aragón es extraordinario

José Luis Gil y su profundo amor por Odón

El actor, nacido en Zaragoza, tiene raíces familiares en esta localidad del Jiloca y no pierde la ocasión de aclarar que su casa madrileña siempre ha sido tierra aragonesa.

Foto de Odón
El zaragozano José Luis Gil, en la plaza de Santa Ana de Madrid, con Odón en la mente.
Laura Uranga

Con José Luis Gil Sanz Sanz Del Val hay consenso. No en los apellidos que le asignan por la calle (Cuesta, Pastor, Lightyear, Bergerac) sino en el cariño que despierta por doquier. El actor, nacido en Zaragoza, creció en Madrid; su familia se mudó a la capital española por cuestiones laborales, pero no ha olvidado nunca sus raíces aragonesas. De hecho, la tierra familiar no es Zaragoza, sino Odón, municipio turolense de la comarca del Jiloca, muy cercano a la laguna de Gallocanta. Bucear en su pasado le ablanda el corazón a José Luis, que habla desde otro lugar al que llama casa: la plaza de Santa Ana de Madrid. “Es un placer que la gente te muestre su cariño, y es un orgullo tener raíces aragonesas. De Odón son mis abuelos, mis padres y ahí nacieron mis hermanos mayores, que ya no viven. Los dos pequeños ya nacimos en Zaragoza, donde habían emigrado mis padres”.

El actor se explaya con su historia personal. “Tras unos años en Zaragoza, donde teníamos familia y aún vive algún primo, marchamos a Madrid. Lo que pasa es que mi casa siempre fue territorio aragonés, la familia venía mucho y mi madre nunca dejó de decir ‘jauto’ o ‘modorro’, a mí me encantaban todas esas palabras. Tengo la imagen de los lagrimones de mis padres con las jotas en la tele cuando ya vivíamos en Madrid. Noto el afecto de los paisanos cada vez que voy a Zaragoza, una ciudad que en los últimos años está más fantástica que nunca; siempre me gustó, pero ahora es especialmente acogedora. De hecho, trato de ir explorando nuevos rincones siempre que puedo, y enseñarlos después. Hace poco hablé en primera persona como la calle Alfonso en el programa ‘La voz de mi calle’ de Aragón TV, me hizo mucha ilusión”.

José Luis ejerce de zaragozano al decir que el cierzo le afecta y le gusta. “También los Monegros, me encanta la zona de Jubierre, donde rodamos ‘Miau’, estuvimos tres días allá”.

José Luis Gil, Cyrano

José Luis lleva tres años con el montaje teatral de ‘Cyrano de Bergerac’, dirigido por otro aragonés, Alberto Castrillo-Ferrer, y con más talento de esta tierra en el elenco gracias a Nacho Rubio y Ricardo Joven; en las fiestas del Pilar de 2017 estuvo 10 días en el Principal, con gran respuesta del público, y hace un año también lo llevó al Olimpia de Huesca. “Vamos a cerrar ya la gira para entrar un nuevo proyecto, y tengo la espinita clavada por no poder regresar al Principal para cuatro días más, me hubiera gustado mucho terminar en Zaragoza este Cyrano. Creo que la gente vendría, los que disfrutaron hace dos años largos y los que se la perdieron entonces”.

Desde niño sobre las tablas

José Luis, de la quinta del 57, lleva en la interpretación desde los 11 años; echó los dientes en el Teatro Español, con las infantiles de los jueves y los sábados. “También eran los años de las telenovelas en los Estudios 1, de pronto ponían ‘Crimen y castigo’, ‘Ricardo III’, ‘Doce hombres sin piedad’, el Tenorio o mi primera obra, ‘David Copperfield’. Allí crecí en esta vocación admirando a actores como Julio Núñez, que había hecho Cyrano y Segismundo, con una voz increíble, o Manuel Dicenta. Estudié arte dramático con profesores privados desde los 12 a los 15 años, hice televisión... llegó el doblaje, donde trabajé durante años, y muchas otras cosas hasta estas dos series, ‘Aquí no hay quien viva’ y ‘La que se avecina’, que me conectaron con el gran público”.

El zaragozano con sangre del Jiloca es la voz de Buzz Lightyear en ‘Toy Story’ y ha doblado a Hugh Grant o Woody Harrelson, entre muchos otros. Por el día, José Luis no para: rodajes intensivos de ‘La que se avecina’ y teatro. Por la noche lee, escribe, ve, analiza… son ratos para él, que cuida con celo. “Son instintos que lleva uno puestos; aprovecho para revisar nuevos proyectos, textos pendientes. Ahora me ilusiona el montaje de ‘Eduardo II, ojos de niebla’, en la versión de Alfredo Cernuda y dirigida por Jaime Azpilicueta. Es una trama de gran vigencia, que retrata a los que nunca pierden porque juegan a dos bandas; yo interpreto a un rey ‘no conveniente’, homosexual, obligado a casarse, que se rebela contra su destino y los poderes fácticos; es un texto brillante, y después de Cyrano me parece una gran forma de abordar este año”.

