perspectivas 2023
Manuel Valiente: "Todavía hay situaciones incomprensibles en el cáncer. Hay que enfocarse en la metástasis"
El investigador analiza los últimos avances que permitirán a su laboratorio tener tres ensayos clínicos en activo este año. Tilda de "improvisación" la ley de la Ciencia y alaba el esfuerzo económico de las fundaciones.
Recordará este 2022 por los avances logrados en su investigación para aumentar la eficacia de la radioterapia contra las metástasis cerebrales. ¿Cuáles son los siguientes pasos?
El año que viene es un año lleno de muchísima esperanza para ver si todo lo que hemos estado haciendo realmente se traslada en algo más tangible para los pacientes. Estamos ansiosos por ver qué tal van las cosas. Ahora mismo tenemos ya un estudio clínico en el que estamos mirando si con la sangre del paciente podemos predecir si va a responder o no a la radioterapia. Además, en enero, empezaremos a reclutar a pacientes para otro, en el que se combina el uso de un fármaco con la radioterapia. Hemos tenido mucha suerte porque la empresa que hace el medicamento estaba muy interesada y además ya se había testado en pacientes con alzhéimer, por lo que se ha comprobado que no había ningún tipo de toxicidad. Y, en el laboratorio también se empezará otro ensayo.
¿Cuándo se podrán conseguir resultados?
El primer estudio clínico –el del análisis de sangre como biomarcador para ver el efecto que tendría la radioterapia en el paciente– está planificado para dos años de duración. Es decir, en dos años tenemos que tener la respuesta, esperemos que positiva, de si realmente el biomarcador funciona.
¿Qué sentirá cuando finalmente se trasladen todos estos avances a los pacientes?
Esto es muy excepcional. En investigación es muy poco frecuente que la actividad en un solo laboratorio tenga un impacto tan rápido en el paciente. Para mi sería el culmen de nuestro esfuerzo y de mi carrera científica.
El cáncer sigue siendo una de las principales causas de muerte. ¿Se conseguirá cronificarlo?
La realidad es que la supervivencia del cáncer está aumentando en los últimos treinta años. Hay cánceres que se curan, cánceres con los que se puede convivir… Los tratamientos que se están dando son mejores y mucho menos agresivos y tóxicos, pero está claro que todavía hay situaciones que son incomprensibles y que hay que enfocarse en esto, principalmente, la metástasis. Es ahí donde tiene que estar el foco de la investigación.
La pandemia puso en el punto de mira la importancia de invertir en investigación. ¿Se mantiene esa apuesta?
No estoy muy convencido de que realmente se vaya a producir un cambio importante. Todavía hay muchos déficits y la competitividad sigue siendo baja.
¿Qué le parece la ley de la Ciencia?
Cubre algunos aspectos, pero para nada es algo ni siquiera cercano a lo que se está viviendo. Soy un poco crítico. Lo que estoy viendo en mi día a día es mucha improvisación y en el mundo de la ciencia lo que más cuenta es la planificación, tener visión a largo plazo.
¿Cómo valora el trabajo que está haciendo Aragón en la investigación?
Se han creado posiciones para atraer gente que quiere empezar su laboratorio, un poco buscando la similitud con País Vasco y Cataluña, que pusieron en marcha esta estrategia que ha funcionado tan bien. En Aragón todavía falta tiempo para ver si esto llega a los niveles que ha llegado en estos dos sitios. Ojalá sigan estos programas adelante porque en poco tiempo han probado que tienen un potencial brutal.
¿Los jóvenes cuentan con suficientes oportunidades en la ciencia?
En los últimos años, más allá de lo público, las fundaciones, como la Asociación Española Contra el Cáncer, están consiguiendo que la juventud empiece a tener más oportunidades que simplemente los proyectos impulsados por la red pública. En los últimos años hay jóvenes que tiene la oportunidad de empezar de manera mucho más competitiva que como se empezaba hace diez o quince años. Merece una alabanza lo que están haciendo estas fundaciones.
