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Lambán descarta "tentaciones frentistas" e insta al consenso para afrontar el futuro

El presidente tomó posesión en la Aljafería arropado por Calvo, Ábalos y casi 500 invitados.

El socialista Javier Lambán se comprometió este sábado a huir de "cualquier tentación frentista" y asumir el liderazgo del primer Gobierno cuatripartito de Aragón desde la centralidad y la transversalidad. Tras convertirse en el segundo presidente aragonés que repite en el cargo en 40 años de democracia en la Comunidad, defendió que los importantes retos y desafíos a los que se enfrenta la Comunidad no pueden depender de un solo partido ni son privativos de la derecha ni de la izquierda.

El presidente insistió tras prometer el cargo en la Aljafería en que los tiempos requieren gobiernos instalados en la centralidad y se mostró convencido de la existencia de un "vasto espacio para el acuerdo". Eso sí, dejó bien claro que la colaboración entre los cuatro socios de coalición, PSOE, Podemos-Equo, Chunta y PAR, tendrá como norma rectora el Estatuto con el objetivo de construir un Aragón "más social, verde y digital, plenamente alineado y comprometido con la Constitución y con España".

Esta máxima guía el acuerdo de gobernabilidad que firmaron el jueves los líderes de las cuatro formaciones y que se pretende concretar, como explicó este sábado, en una mayor conquista de derechos y oportunidades, en la lucha contra el cambio climático y la despoblación y en la disposición a gobernar la etapa de la industria 4.0.

Su discurso de este sábado se alargó poco más de 16 minutos en medio de un calor sofocante, ante casi 500 invitados encabezados por la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, y el ministro de Fomento y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos. El presidente quiso agradecer a los 36 diputados que respaldaron su investidura, por entender que antepusieron el interés general a los intereses de partido, un argumento que ha repetido a lo largo de la semana.

Por si hubiera alguna duda, señaló que juntos constituirán la próxima semana un Gobierno de coalición de cuatro partidos de ideologías "muy diversas", pero que comparten un ideal "sugerente y sugestivo", el de construir Aragón como "proyecto común". Esta idea fue el armazón sobre el que construyó el martes y miércoles su intervención en el pleno de investidura.

Tono reivindicativo

Lambán no dejó margen a la sorpresa, aunque sí aprovechó para utilizar un tono reivindicativo ante los dirigentes del Gobierno central, aunque estén en funciones. Así, hizo una encendida defensa de la España radial para dejar "definitivamente atrás" la centralizada y desarrollar desde el autogobierno todas las potencialidades de los territorios.

A Calvo y Ábalos les reclamó respaldo para los proyectos estratégicos de Aragón, la reapertura del Canfranc, el corredor ferroviario Cantábrico-Mediterráneo y las plataformas logísticas. "Son estratégicos para nosotros, pero también para el país, porque tenemos la aspiración de construir España desde aquí en un ejercicio de lealtad compartida", argumentó antes de reconocer que en el Gobierno de Sánchez ha encontrado "respuestas positivas".

Los portavoces de los diferentes grupos políticos de Las Cortes de Aragón: Vicente Guillén (PSOE), Mar Vaquero (PP), Daniel Pérez Calvo (Ciudadanos), Nacho Escartín (Podemos), José Luis Soro (CHA), David Arranz (Vox), Arturo Aliaga (PAR), y Álvaro Sanz (IU), han valorado el discurso de Javier Lambán y su toma de posesión como presidente del Gobierno de Aragón.

Minutos antes, le había precedido en el uso de la palabra la vicepresidenta, quien apeló a la "cultura de la colaboración" para asentar la convivencia.

El presidente no ocultó la emoción en su intervención al aludir a la sensación "inenarrable" que sentía al convertirse en presidente de una comunidad política de más de mil años de historia. Confesó que le gustaría que se le recordase como un fiel ejerciente de la visión que de la política tenía el presidente de la Segunda República Manuel Azaña, inspirada en la justicia universal.

La hormona del aragonesismo

Lambán no solo trufó su intervención de menciones a Indalecio Prieto y Alfredo Pérez Rubalcaba para hablar de la centralidad o de citas de Max Weber para referirse a la "locura razonada" en el ejercicio de la política. De hecho, provocó risas entre el público congregado en el patio de Santa Isabel, como cuando dijo que si hubiera una hormona del aragonesismo sufriría "trastornos importantes por exceso de la misma".

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