El Pacto del Agua aún requiere 926 millones para acabar las obras pactadas hace 26 años

«Para Aragón, la política hidráulica y todo lo relacionado con el agua, constituye una de las mayores preocupaciones de nuestra población». Así empieza la resolución del Pacto del Agua aprobada por las Cortes de Aragón en 1992, cuyo cumplimiento aún está lejos de ser una realidad. Así lo atestiguan los datos oficiales que el Ministerio de Medio Ambiente expondrá hoy a los partidos aragoneses en la comisión de seguimiento, que se reúne esta tarde en la Aljafería para repasar su estado de ejecución. La inversión necesaria para poder acabar los proyectos pendientes asciende a 926 millones, casi un tercio del presupuesto global.

Solo los dos grandes embalses que se encuentran en un avanzado estado de ejecución, el recrecimiento de Yesa y la construcción de la presa de Mularroya, necesitarán una inyección de 240 millones antes de que se retiren las máquinas.

En el caso de la primera obra, la construcción del cuerpo de la presa ha superado el 95% y está en ejecución el dique de cola que servirá como muro de protección de Sigüés. El Ministerio ha destinado ya más de 254 millones y aún hará falta destinar otros 129 para ver terminado uno de los proyectos más reclamados, y al mismo contestados, del Pacto del Agua. Si no sufre nuevos retrasos, el recrecimiento debería estar listo para finales de 2021.

Al mismo tiempo, se debe acondicionar la ladera del estribo derecho de la presa y aún se debe encargar los trabajos de reposición de la carretera autonómica A-137, que se verá inundada por el recrecimiento.

En el caso del embalse que dará servicio a la Comarca de Valdejalón, aún transcurrirán unos cuantos años para lograr su llenado y superar las preceptivas pruebas de carga. El cuerpo de la presa alcanza los 75 metros de los 100 previstos y se trabaja también en la excavación del aliviadero y en la variante de carretera para reponer los tramos que se inundarán de la N-IIa y A-2302. Por ahora se han invertido 124 millones en Mularroya y los trabajos pendientes se valoran en 91 millones, según el Ministerio.

De las otras 22 actuaciones del Pacto del Agua pendientes de ejecutar, solo una tercera, la construcción del embalse de Almudévar, está en obras desde principios de año con el objetivo de regular las aguas del Gállego tras 40 años de espera. Y puede que no se salve de la judicialización, ya que las restituciones siguen pendientes. Por ello, esta será una de las exigencias que la DGA y los partidos le trasladen hoy a la ministra de Medio Ambiente, Isabel García Tejerina.

La nómina de grandes embalses se completa con el de Biscarrués, que el pasado verano sufrió un varapalo en la Audiencia Nacional al anular el anteproyecto y la declaración de impacto ambiental. El nuevo proyecto está en tramitación, por lo que habrá que esperar a la próxima década para ver máquinas. La inversión ronda los 152 millones.

Mejor suerte corre el recrecimiento de Santolea, cuyas obras se adjudicarán la próxima primavera y, si se cumplen los plazos, estarán acabadas a finales de 2020. Para eso no se tendrá que reproducir las incidencias que hace seis años provocaron la paralización de los trabajos en la pared principal del embalse por problemas geológicos, que impidieron construir una segunda presa.

Canal de Monegros

El paquete de actuaciones de mayor importe se concentra en el Canal de Monegros, que asciende a más de 273 millones. Hasta siete proyectos están a la espera en distintas fases de tramitación, desde las tuberías principales de Valdurrios y Sástago, la electrificación de Monegros II hasta Sifón de Cardiel y los colectores principales, pasando por el embalse de regulación del canal de Sástago, la acequia de La Almolda, las balsas laterales de la de Ontiñena y el desagüe de Valdeliberola del embalse de Valdepatao.

Igualmente, se deben acometer aún las restituciones de Montearagón, el abastecimiento a Huesca desde Montearagón y la conducción desde este embalse a la Hoya de Huesca, el ramal del Huerva de la traída de aguas del Pirineo a Zaragoza, el revestimiento del Canal Imperial y la mejora del Canal del Cinca.