sucesos en zaragoza 

Dos altercados seguidos vuelven a sublevar a los vecinos de la zona de Pignatelli

La convivencia se ve alterada a diario por peleas, reyertas y robos. Se quejan de que las cámaras de seguridad no se reparan cuando los vándalos las dañan o las rompen. 

Esta cámara la rompieron y lleva sin funcionar desde antes de Semana Santa
Esta cámara la rompieron y lleva sin funcionar desde antes de Semana Santa
Heraldo

Los problemas de convivencia persisten en el entorno de la calle de Pignatelli y no hay día que no se produzca un altercado en el que no tenga que intervenir la Policía. Si el viernes se desató una pelea entre cinco personas en el cruce de la calle de Boggiero con Cerezo, este sábado ha sido un maltratador el que ha puesto en jaque a los agentes. La Policía Nacional tuvo que montar un amplio dispositivo en la calle de Cerezo con Boggiero para detener a un agresor que unas horas antes había causado lesiones a su novia.

El hombre, identificado como Rafael Roberto C. J., de 32 años, se resistió fuertemente a ser detenido por los policías que acudieron a su domicilio de la calle de Cerezo para detenerlo por haber agredido a la mujer con la que convive. Pero el día de antes, poco antes de las dos de la tarde, se produjo un altercado prácticamente en el mismo sitio que se saldó sin heridos ni detenidos puesto que no se denunciaron entre ellos.

Precisamente en esa esquina el Ayuntamiento de Zaragoza puso una de las ocho cámaras de vigilancia que hay en la zona para tratar de incrementar la seguridad y disuadir a los delincuentes. Sin embargo, la cámara la rompieron ya antes de la Semana Santa y aún no ha sido reparada. Otros de los dispositivos también han sido bien golpeados o girados para que no cumplan con su objetivo. Fuentes del Ayuntamiento han asegurado que está previsto arreglarla en breve.

«Los dispositivos fueron colocados a bombo y platillo por el Ayuntamiento pero las que están en las esquinas de calle la calle de Cerezo y Aguadores han sido vandalizadas y no funcionan», afirma Javier Magén, presidente de la Asociación de Vecinos Plataforma de afectados del Gancho y Pignatelli.

Magén añade que han pedido por instancia general nueva reunión urgente con Patricia Cavero para solucionar el tema de las cámaras. Además, le van a proponer que se cree nuevamente de forma excepcional «una policía de barrio» para el Gancho con patrullas a pie y en moto para que vigilen y sancionen cualquier infracción delictiva y urbanística.

El presidente de la asociación mencionó el «agravio comparativo» que supone que los cuatro dispositivos de vigilancia que pusieron en diciembre de 2021 (que se sumaron a otros cuatro ya colocados con anterioridad) costasen 8.000 euros, no los reparen cuando los rompen y estén semanas sin funcionar, con los 240.000 euros que van a costar las cámaras de última generación que van a poner en las calles de Fita y Dato. 

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