Las mejores piscinas naturales, ríos y pozas de Teruel, según National Geographic
Se sitúan en entornos únicos, lugares que parecen haberse caído del cielo y que merece la pena visitar si se pasa por Aragón este verano y se pretende huir del calor.
El Matarraña es uno de esos lugares que parecen haberse caído del cielo. Por suerte, cayó en Aragón y desde aquí se puede disfrutar y presumir de sus muchas virtudes. Al noreste de Teruel, sus atractivos van desde extraordinarios productos gastronómicos como el aceite, el vino o los fesols (judías) de Beceite a pueblos de ensueño y enclaves naturales de gran belleza. En días tan calurosos como los actuales, el punto refrescante en esas visitas es oro, y de eso se ha dado cuenta ‘National Geographic’ a la hora de identificar lugares naturales de baño en la zona.
Las pozas del Parrizal de Beceite son un festín, pero solamente para los ojos y las piernas. Ahí no está permitido el baño, pero tal y como recuerda la prestigiosa publicación de viajes, hay otros lugares muy cercanos para hacerlo. Y para festín, por cierto, La Fábrica de Solfa en la propia localidad de Beceite. Una maravilla.
Fuente de la Rabosa y piscina natural de Beceite
Las cascadas que se comunican, un remanso de poca profundidad, el agua fresca y cristalina; las razones para la visita a este enclave son varias. Y tiene playita fluvial gracias a la grava de la esquina. Muy cerca, la piscina natural de L'Assut se ha acondicionado al paso del río Matarraña, con escalera metálica incluida para entrar y salir, y un chiringuito muy bien surtido.
Poza de Lledó
En el mismo límite de la provincia, se comparte con los vecinos tarraconenses de Horta de Sant Joan, con el río Algars como frontera natural. Las areniscas forman escalones naturales en la espectacular poza bajo la Vía Verde, convirtiendo el lugar en un solarium con agua fresca que solo la naturaleza podría haber concebido de una manera tan perfecta. Aguas arriba, en dirección a Arens de Lledó, hay varias pequeñas pozas en el río para disfrutar de una manera más íntima del paraje.
Pantano de la Pena
Se sitúa a los pies de los Puertos de Beceite. Tiene casi 100 años, le faltan siete, y además de bañistas, paseantes y ciclistas que buscan el reposo tras la actividad deportiva también atrae a los amantes del kayak o la pesca deportiva.
Salt de la Portellada
El río Tastavins es el responsable de este hermoso accidente orográfico. Un paisaje casi lunar arriba, con las rocas blancas encauzando las aguas, desemboca en una cascada maravillosa, flanqueada por una gran cueva y que cae 20 metros con gracia en un remanso del río, perfecto para el baño. En verano, la cascada es un hilillo, pero su belleza hace que la excursión valga la pena.
Piscinas de La Pesquera
De vuelva en Beceite, estas pequeñas áreas de baño están entre las más populares de la zona. De acceso libre si se llega caminando o en bici, hay que reservar aparcamiento en el verano si se accede en coche. Están sin duda entre las mejores pozas de Aragón.
