EL FUTURO DEL MUNDO RURAL

Cuando emprender supone un reto doble

A pesar de las dificultades que conlleva, son muchas las personas que deciden iniciar un proyecto profesional en los pueblos. Unas iniciativas que son claves para la estabilidad de los territorios y que aportan también valiosos beneficios.

Carlos Sinusía (a la derecha) junto a sus hermanos en la empresa Materiales de construcción Sinusía Lafuente de Ibdes.
Carlos Sinusía (a la derecha) junto a sus hermanos en la empresa Materiales de construcción Sinusía Lafuente de Ibdes.

Responsables de seis proyectos de emprendimiento en las tres provincias aragonesas relatan sus experiencias al respecto, abordando, entre otras cuestiones, los problemas que les surgieron, la manera en la que los solventaron, el uso que hacen de la tecnología y el porqué de su apuesta por trabajar en el medio rural.

Cervezas La Rondadora

Víctor Lanau: "Queríamos seguir viviendo en nuestros pueblos"

Convertir su pasión en su medio de vida. Este fue el reto que se propusieron, en 2012, seis amigos de la comarca del Sobrarbe, Víctor, Miguel, Gonzalo, Nicolás, Guille y Alejandro, de edades comprendidas entre los 22 y los 29 años, que decidieron transformar su afición por las cervezas artesanas en una empresa, La Rondadora, que produce anualmente una media de 55.000 litros al año.
"Empezamos como un hobby en una granja donde contábamos con instrumentos que habíamos hecho nosotros de manera manual. Al principio, el consumo era propio pero, en 2014, salimos al mercado. Fue un salto al vacío ya que en materia artesanal había muy poco, pero estamos muy orgullosos porque nos ha permitido seguir viviendo y trabajando en nuestros pueblos, que era lo que nosotros perseguíamos desde el principio", explica Víctor Lanau.
Estos seis jóvenes universitarios cursaron estudios fuera de su lugar de nacimiento pero tenían claro que su futuro estaba en el medio rural y, aunque algunos se dedican ahora a otras actividades, diez años después siguen siendo socios de este proyecto que les ha permitido conseguir su sueño. "Estamos muy orgullosos de todo lo que hemos conseguido y aunque con la pandemia sufrimos un pequeño frenazo, este año esperamos recuperar los niveles de venta previos a 2020", explica.
Además de ser conocida en todo Aragón, Barcelona y Madrid, la empresa es famosa por organizar numerosos actos, como el festival Rondadora que retomarán este año, el 4 de junio. Además, su vena social se ve satisfecha con la cerveza Tronzadora, ya que de cada botellín destinan diez céntimos a arreglar y señalizar caminos de la comarca, a petición de numerosas asociaciones de la zona. A.E.

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Fernando y su socio.

Fernando Escanilla: "Nuestro reto es trabajar por la integración real"

Hace más de quince años, Fernando Escanilla y su socio José Ignacio Gimeno, ambos ingenieros agrícolas, muy vinculados al mundo de la discapacidad, por razones personales y profesionales, decidieron emprender y poner en marcha una empresa centrada en dos vertientes, la jardinería y la apicultura. Lo hicieron en Monegrillo, el pueblo natal de José Ignacio, donde ahora también vive Fernando.
Esta empresa, Jalea de Luz, en la que desde hace un tiempo también colabora Miguel Pietrzykowski, se ha convertido con el paso de los años en todo un referente del sector, que arrancó comercializando miel de romero y ahora cuenta ya con una veintena de variedades diferentes de toda España, que comercializan por casi todo el mundo. Y eso, sin dejar tampoco de lado las labores de jardinería.
Pero ellos querían algo más. "Consideramos a las personas con discapacidad u otras problemáticas sociales, totalmente capaces de conseguir sus metas. Por eso, nuestro reto es trabajar por la integración real de todos ellos", explica Escanilla.
Y para hacerlo constituyeron la asociación Apimys Almeta Alba, que, entre otros muchos proyectos integradores llevan a cabo desarrollos medioambientales, tales como reforestaciones de zonas deprimidas o creación de enclaves para la observación de aves autóctonas.
Además, siguen envasando y comercializando productos alimentarios de comercio justo y sostenibles, con la implicación de empresas de inserción, como ocurre con el caso de Fundación CEDES. "Y junto a esto, nuestro proyecto estrella es poder poner en marcha, en Monegrillo, un centro de ocio y estancia para personas con diferentes tipos de discapacidades y sus familias. Estamos inmersos en la fase de búsqueda de colaboradores, pero pronto será una realidad». A.E.

