oposiciones

Casi 1.200 jóvenes acuden a Calatayud en busca de un futuro como guardias civiles

La covid-19 ha obligado este año a hacer las pruebas en otoño y en dos días para respetar las medidas de seguridad.

El acuartelamiento Barón de Warsage de Calatayud, sede de la Academia de Logística del Ejército, acoge este fin de semana a un total de 1.188 opositores que intentan acceder a la escala de Cabos y Guardias de la Guardia Civil. Allí se están desarrollando las pruebas de conocimientos teóricos, idiomas y ortografía, así como la psicotécnica. En toda España estaban convocadas 26.793 personas, de las que un 26% son mujeres, para acceder a una de las 2.154 plazas convocadas, una de las mayores ofertas de empleo del cuerpo en la última década.

"Este año el desarrollo es diferente: son dos días y el acceso en dos turnos para evitar aglomeraciones. Sin incidencias", explicó ayer la portavoz de la Guardia Civil de Zaragoza, Ana Cristina Otín. Otros cambios que han vivido las pruebas son las fechas, ya que habitualmente se celebran entre junio y julio, y se ha ampliado de 16 a 20 el número de sedes. En el caso de Calatayud, es el sexto año consecutivo que las acoge.

Hasta la ribera del Jalón se han desplazado los candidatos de las provincias de Barcelona, Gerona, Huesca, Lérida, Tarragona, Teruel y Zaragoza. Los exámenes comenzaron a las 9.30 y se prolongaron hasta el mediodía, con un descanso sobre las 12.30, cuando los examinados aprovechaban para almorzar, coger fuerzas o fumar.

"Llevó un año de preparación, constancia y sacrificio", reconocía Andrea, vecina de Lérida. Sobre la motivación de entrar en el cuerpo decía: "Siempre me ha llamado la atención y no he decidido especialidad". En una situación opuesta llegaba Daniel, que con 19 años y vecino de Zaragoza, reconocía su tradición familiar: "Mi padre está dentro y me ha aconsejado ir a los GRS (Grupos de Reserva y Seguridad)".

Para Jorge, de 25 años y llegado de la capital aragonesa, lo que le atrae del instituto armado son conceptos como "el trabajo, la disciplina y el compañerismo". En su caso, comenzó la preparación en verano: "He compaginado clases presenciales y ‘online’, con unas 8 horas al día y renunciando a horas de ocio, con la pareja, con la familia y los amigos".

En el caso de Marta, de 39 años, también de Zaragoza y militar de profesión, reconocía que se presenta para "buscar una salida laboral". "Es el tercer año que lo hago, el año pasado me quedé a las puertas y he tenido muchas horas de academia a distancia", detallaba. "He tenido que compaginarlo con el trabajo actual y es algo que exige mucho esfuerzo, por lo físico, pero también mental", añadía.

Es una de las mayores ofertas de acceso a la escala de cabos y guardias de la última década. Hay un total de 6.998 mujeres aspirantes.

Por otro lado, Susana, esteticista y residente en Zaragoza, apuntaba que es su primer año y subrayaba: "La primera impresión es que no ha sido muy difícil". "Creo que puede ser una buena oportunidad y llevo preparándolo cerca de un año", decía antes de enfrentarse al psicotécnico.

Además de los nervios dentro del acuartelamiento, decenas de acompañantes esperaban en las inmediaciones del centro, como es el caso de Silvia, de Zaragoza y pareja de Héctor. "He tenido más nervios que él", confesaba. En su caso optaron por salir a las 5.15 del sábado para "tener margen por si había controles a la salida y evitar problemas".

Antes de los exámenes se hizo la fase de concurso, para evaluar méritos, y el siguiente paso, si obtienen la puntuación suficiente, serán las pruebas físicas: 2 kilómetros de resistencia, velocidad en 60 metros, natación en 50 metros y flexiones. Superado esto, se someten a un reconocimiento médico y una entrevista personal, que si son positivos les abren la puerta al curso de la Academia de Guardias de Baeza y el Colegio de Guardias Jóvenes de Valdemoro.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión