Aragón

exhumación de francisco franco

Un aragonés testificó la muerte de Franco

El zaragozano José María Sánchez-Ventura era en 1975 ministro de Justicia y notario mayor del reino, por lo que tuvo que expedir el acta notarial. 

Recorte del acta que certificó la muerte de Francisco Franco.
Heraldo

La exhumación del dictador Francisco Franco, objetivo que se marcó el presidente en funciones Pedro Sánchez al inicio de su mandato tendrá lugar durante la mañana de este jueves. La operación, que está previsto que comience a las 10.30, durará entre una y tres horas, según cómo se encuentre el ataúd, enterrado hace casi 44 años. No obstante, según el experto Salvador Baena, médico del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Aragón, es probable que, si se llega a abrir, esté "mejor el cadáver que el propio féretro”. En lo que refiere a la Comunidad, hubo un aragonés que estuvo tiempo atrás muy cerca del dictador y que, de hecho, fue de las últimas personas que pudo ver el cuerpo antes de que se le diera sepultura. 

Nacido en Zaragoza en 1922 y fallecido el año pasado, José María Sánchez-Ventura era en 1975 ministro de Justicia y, por tanto, notario mayor del reino. Por ello tuvo que testificar la muerte de Franco tras el dictamen médico y, posteriormente, expedir el acta notarial. El texto íntegro de la misma fue publicado el 22 de noviembre, dos días después del fallecimiento, en Heraldo de Aragón. Por otro lado, en el certificado médico de defunción, firmado por el doctor Vicente Pozuelo Escudero, se hacía constar que la hora de la muerte fue las 5.25 a consecuencia de una "parada cardíaca y choque endotóxico peritonítico". Asimismo, Sánchez-Ventura dio fe del nombramiento del rey Juan Carlos como nuevo Jefe de Estado.

En el momento del entierro, además, Sánchez-Ventura tomó juramento a los jefes de las Casas Civil y Militar con las palabras: "¿Juráis que el cuerpo que contiene esta caja es de Francisco Franco Bahamonde, el mismo que os fue entregado a las 6.30 de hoy en el palacio de Oriente?". "Sí lo es. Lo juro", contestaron entre sollozos. 

La primera vez que se dio sepultura al cuerpo del dictador fue el 23 de noviembre de 1975, ante un público de entre 60.000 y 100.000 personas fieles al régimen. El ataúd llegó hasta el Valle de los Caídos en un camión Pegaso 3050 recién salido de fábrica, primero escoltado por lanceros y después por motoristas, con la carretera jalonada de gente.

El féretro entró en la basílica a hombros del yerno, el marqués de Villaverde, el duque de Cádiz, y miembros de los tres ejércitos. Al entierro asistieron los Reyes, el Gobierno, la familia, y algunos representantes de otros países, entre ellos el vicepresidente de Estados Unidos, Nelson Rockefeller.

De todos modos, debido a que Sánchez-Ventura dio fe en su día de que el cadáver que se inhumó en la basílica del Valle de los Caídos era el de Francisco Franco, no está previsto que se abra el féretro para comprobar el estado de los restos o su identidad. El cadáver se inhumó en un ataúd doble, con una estructura interna de zinc sellada y otra externa de madera. Si el féretro exterior se encuentra en buen estado será el utilizado para su traslado. En caso contrario, se introducirá el féretro de zinc en otro ataúd preparado a tal efecto.