125 historias de heraldo de aragón

El cambio de cara del café Ambos Mundos

El cronista Pascual Martín, que llegaría a ser director de HERALDO entre 1939 y 1944, se explaya en esta página extra de las Fiestas del Pilar de 1928 sobre las obras de remodelación del café Ambos Mundos.

Página de HERALDO donde se habla del café Ambos Mundos
Página de HERALDO donde se habla del café Ambos Mundos
HA

Paulatinamente cumple su obra el tiempo. Todo lo muda y lo transforma. La pátina de los años desaparece bajo los revocos y pinturas modernas. Las viejas piedras se remozan al conjuro del cantero. Las calles se ensanchan y alinean. En las plazas donde antaño tomaban el sol ociosos y sentaban sus reales vendedores, trajinantes y ordinarios, verdean frescos jardines y pasa un tráfico apresurado y mareante. Pero quizá pocas cosas tan características, tan de la época inmediatamente anterior a la nuestra han desaparecido como el viejo y pretencioso café de Ambos Mundos. Café de leyenda en las aldeas apartadas de la ciudad. Salón amplio y suntuoso dedicado a una mesocracia pobre y turbulenta. Recinto donde se engendraron intentos de grandes cosas y se anudaron idilios sentimentales a los arrullos de un piano melancólico...

Y el café de Ambos Mundos desaparece al transformarse. En su lugar va quedando un salón moderno donde los camareros sirven con chaquetilla blanca, una orquesta ejecuta bárbaros bailables al sonido de una bárbara música de jazz-band y es posible tomar toda suerte de exóticos brevajes, desde el ‘cointreau’ inmortalizado en cuplés chabacanos hasta el ‘cok-tail’ que atormenta el estro de los divagadores modernistas.

Desaparece, ha desaparecido ya, el viejo calor que daba tono de cordialidad a disputas, conversaciones y deliquios.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión