Los claroscuros de Belloch

Belloch ha cambiado la cara de la ciudad en su etapa como alcalde pero también ha visto cómo naufragaban algunos de sus proyectos estrella.

El alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch
Los claroscuros de Belloch
J. M. Marco

Es tiempo de balance en el Ayuntamiento de Zaragoza tras la renuncia de Juan Alberto Belloch a repetir como candidato socialista a la que hoy es la mayor alcaldía que conserva el PSOE en España. “Doce años son muchos”, dijo el alcalde el jueves. Son, es cierto, y también dan para mucho. En sus tres legislaturas al frente de la capital aragonesa Belloch puede presumir de haber cambiado la cara de la ciudad, aunque no haya unidad de opiniones en si este cambio ha mejorado o empeorado Zaragoza.


Hay quien ha definido a Belloch como el alcalde de los grandes proyectos. Con él llegaron la Expo Internacional de 2008, Arcosur, la revolución en materia de movilidad, la Milla Digital... Nada de eso existía cuando el alcalde accedió al poder el 14 de junio de 2003.


El acontecimiento que más ha impactado en la ciudad en esta etapa ha sido sin duda la Expo del Agua, que tuvo en Belloch a uno de sus grandes valedores, a pesar de que había sido su predecesor, el malogrado José Atarés, quien comenzó a trabajar por la muestra en el año 2000. Los trabajos para adecuar el espacio en el que se levantaría la Expo y los accesos al mismo se desarrollaron con intensidad entre el 16 de diciembre de 2004, día en el que Zaragoza fue elegida, y el 14 de junio de 2008, jornada en la que se inauguró la muestra.


El meandro de Ranillas se convirtió en un recinto con infraestructuras emblemáticas y con el Parque del Agua como una de las referencias de ocio al aire libre más importantes de la ciudad. Además, se recuperaron las riberas para el disfrute de los zaragozanos. Pero hoy, poco más de cuatro años después de la clausura de la Expo, la factura que esta dejó a la ciudad sigue en entredicho pues grandes proyectos que iban aparejados a la muestra, por ejemplo el desarrollo del llamado barrio del AVE, se quedaron en agua de borrajas.

Revolución en la movilidad de la ciudad

De la mano del tranvía y la bicicleta Belloch trajo hasta Zaragoza una verdadera revolución en materia de movilidad que en muchos momentos de su etapa como alcalde le ha supuesto más de un quebradero de cabeza. Apostó fuerte por la bicicleta y, de la mano de la concejala Carmen Dueso, por la implantación del tranvía, que había sido retirado de la ciudad en 1976.


Este nuevo medio de transporte 'acercó' a la ciudad el nuevo barrio de Valdespartera y cambió el aspecto del eje Gran Vía-Fernando el Católico-Independencia, además de modificar el entorno de las Murallas Romanas (en cambio la peatonalización de Don Jaime fue un sonoro fracaso). Así, se ha alejado a gran parte del tráfico rodado que soportaba el centro de la ciudad, que también ha disminuido por la puesta en funcionamiento de la Z-30 y Z-40, que se completaron bajo su mandato. Otras vías de comunicación, como el túnel de la A-68, duermen el sueño de los justos.


Durante su despedida, Belloch señaló que estaba orgulloso de la integración de las nuevas tecnologías en la ciudad, una política impulsada desde la consejería municipal de Cultura para hacer de Zaragoza una 'ciudad inteligente' que tiene al Centro de Arte y Tecnología (CAT) y al Caixafórum como algunos de sus mejores exponentes.

Acontecimientos que hicieron aguas

Pero no todos los grandes proyectos lanzados desde la alcaldía socialista se hicieron realidad. En su empeño por situar a Zaragoza en el plano internacional, Belloch traer a la ciudad grandes acontecimientos, como la capitalidad europea de la cultura 2016 y Expo Paisajes 2014, que nunca llegaron a materializarse y acabaron costando dinero a las arcas públicas.


San Sebastián le arrebató a la capital aragonesa la capitalidad europea de la cultura en 2011. Una designación que supuso un gran varapalo para el Gobierno de la ciudad, que se veía con muchas posibilidades de acoger este acontecimiento, y que generó incluso una investigación del Ministerio de Cultura.


Por su parte, Expo Paisajes echó andar poco después de la Exposición Internacional de 2008 en Dubái. Se vendió como una continuación de la Expo del Agua pero muy pronto comenzaron a flaquear los apoyos políticos y ciudadanos y el proyecto se descartó.


Tampoco le fue bien al alcalde en la carrera para ser reconocido mejor alcalde del mundo que otorga la fundación City Mayors. Belloch fue finalista de este galardón en los años 2005 y 2006 y este año llegó a estar nominado pero no accedió a la ronda final.

Sombras en materia económica

Este jueves, Belloch se marchó entre el apoyo y respeto de su equipo de Gobierno y entre valoraciones dispares de IU y CHA, que han sido sus apoyos en su última legislatura, y del PP, el partido más votado en las elecciones de mayo de 2011 y que ha sido el azote de Belloch los últimos cuatro años.


El pasado mes de mayo, los populares denunciaron que el Gobierno de la ciudad tenía facturas en los cajones por un valor cercano a los 59 millones, algo que el Ayuntamiento negó. Esta acusación llegaba tan solo unas semanas después de conocerse la existencia de un informe de la Cámara de Cuentas de Aragón que informaba de un agujero de más de 355 millones en la contabilidad municipal, una cifra que el propio alcalde tachó de "hiperbólica" e increíble


De considerables dimensiones sí es la deuda pública que acumula Zaragoza y que cerró 2013 con un volumen de créditos a largo plazo de 860,7 millones, la cuarta cifra más alta de los municipios de España. Belloch tendrá que seguir trabajando hasta el final de la legislatura para rebajar esta cuantía, así como el equipo de gobierno que se haga cargo de las riendas de la ciudad a partir de mayo de 2015.