La plantilla del bus urbano retoma sus protestas mañana con un paro de ocho horas

Todas las líneas de Auzsa empeorarán sus frecuencias por la mañana entre las 9.00 y las 13.00, y por la tarde de 16.00 a 20.00.

Hoy toca disfrutar del Día de Aragón, aún a sabiendas de que muchos zaragozanos tendrán que ‘recorgerse’ antes y madrugar un poco más mañana para no llegar tarde a trabajar. La plantilla de Urbanos de Zaragoza aprobó anoche en referéndum convocar para mañana un paro parcial de ocho horas que provocará no pocas esperas y caras de pocos amigos bajo las marquesinas. La jornada de huelga de los conductores se efectuará de 9.00 a 13.00 y de 16.00 a 20.00 y afectará por igual a todas las líneas de bus, mientras que el personal de talleres, caja, oficinas (por ejemplo la de atención al público del Caracol) y en el resto de departamentos pararán las dos primeras horas de cada turno.


Los motivos que han llevado al comité de empresa a volver a convocar medidas de presión, esencialmente, se resumen en dos:por un lado, critican que se esté cubriendo el servicio con horas extras y no con los trabajadores que continúan desde agosto en la bolsa ERE; por otro lado, los conductores denuncian que se han confeccionado unos cuadros de marchas que no se ajustan a la realidad del tráfico.


Argumentan que desde la última reforma de la red de buses –que entró en funcionamiento el pasado 3 de febrero– se ha perdido calidad de servicio, tal y como reivindican también algunos de los barrios más afectados como el Actur o Las Delicias. "Los recortes en tiempo de recorrido, sumados a los de personal, generan un aumento de productividad, que no fue pactado con el comité", denuncian los trabajadores.


Desde el propio comité se explica que líneas como la 22, 32, 33 y 42 completan habitualmente viajes en vacío y sufren muchos apuros para cumplir puntualmente con su cita en las marquesinas. También la 23, que se ha ‘estirado’ en sus dos extremos de Parque Venecia al campus Río Ebro, y la 44, que ha ganado recorrido por el Actur y Miraflores, resultaban antes más eficientes.


El pasado día 15 se reunieron trabajadores y dirección en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje y, aunque se anunció la reincorporación de otros diez trabajadores, ambas partes no alcanzaron un acuerdo. El comité considera que estas altas siguen siendo insuficientes dado el gran volumen de trabajo y calculan que el número de reingresos debería superar los 25 trabajadores para que no se tuviera que recurrir a las horas extra del resto de plantilla.


Además, hay muchos otros aspectos que los trabajadores también aspiran a dilucidar con esta medida de presión como son los descansos para los ambulantes, el archivo de los expedientes sancionadores, el abono de los permisos retribuidos o la instalación de aseos en los finales de las líneas. En lo referido al servicio que brindan a los ciudadanos, también reivindican que "se garantice el adecuado mantenimiento de los vehículos" y apuntan que la antigüedad de buena parte de la flota está en la raíz de sucesos como el reciente incendio de un autobús (un vehículo de la línea 28) mientras prestaba servicio a la entrada de Montañana.


Aunque la jornada de huelga de mañana será puntual, a muchos sufridos usuarios les traerá a la memoria los últimos paros parciales de los conductores que se prolongaron durante más de dos meses. Entonces los trabajadores protestaban por el ERE presentado por la empresa después de que el Ayuntamiento recortara en casi tres millones de kilómetros la nueva concesión. Finalmente, y tras ampliación municipal de la red de buses en 500.000 kilómetros, empresa y plantilla acordaron el reingreso en el plazo de dos años de los 125 empleados despedidos de forma forzosa el pasado mes de agosto.