mesa redonda: 'el futuro del mundo rural'

Mejores servicios y más ayudas como base para asegurar la actividad económica

Pablo Franco, responsable del proyecto ‘Emprender en el pueblo’; Carolina Llaquet, responsable técnica de Fademur Aragón; Etién Aldea, director de Marketing y Comunicación de Embou; e Yla Zapater, emprendedora premiada por el programa ‘Gira mujeres’ de Coca-Cola fueron los protagonistas de la segunda mesa redonda de la cita. Además de hacer hincapié en las necesidades del mundo rural sobre la creación de iniciativas empresariales, abordaron temas como la brecha de género, la vivienda o el papel de las instituciones.

De izquierda a derecha: Carolina Llaquet, Pablo Franco, Nerea Tirado, Etién Aldea e Yla Zapater.
De izquierda a derecha: Carolina Llaquet, Pablo Franco, Nerea Tirado, Etién Aldea e Yla Zapater.
Aránzazu Navarro.

Reforzar los servicios, impulsar la tecnología, aumentar las ayudas y ofrecer más viviendas e instalaciones destinadas a las empresas son algunos de los ingredientes necesarios para favorecer que los proyectos emprendedores se asienten en el medio rural. Unas ideas en torno a las que coincidieron los participantes de la segunda mesa redonda de la jornada ‘El futuro del mundo rural’: Pablo Franco, responsable de la iniciativa 'Emprender en el pueblo'; Carolina Llaquet, responsable técnica de Fademur Aragón; Etién Aldea, director de Marketing y Comunicación de Embou; e Yla Zapater, emprendedora aragonesa premiada por el programa 'Gira mujeres' de Coca-Cola.

El acto, moderado por la periodista Nerea Tirado, comenzó con una pregunta sobre el dibujo general del medio rural a este respecto. "Estamos en un territorio desigual en muchos sentidos, pero sí que tenemos en común el problema de las comunicaciones. Pasar de vivir en Nueno a hacerlo Sabayés, que está a tres kilómetros por una carretera mala, implica que un paquete pueda llegar hasta 72 horas más tarde o que lo tengas que ir a buscar tú. Son cosas importantes que dependen de la voluntad de lo público y de las empresas. Aún así, cuando llegué al pueblo no podía plantearme un negocio realista, y ahora han cambiado mucho las cosas. Vivir hoy en el medio rural es vivir mejor de lo que ha vivido nunca en los pueblos", apuntó Franco.

"El medio rural aragonés es muy heterogéneo. Cada zona tiene sus características. Hay comarcas con mucha población, como Somontano de Barbastro, y otras que la tienen mucho más reducida, como Campo de Belchite. Teniendo en cuenta esa diversidad nos falta gente joven, servicios y vivienda. Y no sobra nada, solo las ganas e ilusión de las personas que están ahí", manifestó Llaquet.

"Me he trasladado a Alcorisa y hay muchos que hacen como yo y vuelven al pueblo para desarrollar sus trabajos, lo que es muy positivo. Pero luego veo que, aunque se quiere que la gente venga y mover el turismo, se hacen cosas como llenar estas zonas parques eólicos y fotovoltaicos o eliminar servicios públicos. Creo que por un lado avanzamos y por otro nos están perjudicando", indicó Zapater.

"El entorno rural tiene más y mejor tecnología. Quedan cosas por hacer, pero hay mucha ilusión, ganas y talento. Nosotros estamos encantados de poder desarrollar allí nuestra actividad. A día de hoy se puede ir a un pueblo a desconectar y estar tranquilo y a la vez tener videollamadas, trabajar e implantar una empresa", señaló por su parte Aldea.

Los intervinientes coincidieron en que la digitalización es fundamental para que las empresas del mundo rural puedan ser competitivas y tener las mismas oportunidades que las que están en el ámbito urbano. No obstante, recalcaron la necesidad de que las medidas que se tomen desde el punto de vista tecnológico han de estar ajustadas a la realidad de cada zona. Asimismo, destacaron la banda ancha como un factor clave para que pueda haber actividad económica en los pueblos.

