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Niños Jesús atornillados y Reyes tras verjas de seguridad

La broma de intentar llevarse una oveja del belén de la plaza del Pilar puede salir bien cara. El robo de figuras de los nacimientos navideños es un delito habitual en los últimos años y se ha extendido por toda España como consecuencia de descabelladas apuestas entre amigos.

El nacimiento de Laspuña las figuras están atornilladas al suelo.
En el nacimiento de Laspuña las figuras están atornilladas al suelo.
M. Pardina

Entre la gamberrada y el acto vandálico, el robo de las figuras de los portales de Belén se ha convertido casi en una tradición navideña más… El último caso se dio el pasado fin de semana en la plaza del Pilar: un vídeo que se ha viralizado muestra cómo una joven trata de llevarse una de las ovejas de la recreación. La broma, no obstante, podría salirle cara porque de haberse cometido el robo, el Ayuntamiento habría cursado una denuncia y el boicot habría acarreado una sanción económica de hasta 1.500 euros si se aplicara la llamada ordenanza cívica (la destinada a la “protección de la convivencia ciudadana y prevención de actuaciones antisociales”).

La mayoría de estos robos, según explican fuentes policiales, se deben a "gracietas" y apuestas entre amigos que, para más inri, suelen grabar la acción con el teléfono móvil para subir luego las imágenes a las redes sociales, incluso, etiquetándose, con lo que es fácil su identificación.

Las autoridades, a la vista de que el robo de figuras de los portales se está convirtiendo en un plaga, han tomado medidas como reforzar la seguridad privada, instalar cámaras o, incluso, colocar vallas, verjas y fosos que impiden a los espectadores acercarse a las figuras, a costa de no poder verlas en detalle. La más efectiva, no obstante, parece otra precaución muy poco sofisticada: atornillar las figuras al suelo para que nadie las pueda mover, como hacen desde hace años, por ejemplo, en Laspuña, donde en 2013 se produjo un ‘secuestro exprés’ del niño Jesús del nacimiento.

Una de las desapariciones más sonadas fue la de la Navidad de 2013 cuando se volatilizó de madrugada la figura del rey Melchor también del belén del Pilar. La imagen, de fibra de vidrio y que pesa cerca de 15 kilos, fue sustraída a las tres de la mañana eludiendo la vigilancia privada del portal. El Ayuntamiento no tuvo ni tiempo de denunciar el robo porque Su Majestad fue recuperada en perfecto estado horas más tarde una cabina telefónica del Actur. Por lo visto, los raptores aprovecharon el trajín en la plaza para hacerse con el rey mago e hicieron un trabajo ‘fino’ pues no causaron ni un destrozo en las piedras ni la hierba del Belén. El Consistorio estaba convencido de que los secuestradores pedirían un rescate por la figura -práctica habitual en otras localidades para completar la broma-, pero la llamada al día siguiente de un ciudadano alertando de que había visto a Su Majestad en la calle de José Luis Borau acabó con el culebrón. Eso sí, los captores se quedaron como recuerdo con el cofre del rey, que tuvo que ser sustituido.

Aunque el vídeo de la joven liberadora de ovejas corre como la pólvora estos días por las redes, el robo de Zaragoza no es el único que se ha producido esta Navidad. En Soria son muy proclives a llevarse el niño Jesús del Nacimiento, en Utrera también han arramblado con medio portal y en Orense el alcalde celebra la repercusión de la noticia de que su niño Jesús se ha robado dos veces en dos días.

Echando un vistazo a la hemeroteca se comprueba que estas gamberradas tampoco son cosa nueva, pues en 1993 ya desapareció el niño Jesús del belén del Hospital San Jorge de Huesca -dijeron entonces- para mofarse del férreo dispositivo de guardias jurados. También se estudió la hipótesis de que algún “despechado enfermo” hubiera preferido este tipo de protesta antes de firmar en el libro de quejas de Atención al Paciente.

También en Jaca eran muy duchos a coger prestadas figuras del belén de la Catedral y en 1997 instalaron una cancela que complicaba la labor a los ladrones. Desde hace unas décadas el nacimiento se pone en el vestíbulo del Ayuntamiento para evitar sustos. Antaño también parecía haber un amigo de lo ajeno coleccionista de las figuras del Nacimiento de la plaza de Navarra de Huesca, pues en sucesivos años los gamberros sustrajeron la figura de San José (de más de cinco kilos), la del Niño Jesús y las del buey y la mula.

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