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Vías Verdes en Aragón: pedalear por la naturaleza

Las traviesas del ferrocarril de las líneas abandonadas han dado lugar a estas rutas que discurren por los antiguos caminos de hierro y que permiten disfrutar del paisaje de manera accesible. En el territorio aragonés existen seis y se proponen más

Vía Verde de la Val del Zafán, a su paso por la comarca del Matarraña.
Vía Verde de la Val del Zafán, a su paso por la comarca del Matarraña.
Archivo de la Comarca del Matarraña/Matarranya

Antiguos trazados de ferrocarril por los que el tren hace años que no pasa han encontrado una nueva vida al ser recuperados como vías verdes, convirtiéndose en rutas para disfrutar en bicicleta. También pueden recorrerse a pie, por lo que muchas de ellas comparten también declaración como Camino Natural. En Aragón se cuenta con tres vías verdes de larga tradición: Ojos Negros y Val de Zafán, en Teruel, y la del Tarazonica, en Zaragoza. Además, existen otras tres de corto recorrido: la Vía Verde Oliver-Valdefierro, 2,6 km en la ciudad de Zaragoza, la Vía Verde del Canfranero, en la de Huesca, y el tramo Jiloca de la Vía Verde Santander-Mediterráneo. Suman en total 186 km ciclables de antiguas vías ferroviarias por las que ya no pasa ningún tren, que discurren por paisajes muy diversos y de gran valor natural y que son accesibles a todos los públicos. Barbastro y Castejón del Puente reivindican una vía verde que llegaría hasta Monzón.

Vía Verde de Ojos Negros 

La Vía Verde de Ojos Negros  sigue el trazado del antiguo ferrocarril que transportaba el lignito extraído en las minas hasta el puerto de Sagunto y en 1972 dejó de utilizarse definitivamente. Es la más larga de España, con sus 195 km (92 km en territorio aragonés) en los que se va desde el interior de Teruel hasta el mar, tocando en medio la sierra de Javalambre. El punto de partida es Santa Eulalia, en la comarca Comunidad de Teruel, aunque se han dado pasos para que comience en su inicio real en Ojos Negros, dentro de un proyecto que acabaría uniéndola con Campo de Daroca y Comunidad de Calatayud (donde ya existen 2 km en Paracuellos de Jiloca y 7,5 en Calatayud, el mencionado Tramo Jiloca), para unirlo a la línea Santander-Mediterráneo que, con 800 km, sería la de mayor longitud de Europa. La Vía Verde de Ojos Negros ofrece una gama de paisajes de gran diversidad, por su longitud y el gradiente de altitudes que recorre. Santa Eulalia y Cella tienen un clima continental extremo, en donde predomina un paisaje de vegetación rastrera y campos de cereal. Al llegar a Teruel encontramos pinares de pino negro y pino carrasco, y al pasar el puerto de Escandón, con sus 1.223 m de altitud, el clima cambia y comienza a ser mediterráneo. La bajada acerca ya al ciclista a Albentosa, con sus llanuras, donde empiezan a verse los rebollos y las carrascas plantadas por Sarrión para producción trufera. Desde allí queda ya poco hasta Barracas, la primera localidad de Castellón, a solo 70 km del Mediterráneo.

Se trata de una ruta que cuenta con muchos ciclistas y un gran pero: «Los trenes no permiten subir más de tres bicicletas, siendo que muchos visitantes van a Teruel para hacer el descenso al mar y luego deben regresar, y viceversa para aquellos deportistas que les gusta hacer la subida y volver por ferrocarril», dice Carlos Gómez, propietario de la casa rural La Casa de la Estación, en Albentosa, quien asegura que «en primavera y otoño, el 60% de nuestra ocupación es de cicloturistas».

Vía Verde Val del Zafán

La Vía Verde del Val del Zafán atraviesa tres comarcas aragonesas: Bajo Martín, Bajo Aragón y Matarraña. En total 52 km de recorrido que siguen por Tarragona hasta llegar al mar en Tortosa. El punto de partida se encuentra en La Puebla de Híjar, en el Bajo Martín, donde recorre un tramo de 18 km hasta Samper de Calanda, por pista señalizada y en buen estado que continua hasta Puigmoreno, pedanía de Alcañiz en la que se corta la vía. Se puede seguir rodando pero con la prevención de que ya es un camino compartido en el que pueden aparecer vehículos y que en algunos tramos discurre muy cerca de la carretera. En total 21 km desde allí a Valdealgorfa (cruzando Alcañiz), que podrían estar ya arreglados para finales de año, pues el Ministerio de Agricultura ya ha iniciado el expediente.

Se entra entonces en la comarca del Matarraña, donde restan 32 km en los que sí se disfruta de trayectos acondicionados y con los servicios necesarios. Comienza en Valjunquera y sigue por Valdeltormo y Torre del Compte. Valderrobres inicia ya el descenso y desde allí, Cretas o Lledó son muchos los turistas que realizan la bajada hasta Tarragona, «un recorrido cuesta abajo, que no exige ser experto ni gran forma física y permite disfrutar del paisaje: los puertos de Beceite, los bosques y arroyos del Parque Natural, el río Algars», dice Eli Diez, técnico de Turismo de la comarca del Matarraña, y explica el auge turístico que ha experimentado este tramo: «en el último año se han abierto tres empresas que ofrecen valor añadido a la vía verde (un taxi, un establecimiento que alquila bicicletas y una empresa de turismo activo y alquiler)».

Vía Verde del Tarazonica

El Tarazonica era un humilde tren que unía Tarazona con Tudela cuyo último convoy circuló en el año 1972. En la actualidad, es una vía verde fácil de recorrer en bicicleta, que a lo largo de 22 kilómetros une el Ebro con el Moncayo, por las riberas del Queiles y el somontano del Moncayo. Cuenta con dos pistas que circulan paralelas, una de asfalto y otra de tierra. El tramo aragonés ocupa 7 km y comienza en Tarazona, en la estación. Desde allí, y camino de Malón, nos encontramos con zonas de densa arboleda, en combinación con huertas y frutales. Tras unos seis kilómetros de marcha se llega a la explanada que iba a ser el apeadero de Vierlas, desde donde seguiremos por espesas arboledas en dirección a Malón. Esta población, la última de la provincia de Zaragoza antes de entrar en Navarra, se encuentra apoyada en un otero, que ofrece una buena perspectiva de la vega del Queiles. Desde ese punto se puede seguir hacia Tudela o regresar, tras aprovechar el área acondicionada para el descanso.

Vía Verde del Canfranero

La nueva variante ferroviaria de Huesca clausuró el antiguo trazado que seguía el Canfranero entre Huesca y Alerre, y ahora sus 4,6 km pueden recorrerse en bicicleta por un firme de tierra compacta que discurre plácido entre campos de cultivo. El punto de partida es el cruce de la calle del Ingeniero Susín, con la avenida de Martínez de Velasco. Bien señalizada, con paneles informativos e indicadores, esta vía verde dispone además de un área de descanso donde se ubicaba el apeadero de Alerre. Vía Verde del Canfranero

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