacunación, "no ha llegado a la suficiente cantidad de población como para evitar una nueva ola". Por lo que, al levantarse las restricciones, podría volver a haber una nueva.

"Podría tener impacto en los mayores de 50 años"

AMBIENTE ZONA TUBO SOBRE LAS 20,30 / 13-03-2021 / FOTO: GUILLERMO MESTRE[[[FOTOGRAFOS]]]
Imagen de archivo del ambiente en el Tubo de Zaragoza
Guillermo Mestre

Una nueva oleada en Aragón, que sería ya la quinta, llegaría en un escenario diferente al de anteriores brotes, que harían que la intensidad fuera menor y la población afectada de distinto perfil. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que el repunte de la curva llegaría con una alta ocupación hospitalaria por esta patología, una situación que se mantiene desde el verano.

Tal y como resumió Federico Arribas, secretario de la Sociedad Española de Epidemiología, "el colectivo de residencias ya está inmunizado, al igual que el personal sanitario y parte de los trabajadores esenciales y las personas mayores de 80 años". El hecho de que se esté avanzando en la vacunación contra la covid-19 minimizaría el contagio entre los grupos que ya están protegidos: "Esto lógicamente puede hacer que al menos estos grupos ya no enfermen o, si lo hacen en muy bajo porcentaje –las vacunas no son eficaces al 100%–, lo hagan de una forma leve o asintomática".

Una nueva ola "podría tener impacto en especial en personas de más de 50 años y en aquellas que tienen una situación de salud de riesgo que en caso de contagiarse pueden tener complicaciones y necesitar servicios hospitalarios e ingresos en uci". Según dijo, "si se diera esta circunstancia, el sistema sanitario podría sufrir un nuevo estrés", después de un año complicado. "Hasta ahora, y gracias al enorme esfuerzo de los profesionales sanitarios y no sanitarios, se ha podido ir resolviendo la situación en los peores momentos de cada ola", subrayó, al mismo tiempo que apeló a la responsabilidad individual.

El doctor José Ramón Paño, médico del servicio de Enfermedades Infecciosas del Clínico, incidió en que una nueva ola sería "más difícil de gestionar por el cansancio de los profesionales y supondría un nuevo retraso para muchos otros enfermos". En este sentido, dijo, "el pronóstico a corto plazo para el hospital no es malo. Nos gustaría descender hasta el mínimo número posible de pacientes covid ingresados en plantas o uci para estar lo mejor preparados posible por si volvemos a fallar como grupo y como sociedad y finalmente hay una nueva ola".

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