Los trabajadores del bus urbano de Zaragoza dan por concluido el convenio y empezarán a negociar el nuevo este mes
Empresa y sindicatos se verán mañana en el SAMA para tratar de evitar los paros convocados en protesta por la "falta de visibilidad" del modelo eléctrico de Irizar.
Los trabajadores del bus urbano de Zaragoza dan por concluido su actual convenio y empezarán a negociar este mes el nuevo con Avanza. El presidente del comité, José Manuel Montañés, confirmó ayer que el acuerdo "ya ha sido denunciado", y que las conversaciones comenzarán en pocas semanas. Los conductores buscarán conseguir "todo lo que quedó pendiente en el anterior", incluida una nueva subida salarial ligada al índice de precios de consumo (IPC). "Pediremos el IPC y un porcentaje adicional, de entrada. Luego, veremos qué sucede. La plataforma de convenio ya está configurada. Solo faltan por perfilar pequeños detalles relacionados con temas de igualdad", dijo.
La negociación se reanudará apenas un año después del acuerdo que permitió poner fin a la huelga más larga en la historia de la ciudad; 650 días que dejaron esperas de más de 20 minutos en los peores momentos del verano y en fechas señaladas como las Fiestas del Pilar. Entonces, la plantilla logró dos días de reducción de jornada y un incremento salarial equivalente al 75% de la suma de los IPC de 2020, 2021, 2022 y 2023, entre otras mejoras.
La previsión es que las primeras conversaciones se produzcan hacia finales de mes. Será entonces cuando el comité, liderado por Sattra, entregará a la empresa la nueva plataforma. En ella volverá a reclamar poder fichar al inicio y el final de la jornada para controlar las horas extra y mejoras en lo referente a las bajas laborales, entre otras medidas. "La empresa no tendrá muchas dudas sobre lo que vamos a pedir. Es todo lo que quedó en el tintero en el anterior convenio. Hay que volver a ponerlo encima de la mesa y tratar de llegar a acuerdos", agregó.
La duda ahora es si esta nueva negociación terminará provocando afecciones al ciudadano como ha venido ocurriendo con cada convenio. Pese a las mejoras salariales pactadas a finales de 2022, en los últimos meses han sido varias las amenazas de huelga. Ocurrió para las Fiestas del Pilar, cuando el Ayuntamiento tuvo que adelantar la implantación de los nuevos tiempos de recorrido en varias líneas para evitar paros parciales, y podría volver a suceder a partir de este fin de semana, cuando comenzarían los convocados de 9.00 a 10.30 y de 20.00 a 21.30 en protesta por la "falta de visibilidad" de los buses eléctricos de Irizar, pendientes de ser ratificados por la plantilla en referéndum.
El director de Avanza, Guillermo Ríos, ha instado al comité en repetidas ocasiones a "cambiar la cultura de la amenaza constante" y optar por la vía del diálogo, una filosofía que mantendrá en la negociación del nuevo convenio con el objetivo de que no se produzca "ningún paro" a futuro.
Montañés tiene claro que no podrán conseguir el 100% de las reivindicaciones incluidas en la plataforma, pero rechaza "que, de entrada, no se quiera tratar un tema o se nieguen a negociarlo", como ocurrió en la anterior ocasión con el registro de jornada.
La propia duración del convenio formará parte de la negociación. Desde el comité no tendrían problema en limitarlo al periodo comprendido entre 2024 y 2027, aunque se trata de algo "variable", según apuntó Montañés.
Votaciones, SAMA y protesta
Al margen de la negociación del convenio, empresa y trabajadores volverán a verse mañana en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA) por la convocatoria de paros, que se extenderían a todos los fines de semana de enero y afectarían también a la primera hora del bus nocturno. Será a partir de las 10.00, con las votaciones en cocheras ya abiertas. Los empleados deberán pronunciarse de 4.30 a 0.00, hora a la que se conocerá si salen o no adelante, y también están llamados a concentrarse en la plaza de España a partir de las 18.00.
Hoy, el comité trasladará su postura a la plantilla en las asambleas convocadas de 10.00 a 13.00 y de 17.00 a 19.30 en el salón de actos de CC. OO., en el paseo de la Constitución. Los trabajadores confían en que Avanza ponga sobre la mesa "soluciones" para evitar los "ángulos muertos". No obstante, tanto la empresa como el Ayuntamiento llevan semanas insistiendo en que los autobuses eléctricos son seguros y están homologados. La propia concejala de Medio Ambiente y Movilidad, Tatiana Gaudes, aseguró a finales de año que no veía motivos para esta nueva convocatoria, pero desde la plantilla ven necesarias medidas adicionales para evitar el riesgo de atropello.
Con todo, los empleados siguen en conversaciones con el Ayuntamiento y la contrata para continuar mejorando los tiempos de recorrido de las principales líneas del bus, reivindicación con la que pretenden adaptar los llamados cuadros de marcha a las condiciones actuales del tráfico en la ciudad. En menos de tres semanas está previsto que los cambios se apliquen a otros 11 itinerarios.