Brecha de género

La igualdad efectiva entre hombres y mujeres es otra de las asignaturas pendientes de este entorno. "Siempre hemos sido las trabajadoras invisibles, sin derechos, sin poder cotizar… y por eso las mujeres fueron las primeras en marcharse de los pueblos, por esa falta de oportunidades. Pero ahora estamos viendo que es el momento de revertir ese proceso, porque mujeres formadas vuelven al pueblo o se quedan en él a emprender. Si queremos luchar por eso, hay que apoyarlas", afirmó la responsable de Fademur Aragón.

La carencia existente a este respecto en los sectores agrícola y ganadero fue uno de los puntos que destacó el responsable de 'Emprender en el pueblo' que, no obstante, aseguró que "hay chicas jóvenes que vuelven al pueblo después de estudiar, diversificando el negocio familiar para modernizarlo y hacerse un hueco en ese espacio", así como un "resurgimiento en mujeres de mediana edad que están sacando adelante proyectos muy interesantes".

Los intervinientes durante un instante de la mesa debate celebrada el pasado miércoles en el Patio de la Infanta de Ibercaja.
Los intervinientes durante un instante de la mesa debate celebrada el pasado miércoles en el Patio de la Infanta de Ibercaja.
Aránzazu Navarro.

El director de Marketing y Comunicación de Embou apuntó que en los dos concursos que han lanzado para premiar el emprendimiento rural en Aragón, más del 50% de las candidaturas eran de mujeres, lo que tiene que ver con que hay "una buena labor pedagógica detrás y una cierta sensibilidad para volver al entorno rural porque se están dando las condiciones ideales". La galardonada por el programa 'Gira mujeres' comentó en este sentido que las entidades públicas y privadas tienen que dar ejemplo. "Existe un problema de base que requiere un cambio total de conciencia. No podemos seguir así", agregó.

En cuanto a los elementos que se precisan para poner en marcha un proyecto de estas características, Martínez apuntó a ser conscientes de su viabilidad y que las instituciones sean capaces de detectarlo para que pueda recibir una subvención. Aunque sobre ello señaló que "quizá estas ayudas también deberían generar perfiles diferentes para apoyarnos a la hora de desarrollar los trabajos". Aldea, por su parte, se centró en el talento, la tecnología y el acompañamiento de entidades que guíen en el proceso, como las organizaciones empresariales, las cámaras de comercio o las asociaciones comarcales, todo ello con el fin de aumentar las posibilidades de que surjan nuevas oportunidades.

En esta línea, Llaquet habló de la lanzadera de emprendimiento en los pueblos de Fademur, 'Ruraltivity', abierta a hombres y a mujeres y con la que los acompañan en todo el proceso emprendedor, destacando la importancia de contar con apoyo económico pero también humano. Franco recordó en este apartado la falta "flagrante" de espacios que existe. "La gente que se quiere ir a los pueblos no sabe dónde vivir. Este 2022 vemos que hay pueblos que han perdido el 90% de su población pero que no tienen ninguna vivienda disponible para los que quieren ir a probar. Y lo que los jóvenes buscan son viviendas en alquiler. Si no hay casas, no hay empresas y no hay desarrollo", agregó.

Por último, los oradores insistieron en ideas como la necesidad de que haya más gente en los pueblos para garantizar el reemplazo poblacional, impulsar sinergias para generar oportunidades con el fin de que sus habitantes no se vean obligados a irse, plantear una fiscalidad diferente para estos territorios y saber comunicar las bondades que tienen "dejando de lado los complejos".

REALIZADO POR BLUEMEDIA STUDIO
Este contenido ha sido elaborado por BLUEMEDIA STUDIO, unidad Branded Content de Henneo.

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