El pregonero que convocó ‘junta urgente’ en Odón en 2012

Lo de dar el pregón de fiestas en Odón hace 8 años fue algo catártico para el actor, que con su personaje Enrique Pastor en ‘La que se avecina’ siempre llama a reunión como presidente de la comunidad. “No conocía el pueblo de mi familia, la casa donde nacieron mis hermanos; mi padre se la vendió a su hermano Mariano, no querían que saliese de la familia. Cuando Vicente Almazán me llamó para dar el pregón, le avisé que no había nacido allí y que quizá no era apropiado, pero me dijo que les apetecía mucho”.

Vicente, sentado en el bar de Odón, recuerda con una sonrisa aquél verano de 2012. “Es que encima somos familia: unos primos hermanos de mi madre son también primos hermanos suyos. Como concejal de fiestas tenía que buscar pregonero; le mandé un mensaje en mayo y me contestó ya en verano diciéndome que le pasara un número de teléfono. Hablamos y enseguida dijo que sí, que le hacía ilusión. No nos cobró nada, ni preparó discurso: quiso improvisar. Cenó en el pabellón con todos, hasta jugó el bingo de las fiestas: no le tocó. Se hizo fotos con todos, firmó autógrafos… es de lo más grande que ha pasado en el pueblo, la verdad. Durmió en Calamocha y al día siguiente volvió a comer con la familia”.

José Luis matiza ese relato. “Todo el mundo se me acercaba: recuerdo a una mujer mayor contando que eran compañera de juegos de mi madre, que mis padres se había conocido en tal lugar, aparecían más parientes… mi primo Félix, que vive en Zaragoza, también vino, y familia de Madrid. Recorrimos todo el pueblo. Al día siguiente mi primo me invitó a comer migas en la casa del pueblo y cuando pasamos la puerta sentí algo especial: entonces me dijo que esa era la casa que mi padre le había vendido al suyo. Fue muy emocionante, como pasar de cero a cien. Quiero volver pronto”.

José Luis Gil se emociona al hablar del pueblo en el que creció toda su familia paterna.
Laura Uranga

El ‘alpargatero’ recuerda al ‘tejero’ y a su prole, los ‘matatines’

Miguel Sánchez fue pintor de paredes, pero en Odón es ‘el alpargatero’, “Eso viene de mi bisabuelo, que se dedicaba a eso. Los nombres que te ponen en el pueblo no molestan, otra cosa –ríe– es lo que te pone uno de fuera. Juan Gil, el abuelo de José Luis, era ‘el tejero’, porque trabajó de eso; se mudaron a Zaragoza, al barrio Oliver, y allí los conocían como ‘los matatines’. A José Luis le gustó mucho la parte de la ermita nuestra, yo la cuido todo lo que puedo. Él miraba el pueblo desde arriba, y se emocionó”.

José Luis habla maravillas de su abuelo Juan. “Fue músico y poeta, muy querido; a mi tío Lamberto, que murió joven, lo tenían por un genio musical. Hacían las partituras ellos, conseguían la música y sacaban todos los instrumentos de oído. Disfruté de mi abuelo hasta mis 11 años, y es uno de los recuerdos más nítidos que tengo de la niñez. Yo hubiera sido músico si hubiera crecido allí”.

Odón y sus señas

Comarca. Jiloca.

Cómo llegar. Desde Teruel, su capital de provincia, la ruta más directa es por la Autovía Mudéjar hasta poco antes de Monreal del Campo y de ahí por la N-234 y y la N-211 hasta las inmediaciones de Pozuel del Campo; antes de llegar se coge el desvío hacia la derecha por la TE-V-4307 por Blancas hasta Odón (84 kilómetros). Desde Zaragoza se baja por la Autovía Mudéjar y se toma el desvío en Calamocha por la A-1507 hasta Odón.

La ermita de la Virgen de la Merced. Construida en 1777 siguiendo los dictámenes del arquitecto local Marcos Ibáñez. Está en lo alto de una pequeña colina, y por eso se le llama también como Ermita de la Virgen de la Cuesta; tiene una sola nave, cubierta con bóveda de medio cañón con lunetos.

Santiago Meléndez. Fallecido en 2017, este gran actor destacó en el teatro era casi quinto de José Luis Gil, con quien trabajó en ‘La que se avecina’; nacido en Teruel en 1958, tenía raíces en Odón.   

Reportaje de la serie 'Aragón es extraordinario'.

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