Los pueblos más bonitos de Teruel que no te puedes perder en 2024

Descubre a los siete magníficos oficiales que destacan como los pueblos más bellos de España en la provincia turolense.

Imagen panorámica de Cantavieja
Imagen panorámica de Cantavieja
Laura Uranga

La provincia de Teruel sigue siendo la gran desconocida de Aragón. El boca a boca funciona, y cada vez más gente descubre la sorprendente cantidad de lugares con encanto en una provincia muy grande, amenazada por la despoblación desde hace décadas y que trabaja día a día en explicarle a la gente las inmensas posibilidades de su territorio, tanto para la visita como para otras apuestas de desarrollo, entre las que destaca el cine y la publicidad; toda la provincia es un plató natural y muy diverso para todo tipo de producciones.

Curiosamente, hay una famosa película del oeste que puede resumir bien la importancia de Teruel en el club de los pueblos más bonitos de España; se trata de ‘Los siete magníficos’, de 1960, con una versión moderna de 2016. Teruel se lleva el primer puesto entre los aragoneses del club con 7 de los pueblos más bonitos de España más de la mitad del listado autonómico de 13; Huesca queda en segundo lugar (4) y Zaragoza en tercero (2).

Los pueblos más bonitos de Teruel

  • Albarracín
  • Calaceite
  • Cantavieja
  • Mirambel
  • Puertomingalvo
  • Rubielos de Mora
  • Valderrobres

Qué ver en Albarracín

Es complicado decir algo nuevo de esta joya arquitectónica y natural, situada a 30 kilómetros de la capital de provincia y rodeada por el color terroso y rojizo del rodeno. Albarracín es un lugar de cuento de aventuras medievales, en el que cada esquina parece contar una historia. Para conocer unas cuantas hay que tener las piernas en forma, porque hay cuestas y escaleras por todas partes, y arriba se hallan dos visitas fundamentales: la muralla, a la entrada de la localidad, y la catedral del Salvador con su museo de tapices. Su belleza merece reconocimientos inusuales para un pueblo, como la medalla del mérito en las bellas artes.

Vista de la localidad de Albarracín.
Vista de la localidad de Albarracín.
Laura Uranga

Qué ver en Calaceite

La comarca del Matarraña atesora lugares fantásticos, y Calaceite tiene mucho que ver en el gran atractivo de la zona. Sus casas solariegas, espectaculares, y el paseo por el casco antiguo no tienen precio. Bueno, sí: son gratis. El museo Juan Cabré detalla la impresionante historia de este hijo del pueblo, considerado como un hombre del renacimiento en pleno siglo XX por sus éxitos como arqueólogo e investigador. La iglesia de la Asunción, barroca, luce espectacular en el centro del caserío, y la gastronomía también es otro punto fuerte del lugar gracias a la famosa Fonda Alcalá, mejor restaurante de comida familiar de Aragón en 2017.

Una calle de Calaceite
Una calle de Calaceite
Laura Uranga

Qué ver en Cantavieja

El pueblo situado al final de la Silent Route, aunque para los levantinos suele ser la entrada, tiene una de las plantas más impresionantes de toda la zona del Maestrazgo; situado sobre una gran roca, con casas ‘colgantes’, empieza a conquistar con la plaza porticada y el edificio consistorial, sigue con sus dos hermosas iglesias de la Asunción y San Miguel, el coqueto Museo de las Guerras Carlistas y una oferta hostelera que cuida los cinco sentidos, con el Hotel y Spa Balfagón como representante más destacado

Foto de Cantavieja
Foto de Cantavieja
Ayto. Cantavieja

Qué ver en Mirambel

Conquistar a dos creadores tan hábiles en el relato de la belleza sin adornos como Pío Baroja y Ken Loach no es fácil, pero al conocer Mirambel se entiende fácilmente. Pequeño, accesible, amurallado y cuidado al detalle, este pueblo lleva 5 años en la lista de los bonitos españoles y es Conjunto Histórico Artístico desde 1980, además de contar con el premio Europa Nostra. Las casas-palacio, el recorrido por la mencionada muralla, el convento de las Agustinas (junto al impresionante Portal de las Monjas) y la exploración del entorno hacen que esta visita deje huella, con el añadido en los últimos años de alternativas hosteleras como las Moradas del temple o Casa Mases.

José Miguel Marín, residente de Mirambel y coleccionista de Pío Baroja. Al fondo, el hermoso Portal de las Monjas.
José Miguel Marín, residente de Mirambel y coleccionista de Pío Baroja. Al fondo, el hermoso Portal de las Monjas.
Laura Uranga

Qué ver en Puertomingalvo

Las visitas comienzan aquí por el castillo, recuperado para la causa turística, y siguen en régimen de paseo por todo el casco urbano, empedrado en su mayoría. La obra del artista local Gregorio Gil, un experto maestro cantero, tiene varias muestras visibles, y la iglesia de la Purificación de Nuestra Señora asombra por sus dimensiones y detallismo. Sin embargo, el entorno natural brilla aún más, desde curiosidades como la piedra sacrificial o la impresionante Cascada del Arquero, a la que se accede camino al río Linares y después de una buena caminata desde el pueblo; que exige mucho en el camino de regreso, que es cuesta arriba.

Foto de Puertomingalvo
Foto de Puertomingalvo
Laura Uranga

Qué ver en Rubielos de Mora

Aunque su vecina Mora de Rubielos también tiene mucho que ofrecer, empezando por el increíble castillo, lo cierto es que el casco antiguo de Rubielos de Mora es uno de los más bonitos de España., sin duda. Una veintena larga de casas palacio constituyen el principal reclamo, aunque son privadas y solo pueden admirarse desde fuera; el arte en forja sobre las farolas, que recuerda las profesiones de los antiguos habitantes de las calles, es un detalle que no se ve en otros sitios. Tampoco es común tener en un mismo pueblo dos museos dedicados a figuras de impacto nacional, originarios del lugar, como el escultor José Gonzalvo o el pintor Salvador Victoria. El claustro de los Carmelitas Calzados y el convento de las Madres Agustinas también impresionan.

Una calle de Rubielos de Mora
Una calle de Rubielos de Mora
Laura Uranga

Qué ver en Valderrobres

La capital comarcal del Matarraña tiene un rasgo muy particular. Su casco antiguo, protegido por muralla y con castillo en la cima, sigue un esquema bastante habitual, pero lo que no es tan común es quedarse con la boca abierta al contemplar esta parte del pueblo desde afuera, con el precioso puente sobre el río Matarraña y el portal de acceso, con la Fonda La Plaza recibiendo a los visitantes. En el Museo, situado frente al castillo y su iglesia de Santa María la Mayor, hay una zona dedicada a una de las hijas más queridas del pueblo, Elvira de Hidalgo, profesora de canto de María Callas. A unos kilómetros en el Mas de Bunyol, hay otro atractivo artístico: el muladar de Buitreman.

Buitreman, con la carretilla llena de despojos del matadero de Valderrobres, rodeado de buitres en el Mas de Bunyol.
Buitreman, con la carretilla llena de despojos del matadero de Valderrobres, rodeado de buitres en el Mas de Bunyol.
Laura Uranga

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