Laso, Casillas, Cruyff… El sufrido corazón de los deportistas

El susto de Juan Carlos Carcedo llega apenas unas semanas después del llamado ‘culebrón Laso’, que ha acabado con el entrenador del Real Madrid de baloncesto fuera del banquillo blanco y que fue motivado, precisamente, por una dolencia cardiaca. Laso, de 54 años, sufrió el mes pasado un “leve infarto de miocardio”, pasó dos noches en la uci y tuvo que ser sometido a un cateterismo. Justo cuando el médico le daba el alta y le permitía continuar con el tratamiento en casas, el Real Madrid decidió prescindir de sus servicios. En la actualidad, el exbaloncestista parece recuperado y toda la indicación que le han dado los sanitarios es que debe cuidar su dieta y hacer ejercicio físico.

Otro caso reciente fue el del portero español Iker Casillas, que sufrió en 2019 un infarto agudo de miocardio durante su etapa con el Oporto. El que fuera también jugador del Real Madrid tenía 37 años cuando tuvo que ser ingresado de urgencia después de sufrir un problema cardiaco durante el entrenamiento de su equipo. La sesión de trabajo fue interrumpida y el mostoleño fue ingresado en el Hospital CUF Porto, donde fue sometido a un cateterismo. La rápida intervención permitió que Casillas evolucionara favorablemente desde el primer día en la unidad de cuidados intensivos y consiguió superar los problemas de salud “con humor y sin más complicaciones”, afirmó en su día el portero.

Los casos del Kun Agüero -que no llegó a debutar con el Barça-, Rubén de la Red -que tuvo que dejar el fútbol o Christian Eriksen -desplomado en plena Eurocopa durante un partido con la selección de Dinamarca- fueron de lo más sonado también, si bien la afición zaragocista tendrá más presente el de Dawmena. 

Han pasado ya dos años desde que el jugador del Real Zaragoza, Raphael Dwamena, fuera intervenido del problema de corazón por el equipo médico de la Unidad de Arritmias del Hospital Miguel Servet de Zaragoza. Al delantero ghanés tuvieron que implantarle un desfibrilador automático que le protegiera de las arritmias graves. Sin abandonar la capital del Ebro, los aficionados recuerdan también el susto de Jaume Grau el año pasado, que fue fichaje de invierno y tuvo que estar parado varios meses para someterse a una intervención con un estudio electrofisiológico y una ablación por catéter en el corazón. Igualmente, es obligado citar al francés Etinof, fichaje revocado hace cuatro años, y los más veteranos recordarán cómo el internacional zaragocista Juan Antonio Señor tuvo que dejar el fútbol en 1991 después de que los cardiólogos señalaran que padecía una arritmia hiperactiva ventricular mayor.

Más o menos a aquella misma época se remonta el ataque al corazón que sufrió Johan Cruyff, en febrero de 1991, que fue igualmente sorpresivo y muy mediático. Han pasado más de treinta años de la noche en la que la salud de Cruyff mantuvo en vela al deporte español, dado que tuvo que ser operado de urgencia a causa de una insuficiencia coronaria “en fase aguda”. Cruyff regresó “con molestias” de un partido en Valladolid y al día siguiente tuvo que ser intervenido durante más de tres horas. Le realizaron un doble 'bypass', no sin antes advertirle los médicos de que el estrés y tabaco habían socavado su salud. El holandés, no obstante, se recuperó a las mil maravillas, volvió a entrenar y en los años siguientes -con Koeman, Laudrup y Stoichkov- ganó cuatro ligas consecutivas.