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Belén Soler

Belén Soler: "En el medio rural hay una red de apoyo que es única"

Cuando llegaron a Alloza (Teruel), pocos sabían lo que era un alojamiento sostenible y no muchos vecinos conocían con detalle los productos ecológicos. Hoy, El Morral de La Ojinegra es una auténtica referencia en estos ámbitos. Belén Soler y Xavi Poncelas llegaron al pueblo en 2002. "Estábamos trabajando en Cataluña, pero queríamos formar una familia en un lugar más afín a nuestros valores, y mi abuelo, que fue minero en Andorra, provenía de aquí", apunta Soler.
No obstante, a la pareja al principio le costó poner en marcha el negocio. "Veníamos de un entorno con mucha accesibilidad a la información y entonces, en Teruel, muchas cosas aún no existían y estábamos un poco perdidos. Fue la primera casa rural que hubo en la zona y tuvimos que aprender todos. Algo que nos ha hecho crecer y sentar las bases para otros emprendedores, a los que tutelamos, invitándoles a venir y conocer este modelo de negocio", indica la responsable del primer restaurante ecológico de Teruel, quien agrega que, desde el principio, fueron muy bien acogidos por los vecinos. "En el medio rural hay una red de apoyo social que es única", destaca.
En su caso, la tecnología ha sido clave para ser viables económicamente y darse a conocer, lo que han logrado en buena medida a través de las redes sociales.
Asimismo, Soler resalta el esfuerzo que han llevado a cabo para que su cocina pueda adaptarse a los requisitos de la certificación ecológica. "Tienes que investigar, pedir e innovar mucho. Es algo que aplicamos a temas como la energía, la ropa o el detergente. Ecológico es todo lo que se consume, no solo la alimentación. Creo que estamos ayudando a mejorar la cultura gastronómica y los hábitos de consumo de la zona y contribuyendo para dejar un futuro mejor", finaliza. N.L.V

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Pablo Franco

Pablo Franco: "Siempre he tenido la idea de ayudar al territorio"

Quienes conocen a Pablo Franco coinciden en que es una persona emprendedora, ingeniosa y generosa, que se vuelca en lo que hace. Cuando en 2018, acompañado de su mujer y de su bebé, decidió marcharse de la gran ciudad y dejar su negocio para tomarse un año sabático y emprender una nueva vida en Sabayés, pensó qué podía hacer para ayudar a las personas que, como él, querían cambiar de vida, asentarse en un pueblo y montar negocio en el mundo rural.
Y en este pequeño núcleo, perteneciente a Nueno, de menos de 40 habitantes, surgió 'Emprender en el pueblo', que arrancó como un 'podcast' de ayuda y se ha convertido en toda una referencia en el mundo del emprendimiento rural.
Una voz autorizada que se escuchada en los principales foros relacionados con este sector. Además, son varios los Ayuntamientos que le han pedido asesoramiento con el fin de atraer a personas que quieran vivir en el pueblo y generar proyectos propios, que creen riqueza.
"Este proyecto no surgió para ganar dinero, ni mucho menos. Yo siempre he querido servirme y servir al territorio y en mi año sabático no quería solo correr y disfrutar de la naturaleza. Me apetecía ayudar fusionando las tres cosas que más me gustan en el mundo, la comunicación, el emprendimiento y la vida rural", explica este emprendedor que ha convertido este ‘podcast’ en su medio de vida.
Y lo hace con sensatez, explicando realmente cómo es la vida en el pueblo, sus ventajas y sus inconvenientes, los obstáculos y trabas de todo tipo a los que se enfrentan los nuevos moradores y también las nuevas oportunidades, porque Pablo tiene claro que "con un buen asesoramiento y comunicación es más fácil saber lo que a uno le espera cuando quiere arrancar la aventura rural". A.E.P

