El pequeño pueblo de Teruel con 12 habitantes y un bosque de cuento en invierno
En la Comarca del Jiloca encontramos esta pequeña localidad anexionada al municipio de Calamocha que en invierno es tan bonita, teñida de blanco, como vacía.
En Aragón hay muchos pueblos y municipios afectados por la despoblación. Algunas de ellas se quedan prácticamente sin habitantes en los meses más fríos de invierno, pero recuperan e incluso multiplican su población en verano. Y es que tanto en Zaragoza como en Huesca y Teruel contamos con infinidad de pueblos que son tan pequeños como bonitos y un atractivo muy interesante para hacer una escapada. El entorno que los rodea o el patrimonio monumental que albergan los convierte en destinos ideales para conocer en cualquier época del año, aunque algunos brillan más durante algunos meses.
La altitud de Teruel y su situación estratégica hace que numerosos pueblos de la provincia sean el destino ideal si lo que queremos es pasar frío e, incluso, ver nieve. En otoño los marrones, amarillos y naranjas tiñen los paisajes, pero en invierno en esta provincia podemos disfrutar de auténticas postales dignas de revista.
Qué ver en El Villarejo de los Olmos, un pequeño y encantador pueblo de Teruel
Situado entre las cuencas del Jiloca y del Pancrudo, esta casi vacía localidad de Teruel (con 12 habitantes en 2022) pertenece al municipio de Calamocha, en la Comarca del Jiloca. El Villarejo de los Olmos es mágico en invierno, ya que teñido de blanco se convierte en una preciosa postal que lo hace ver de cuento.
Los principales atractivos turísticos arquitectónicos de El Villarejo de los Olmos son de carácter religioso, entre los que encontramos la Iglesia parroquial de San Jorge, el peirón de Santa Lucía, el peirón de la Virgen del Pilar y la ermita de Santa Rosa. Aunque también destacan el molino harinero, la fuente vieja y la más actual fuente, abrevadero y lavadero de la plaza.
Este pueblo, que se encuentra ubicado en el centro de una zona llana o suavemente alomada correspondiente a una paramera de calizas miocenas horizontales, ligeramente deprimida, cuenta con un único bar, el Tele-Club, el rincón gastronómico de la localidad que es lugar de reunión de los vecinos.
Se pueden realizar rutas para explorar la zona que conectan al pueblo con los vecinos, como el camino a Cosa y Bañón a través de un ignoto bosque de quejigos; y el que nos lleva a Barrachina acompañando el barranco del Mas y atravesando un precioso bosque de ribera con ejemplares centenarios de chopos cabeceros y varios manantiales naturales en forma de balsas.
Asimismo, podemos hacer el camino a la fuente del Padre Selleras en Torrelosnegros (fuente a la que se le atribuyen poderes milagrosos), a travesando un frondoso pinar de repoblación; y el camino a Navarrete, disfrutando durante el trayecto de un denso y relicto sabinar y el más poderoso manantial de este altiplano, la fuente Estud, además de encontrarnos a mitad del camino con el río Pancrudo, que siempre lleva agua.
El Sabinar de El Villarejo de los Olmos
Este bosque de sabinas es uno de los espacios naturales más interesantes del valle del Jiloca y está incluido en la Red Natura 2000 como LIC y posteriormente zona especial de conservación (ZEC). El área protegida como LIC se extiende por Bañón y El Villarejo de los Olmos, alcanzando las 1.500 hectáreas de sabinas y quejigos alternándose con elevaciones con matorrales. Es considerado uno de los sabinares mejor preservados de la zona, con árboles de particular interés.
Esta zona es un paraíso para los animales, ya que atrae a especies de interés europeo como el escarabajo ciervo, sapo corredor, sapo partero, sapillo moteado, sapillo pintojo y estingo ibérico. Así como aquí también se pueden contemplar íbices de Beceite, corzos y jabalíes. Este bonito entorno es de gran valor para las aves, registrándose 44 especies diferentes. El área es uno de los cuatro espacios ecológicos que articulan el medio natural del valle del Pancrudo.
Cómo llegar a El Villarejo de los Olmos, en Teruel
Para llegar a El Villarejo de los Olmos desde Teruel hay que tomar la A-23 en un trayecto de poco menos de una hora en coche. Mientras que desde Zaragoza hay que tomar la misma carretera y el trayecto es de una hora y 25 minutos en coche.
