Arrancan las obras del embalse de Almudévar tras 40 años de espera para regular el Gállego

Los regantes y los sindicatos agrarios aplauden el inicio de un proyecto sin contestación social. A los primeros trabajos topográficos, le seguirá la apertura de los accesos para levantar las dos presas.

El alcalde de Almudévar, junto a las estacas colocadas en el emplazamiento de una de las presas.
El alcalde de Almudévar, junto a las estacas colocadas en el emplazamiento de una de las presas.
R. Gobantes

Después de 40 años de estudios y proyectos para la regulación del Gállego, los regantes por fin asisten al inicio de la construcción de un embalse, el de Almudévar, que almacenará agua de este río y del Cinca. El Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente anunció ayer el comienzo de los trabajos de esta obra hidráulica, cuya finalidad es aumentar los caudales de Riegos del Alto Aragón, un sistema que desde la inauguración del último embalse (El Grado, en 1969) ha visto duplicar su superficie hasta las 140.000 hectáreas.

La adjudicataria (la UTE formada por Sacyr, Vías y Construcción, Sogeosa, Corsán-Corvián) dispondrá de 102 millones de euros y 48 meses. Esta semana han comenzado los trabajos topográficos, a los que seguirán el acondicionamiento de accesos, desbroces y montaje de un laboratorio de análisis de suelos, ya que las presas se levantarán con materiales sueltos del propio vaso.

Al embalse, de 169,71 hectómetros cúbicos, construido fuera del cauce del río y en zona regable, irán a parar los caudales del Gállego que superen la capacidad de la presa de La Sotonera y los excedentes del Cinca, a través de un canal, desde el que se impulsará el agua por bombeo.

El presidente de Riegos del Alto Aragón, César Trillo, mostró su satisfacción porque se van cumpliendo los plazos. "La idea es que a lo largo de la primavera esté el grueso de la obra en marcha", declaró. Él confía en que se pueda acortar el periodo de ejecución de 4 años, aunque las pruebas de llenado exigen esperar otros 2 o 3.

El inicio de las obras también es aplaudido por las organizaciones agrarias. Fernando Luna, presidente de Asaja Huesca, señaló que a pesar del coste energético del bombeo y su repercusión en las tarifas pagadas por los regantes, el futuro del sector pasa por "tener agua embalsada". Almudévar, dijo, representa "una elección, al hacer una obra hidráulica en el llano, como en su día San Salvador".

José Manuel Penella, secretario general de UAGA, solo desea "que empiecen las obras y no paren" porque Almudévar es "imprescindible" para disponer de caudales en el sistema Gállego-Cinca, que es deficitario. Según recordó, no hay graves afecciones ni plantea un conflicto social, por lo que la oposición solo pueden venir "de gente que está en contra de los regadíos, que también la hay". No se puede hablar de alteraciones en masas de agua, aclaró, al estar la obra fuera del río. En todo caso, la Audiencia Nacional tramita un recurso contencioso-administrativo presentado por Ecologistas en Acción contra el proyecto.

El alcalde de Almudévar, Antonio Labarta, se refirió este martes precisamente a que se trata de un proyecto sin rechazo social. Sin embargo, criticó al Ministerio por no haber informado al Ayuntamiento del inicio de los trabajos y denunció que mientras se colocan las primeras estacas para marcar la presa, sigue paralizado el desarrollo del plan de restitución, cuando la ley obliga a ejecutarlos al mismo tiempo. El retraso de este ha obligado a financiar por otra vía algunos proyectos, entre ellos la mejora de los abastecimientos a varios núcleos pedáneos. "Encima que el pueblo está a favor de la obra, nos torean. Vemos buena voluntad y buenas palabras, pero de hechos, nada", lamentó.

La mayor parte de la superficie inundable está en el municipio de Almudévar, con más de 250 afectados. La Confederación Hidrográfica del Ebro ya ha abonado las expropiaciones, para las que tenía 37,7 millones de euros, a razón de 20.000 euros por hectárea. "La tierra está bien pagada, pero hay que valorar que a algunos agricultores les han quitado su medio de vida", señaló Ángel Samper, secretario general de Asaja Aragón.

De ahí la importancia del plan de restitución, que incluye la creación de una nueva zona de regadío, en la que, según Asaja, los afectados del pantano deberían tener alguna ventaja. "Si te han expropiado 10 hectáreas, que puedas recuperar 3 de regadío", declaró Samper. Agricultores de otros municipios, como Tardienta, también reivindican participar en la mancha verde, con cargo a las servidumbres de esta y otras obras hidráulicas.

Los campos del vaso del embalse ya se han sembrado, pero no hay garantía de cosechar. Ya han cobrado por la tierra y en febrero está prevista la entrada de las máquinas para acometer los movimientos de tierra.

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