salud
El confinamiento y las mascarillas, aliados para los alérgicos
Los expertos determinan que el uso de las mascarillas ha tenido "una repercusión favorable" para los alérgicos.
Los niveles de polen que se documentan esta semana en la capital aragonesa no son preocupantes, a pesar de que las personas alérgicas la acusan como cualquier otro año. La Estación Aerobiológica del Colegio de Farmacéuticos de Zaragoza (COFZ), vinculada con la Red Aerobiológica Española (REA), determina que los valores de cenizos, malezas, gramíneas, llantenes, ortigas y parietarias están siendo "bajos", según la última recolección con fecha del 8 de julio.
Se estima que mayo, junio y julio son los meses más complicados para los alérgicos, no obstante, depende del territorio. "En el entorno metropolitano de Zaragoza el polen más común es el de las conocidas como capitanas, habituales en las zonas de climas secos casi desérticos, y su campaña finaliza en el mes de octubre", avisa Carlos Colás, jefe de Alergología del Hospital Clínico de la capital aragonesa.
Este año se está afrontando la época de alergias con mascarilla y los pronósticos auguraban una campaña complicada, dado que los antecedentes meteorológicos no se mostraban nada favorables. "El tiempo de los últimos meses no había beneficiado para la producción de polen, de hecho, se esperaba que fuera el doble o el triple en comparación con otros cursos", sostiene el doctor Colás, quien pone el foco en las lluvias del inicio del otoño y de la primavera. Estas precipitaciones provocaron que la concentración de polen aumentara.
Este contexto, sumado a la salida del confinamiento, era una de las preocupaciones de los alergólogos. "Que tras el fin del confinamiento se agravasen los casos era una de las posibilidades que se plantearon, aunque al final no ha sido tal y como estaba previsto", añade Carlos Colás. Según determina el doctor, la necesidad del confinamiento fue beneficioso para unos alérgicos, mientras que otros cuadros se vieron agravados. "Hay personas que tenían los alérgenos en casa, como los procedentes de los ácaros de los animales, y esas alergias se intensificaron", señala Colás. Sin embargo, a mediados del mes de mayo, los más afectados fueron los alérgicos al olivo o las gramíneas.
Al confinamiento se ha sumado el uso de mascarillas. “Han tenido una repercusión favorable porque ha reducido la exposición”, sentencia Colás, en especial para aquellos que han llevado de tipo FFP2 o FFP3, en los mejores de los casos. A pesar de estos aspectos favorables, también han surgido molestias “de tipo físico y no alérgico”.
Alergia y coronavirus
"Al principio se temía que los alérgicos fueron más susceptibles al virus", recuerda Carlos Colás. "Aunque al final se ha demostrado que no, si llevan correctamente su tratamiento”, manifiesta el jefe de Alergología del Hospital Clínico de Zaragoza.
La alergia es una patología que afecta a más de 400 millones de personas en todo el planeta. "Las enfermedades alérgicas como la rinitis o el asma crecen pero no al mismo ritmo que en las dos últimas décadas. En cualquier caso, se estima que una de cada cuatro personas va a desarrollar una de estas patologías, concluye el doctor.
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