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Carlos Sinusía Apartamentos Ibdes

Carlos Sinusía: "Es necesaria una fiscalidad diferente en estas zonas"

"Es donde hemos nacido y nos hemos criado, y nos han enseñado a amar el territorio desde la época de nuestros abuelos. Aquí están nuestras raíces y seguimos con ilusión por emprender y poner nuestro granito de arena para mantener vivo el pueblo". Así explica Carlos Sinusía, responsable de una casa rural (Apartamentos Rurales Parajes de Piedra) y una empresa de materiales de construcción (Sinusía Lafuente) en Ibdes (Zaragoza), lo que supone para él y sus hermanos, Rubén y Mariola, desarrollar su actividad profesional en el medio rural.
Aunque la mayor parte de su vida la ha pasado allí, estudió en Zaragoza una titulación sobre instalaciones térmicas, al ser uno de los ámbitos de actuación de la empresa, que comenzó como un almacén de construcción que llevaba su abuelo con camiones de reparto. "Siempre estamos involucrados en la dinamización social y cultural de Ibdes. En una ciudad la implicación puede ser más indirecta, pero en los pueblos pequeños la participación es importante para que las cosas salgan adelante", resume.
La ubicación de Ibdes, junto al Monasterio de Piedra y diversos balnearios, lo convierte en un destino atractivo. "Estamos contentos. Desde que abrimos la casa rural, en 2020, y a pesar de las restricciones, hemos recibido turistas de muchos puntos de España, sobre todo de Madrid, Valencia, Cataluña y Andalucía", señala su responsable.
El estado de carreteras secundarias o la falta de cobertura son problemas con los que han tenido que lidiar. "Es necesaria una fiscalidad diferente en las zonas donde hay dispersión poblacional. Los impuestos son los mismos, pero no es igual desarrollar un negocio en una ciudad con mucha gente, que en pequeños municipios, donde hay que redoblar esfuerzos para atraerla", concluye Sinusía. N.L.V.

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Estíbaliz Centeno

Estíbaliz Centeno: "En este caso, la despoblación juega a favor"

Aunque a menudo acarrea serios problemas como la falta de servicios, en otras ocasiones, la despoblación puede convertirse en una oportunidad. "Cuando empezó la pandemia, la gente buscaba irse fuera de las ciudades, y eso benefició al mundo rural. El auge de rodajes que estamos viviendo puede ser un revulsivo más, pues para Aragón es la industria perfecta, ya que se están buscando entornos poco explotados, con baja presión poblacional y que supongan ahorro en tasas o en partidas como la seguridad. Y eso lo encuentras a la perfección aquí. En este caso, la despoblación juega a favor", explica Estíbaliz Centeno, coordinadora técnica de la Aragón Film Commission.
Periodista y productora con una amplia trayectoria en medios de la Comunidad, se especializó como ‘film comissioner’ en Latinoamérica, una experiencia que se llevó de vuelta a Calamocha, donde lleva 16 años viviendo. "Nunca he tenido obstáculos por vivir aquí. Ahora se ha deslocalizado mucho el tema laboral y se puede trabajar casi desde cualquier lugar», expone la profesional, quien se encarga de coordinar los rodajes en el territorio para que quien venga de fuera «tenga una buena experiencia y confíe en él para próximos trabajos".
Videoclips de Mala Rodríguez y Love of Lesbian o películas y series de Netflix como ‘El páramo’ –protagonizada por Inma Cuesta– o ‘Bienvenidos al Edén’ son algunos de rodajes que ha coordinado en la provincia turolense. "Si tienes un proyecto personal, tener familia en un entorno más reducido es mucho más cómodo. Es más fácil tener recogidos a tus hijos en estos lugares y hay más facilidades con los vecinos. Además, te ahorras distancias y hay más tiempo libre. Hace años no era así, porque faltaban cosas, pero ahora son todo ventajas", remarca Centeno. N.L.V.

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REALIZADO POR BLUEMEDIA STUDIO
Este contenido ha sido elaborado por BLUEMEDIA STUDIO, unidad Branded Content de Henneo.

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