Violencia machista

Miles de aragoneses toman la calle para solidarizarse con las víctimas contra las agresiones

Huesca, Teruel, Zaragoza convocaron manifestaciones que contaron con asistencia de todas las edades

Las mujeres de Aragón tomaron ayer las calles contra la violencia machista para reivindicar sus derechos y demandar medidas para que no haya "ni una menos".

En Zaragoza, una marea morada de unas 2.000 personas, según la Policía, marchó desde plaza de España por el paseo de la Independencia hasta el Paraninfo bajo el lema ‘Justicia machista, respuesta feminista’. Además, las organizadoras de la marcha levantaron a la cabeza de la manifestación unas letras que formaban la oración "Ni una menos". Como es habitual en este tipo de reivindicaciones, la mayoría de los participantes llevaban algún aderezo morado, símbolo de la lucha feminista, que eran desde pintura en el rostro a pañuelos o pines.

Durante el camino, la marcha avanzó al ritmo de batucada y se fueron coreando diferentes proclamas feministas. Entre los asistentes a la manifestación se encontraba Pilar Lucerón. «Todo lo que sea defender a la mujer me parece estupendo», afirmó. Lucerón reclamó «cambiar las leyes y más justicia». Además, señaló que «habría que salir más a menudo a la calle», aunque reconoció que estaba «contentísima de ver a toda la gente reunida».

Otra de las manifestantes, que prefirió no revelar su identidad, aseveró que este tipo de actos siguen siendo «muy necesarios» para reclamar la «igualdad en todas partes». «Además, ahora parece que estamos perdiendo derechos y eso no se puede permitir», añadió. Por su parte, Anne Erasun, afirmó que había acudido a la marcha para «reclamar los derechos de todas las mujeres y sobre todo de las que no están vivas». Erasun se mostró muy sorprendida de la gran asistencia que tuvo esta marcha en Zaragoza.

Antes de la manifestación hubo una concentración en la plaza de España convocada por la Coordinadora de Organizaciones Feministas de Zaragoza en la que se evocó la estética de la capa roja y la toca blanca de ‘El cuento de la criada’, la distopía donde las mujeres han quedado relegadas a estar al servicio de los hombres. Para que en el futuro no se llegue a esa situación, las convocantes formaron un círculo portando cada una un folio en el que se podían leer distintas violencias, desde maltrato a cultura de la violación, para quemarlo en una hoguera simbólica. Asimismo leyeron un manifiesto donde se denunció la discriminación contra la mujer como el «apartheid más largo de la historia» y la violencia institucional en todas sus formas. «El sistema nos cuestiona cuando presentamos una denuncia», afirmaron. Entre texto y texto se coreaba una proclama como ‘Igual trabajo, igual salario’ o ‘Ni una menos’. Para finalizar esta primera concentración, los allí presentes cantaron una particular versión feminista del famoso ‘Bella Ciao’.

Un millar de personas en Huesca

En Huesca salieron a la calle casi un millar de personas detrás de una pancarta en la que podía leerse ‘Por una vida digna y sin miedo. Basta ya de violencia machista’, convocadas por la Asamblea 8 M y el Colectivo de Mujeres Feministas. La marcha, que se detuvo en algunos puntos del recorrido, partió de la plaza de Concepción Arenal para recorrer la calle Cavia o el Coso y volver al punto de inicio. ‘Feminismo es igualdad’, coreaban algunas de las participantes. Entre ellas, Gloria Sangustín. «Es necesario salir a la calle y lanzar un mensaje unitario, y no dar ni un paso atrás», comentó, en alusión a quienes niegan la existencia de la violencia de género. Destacó además la importancia de que las nuevas generaciones conozcan el problema.

En casi toda la provincia se celebraron actos conmemorativos: la Comarca de los Monegros presentó una campaña que abrirá el día 29 la directora de cine, escritora y activista feminista, Mabel Lozano; en Jaca, se dio a conocer una App contra la violencia de género; en Binéfar, se leyó un manifiesto en el Ayuntamiento; y en Huesca, hubo una declaración institucional respaldada por todos los grupos, incluido Vox. Pero fue especialmente emotivo el acto en Monzón, donde se rindió un homenaje a Rokhaya, asesinada hace un año por su expareja, y al resto de víctimas. Fue en el jardín que lleva su nombre.

También los turolenses expresaron ayer su rechazo a la violencia machista con una manifestación por las calles del Centro Histórico, en la que cada participante llevó una antorcha encendida. «La llama representa lo que sentimos cuando una mujer es agredida o asesinada», afirmó Marta López, portavoz del colectivo 8-M, que organizó el acto. Al final del recorrido, en la plaza del Torico, se quemaron en un bidón hojas de papel con los nombres de las 52 mujeres muertas a manos de sus parejas o exparejas en España en lo que va de año.

Previamente a esta protesta, también en la plaza del Torico, hubo una concentración y una actuación artística a cargo de alumnos de la escuela Marta Dance Baile. Además, en los balcones del Ayuntamiento, la Diputación Provincial y la Subdelegación del Gobierno, se colgaron pancartas contra la violencia machista.

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