Nacho del Río: "Aragón ha vivido de espaldas a la jota durante años, hay que mirarla sin complejos"

Emblema de la jota, en un año en que se ha iniciado el camino para convertirla en Patrimonio Inmaterial, el cantador encara 2023 buscando renovarse.

El cantador de jota Nacho del Río, en el Teatro Principal de Zaragoza, donde ha ganado premios y cantado en varias ocasiones.
El cantador de jota Nacho del Río, en el Teatro Principal de Zaragoza, donde ha ganado premios y cantado en varias ocasiones.
Toni Galán

¿Qué espera de 2023?
En lo personal, tener muchos proyectos y que pueda cantarlos bien. Siento que quizá necesito un punto de inflexión, renovarme para seguir haciendo lo que más me gusta: cantar la jota.

En lo colectivo, para el sector el nuevo año puede ser clave en la carrera por ser Patrimonio Inmaterial. 
Ojalá se consiga ese reconocimiento, porque va a ser un gran apoyo para la jota y quizá un instrumento que facilite que se aborden las tareas pendientes. La jota no va a ser ni más ni menos de lo que ya es porque se la considere Patrimonio de la Humanidad, pero la declaración le va a dar un respaldo y una visibilidad de los que ha carecido durante muchos años. Se ha avanzado mucho en el camino de la declaración, espero que se logre. Especialmente por todos esos pueblos que han conseguido mantenerla viva. 

Ha hablado de tareas pendientes.
En la jota está todo por hacer porque Aragón ha vivido mucho tiempo de espaldas a ella. Yo medié para que la colección discográfica de César Rodríguez se quedará en Aragón, que ya se ha digitalizado y está disponible. Pero faltan estudios de todo tipo. Ni siquiera tenemos bien clasificados los distintos estilos en canto, a los que hay que dar sentido musicológico. Solo tenemos varias aproximaciones: valiosas, eso sí, pero imperfectas. Y es solo un ejemplo.

2022 ha sido el año de Jesús Gracia, su maestro.Me inicié en la jota a los 6 años y a los 8 ya estaba tomando clases con él. Se lo debo todo. Un día me dijo: "Chaval: esto de la jota es una cosa muy seria", y desde entonces me lo tomo como la cosa más seria del mundo. Él me construyó una trayectoria, cuidó mi voz para que no perdiese con el cambio de la adolescencia. Fue un hombre que vivió por y para la jota y que todavía es muy desconocido por el público aragonés. Vivió una época muy difícil pero hizo mucho por dignificarla y limpiarla de zafiedades. A cada uno de sus discípulos nos labró una trayectoria. 

Ha hablado del cambio de voz, ese momento decisivo en todos los varones que, como usted, se aficionan a la jota siendo muy niños. 
Sí, en mi caso duró bastante tiempo, cinco años, pero fue la etapa de mi vida en la que más aprendí. El cambio me vino a los 13 años y no volví a subirme a un escenario hasta que cumplí 18. Jesús Gracia no estaba muy seguro de que yo fuera a continuar en el mundo de la jota pero yo le llamaba una y otra vez. Todo lo que me enseñó en esos cinco años lo guardo muy fresco en la mente. No me olvido de nada.

Se han cumplido ya 17 años de la publicación del primer disco de la serie de ‘La jota, ayer y hoy’. ¿Cómo ve el proyecto pasado este tiempo?
Fue algo apasionante, muy vivo. Beatriz Bernad y yo tuvimos la suerte de participar en este proyecto, que ha sido muy importante, en mi opinión, porque ha servido para que muchas personas vieran la jota con nuevos ojos. Los dos veníamos muy aprendidos de lo que nos había dado Jesús Gracia. Se cuidaron las letras, se logró la colaboración de grandes plumas de la cultura aragonesa, la parte musical corrió a cargo de Alberto Gambino... A partir del primer disco se puede decir que cambió la forma de grabar la jota, sobre todo en las introducciones, que ahora son mucho más ricas. Pero lo importante es lo otro. A la presentación del segundo disco vino Labordeta, nos dio un abrazo y nos dijo: "Me habéis ayudado a reconciliarme con la jota". 

Pero todavía hay aragoneses que la miran con desconfianza o aversión. 
Pero quizá sea por desconocimiento de lo que verdaderamente es, un arte que emana del pueblo. Y ha sido así de toda la vida. Hay que mirarla sin complejos, darle normalidad y que se siga trabajando en ella. El folclore debe perdurar, y en él nadie sobra. La jota necesita siempre savia nueva y que creadores de otras disciplinas, desde profesionales del arte a fotógrafos, se acerquen a ella con la mirada limpia.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión