El nuevo gerente del Salud, José María Arnal, confirmó ayer en su primera comparecencia en las Cortes de Aragón que las clínicas privadas están operando ya a pacientes de la sanidad pública para desatascar las listas de espera, en las que actualmente hay más de 8.000 aragoneses. Arnal aseguró que profesionales del hospital Clínico han realizado ya las primeras intervenciones, y que se está trabajando para que sanitarios del Servet puedan operar próximamente en el Militar a pacientes de trauma y a aquellos que no requieran de ingreso.

El objetivo, subrayó el gerente del Salud, es "recuperar espacios" para mejorar el rendimiento de los hospitales, saturados por los pacientes de covid-19. Las operaciones se hacen según el concierto, pagando un porcentaje al que se descuenta el personal que aporta Sanidad: los cirujanos. Los centros privados, por su parte, ponen a anestesistas y personal de enfermería. "Es el modelo que queremos seguir", recalcó Arnal, que aseguró que se está hablando con otras clínicas para llegar a acuerdos similares.

Incidió, asimismo, en la importancia de abordar las listas de espera e impulsar un plan de choque para disminuirlas. "Vamos a intentar que la disponibilidad de los quirófanos sea mayor mientras la pandemia nos deje", comentó durante su comparecencia, solicitada por Ciudadanos.

El gerente del Salud se reunirá en próximas fechas con los responsables de las ucis para valorar la situación actual y marcar los pasos a seguir. Aunque las cosas "han funcionado mucho mejor que en la primera ola", admitió dificultades para cubrir "determinadas plazas en determinados sitios" como Teruel a pesar de los esfuerzos por "rescatar" a profesionales aragoneses que actualmente ejercen en otros países o comunidades autónomas.

Avanzó, por otra parte, que la Comunidad tiene reservas de material para ocho semanas distribuidas entre los almacenes de Plaza y de la Feria de Zaragoza. Solo entre julio y octubre se han proporcionado 30 millones de guantes, más de 3,5 millones de mascarillas quirúrgicas y medio millón de FFP2 y FFP3. "También se han adquirido y distribuido respiradores y reforzado los equipamientos de alta y media tecnología", agregó.

En esta línea, detalló que solo en el mes de octubre se hicieron más de 400 contrataciones y que el Gobierno de Aragón ha adquirido 400.000 test de antígenos. "Unos 200.000 ya se han repartido y los restantes llegarán en las próximas semanas", afirmó. Arnal subrayó que la Sanidad aragonesa ha luchado "sin cuartel" contra el coronavirus y confió en que la tregua de las últimas jornadas, marcadas por la reducción del número de ingresos y contagios, permita a los profesionales disfrutar de unas "merecidas vacaciones".

Respecto a las vacunas, aseguró que ya se está trabajando en la organización del dispositivo. "Tenemos que decir dónde y a quién. Los canales de distribución tienen que ser seguros para tener los espacios preparados", indicó. Pese a reconocer que, al tratarse de una vacuna nueva, "no va a ser fácil", recordó que en los últimos meses se ha vacunado a más de 200.000 aragoneses de la gripe, cifra que, en su opinión, refleja el músculo de la Atención Primaria.

"Hay que adelantarse"

Sus palabras no convencieron a la diputada popular Ana Marín, quien alertó de las "carencias" provocadas por la covid-19 y la falta de medios y de personal en los ambulatorios de la Comunidad.

El problema, aseguró Susana Gaspar, de Cs, es que Aragón está corriendo detrás del virus. "Ha llegado el momento de pararse a analizar para adelantarnos y no tener que perseguirlo", expuso, al tiempo que criticó los problemas vividos por la falta de intensivistas en la provincia de Teruel.

Por su parte, Santiago Morón, de Vox, instó a que la reserva de material llegue "en cantidad suficiente" a los profesionales y Álvaro Sanz, de IU, exigió refuerzos en Atención Primaria.