especial
Jorge Villarroya: "En Aragón tenemos palancas para mirar al futuro con optimismo pese a la incertidumbre"
El empresario y presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Zaragoza habla de los retos de las compañías aragonesas en el nuevo año.
¿Cree que el 2022 ha sido un ‘annus horribilis’, sobre todo, desde la intervención rusa en Ucrania?
Creo que ha sido un año complicado para la economía, para lo social y para el mundo en general porque venimos lastrados por una crisis provocada por la pandemia y, cuando pensábamos que nos estábamos recuperando -a pesar de que ya había algún indicio como el crecimiento de la inflación que distorsionaba ese optimismo- todo esto pasó a un segundo plano con la invasión por parte de Rusia de un país soberano como Ucrania. A partir de ese momento todas las alarmas se dispararon.
En esta situación ¿qué les preocupa más a las empresas aragonesas en este comienzo de año?
Las empresas aragonesas no son ninguna excepción dentro del contexto español. Sin embargo, la economía aragonesa cuenta con una fortaleza, que supone una ventaja competitiva respecto a otras comunidades autónomas, la capacidad exportadora de nuestras empresas.
"El miedo es el peor compañero de viaje para cualquier economía"
Lo que preocupa en general a las empresas es el futuro y el horizonte en este momento es incierto. No hay nada más inquietante para un empresario que ver el panorama borroso. Muchas decisiones se pausan y la realidad se impone porque hemos visto cómo a lo largo de este año se ha producido desabastecimiento de materias primas, los flujos comerciales se han distorsionado de la noche a la mañana, las industrias importantes del país, como la automovilística han sufrido graves problemas por la carencia de componentes, que también han afectado a sectores tecnológicos, entre otros. A todo ello se suman las cifras de la inflación. Un escenario inflacionario supone una pesadilla para cualquier economía a todos los efectos y en todos los planos. El miedo es el peor compañero de viaje para cualquier economía.
Por otro lado, antes del conflicto de Ucrania, la llegada de los fondos europeos se presentó como un estímulo decisivo para las economías europeas tras la pandemia. ¿Lo siguen siendo en el actual escenario?
Tenemos esperanza de que los fondos lleguen a la empresa más pronto que tarde, pero los empresarios habíamos imaginado que su gestión sería más ágil. Somos conscientes de que la transparencia en la tramitación de expedientes exige una actuación escrupulosa que a veces ralentiza la labor. En este sentido, las Cámaras de Comercio nos hemos ofrecido a las administraciones para aportar nuestra 'expertise' en esta gestión.
¿Qué previsiones augura para la economía aragonesa en este 2023?
Nos enfrentamos a un periodo de incertidumbre. Puede ocurrir que el conflicto en Ucrania se extienda en el tiempo y esto agrave la situación, sin embargo, debemos mirar con esperanza al futuro, porque la vocación del empresario es hacer crecer sus empresas, seguir invirtiendo y generar empleo.
¿Qué palancas tienen las empresas para afrontar con ánimo este año?
Una de las ventajas de nuestra Comunidad es su nivel de industrialización, por encima de la media española. El tejido empresarial aragonés, ya sea grande, mediano o pequeño, está profesionalizado. En Aragón tenemos palancas para mirar el futuro con optimismo pese a la incertidumbre. Además, Aragón ha contado tradicionalmente con una estabilidad social que ha favorecido el asentamiento y creación de nuevas empresas. En este sentido, aplaudimos sinceramente la atracción de proyectos que se están activando desde las instituciones.
"Entramos en un año electoral que puede enrarecer todavía más el ambiente. Me gustaría hacer una llamada a la sensatez de los políticos, para que no contribuyan con su dispersión a desestabilizar al país, ya que nos jugamos mucho"
¿Qué necesitan las empresas?
Lo deseable es que se disipen las incertidumbres. Además, entramos en un año electoral que puede enrarecer todavía más el ambiente. Me gustaría hacer una llamada a la sensatez de los políticos, para que no contribuyan con su dispersión a desestabilizar al país, ya que nos jugamos mucho.
Por último ¿cómo puede ayudar la Cámara de Comercio a las empresas en este contexto?
La Cámara es un 'partner' necesario para las empresas. Está en nuestro ADN aportarles ayuda y servicios. En esa línea vamos a seguir trabajando durante este 2023. Queremos reforzar la oferta formativa a las empresas, especialmente dirigida a directivos y cuadros medios con la creación de una Escuela de Negocios. En estos tiempos difíciles para el comercio de proximidad, tampoco queremos perder el foco y seguiremos apoyando las iniciativas que refuercen la actividad comercial en la provincia. Pretendemos seguir siendo el referente de las empresas que exportan y el lugar donde las empresas quieren estar y relacionarse.
