Avistado el primer ciervo en el valle de Ordesa

El Parque Nacional da a conocer la presencia de esta especie, de la que se sospechaba, un hecho considerado "excepcional" y "de gran valor científico". 

Foto nocturna de una cierva captada por fototrampeo el 2 de febrero de 2024.
Foto nocturna de una cierva captada por fototrampeo el 2 de febrero de 2024.
Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido

El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido no deja de deparar sorpresas. Hace poco más de un año, y por primera vez tras su extinción dos décadas atrás, se avistó una cabra montés, un macho joven que cruzó desde los Pirineos franceses, donde hace años se realizaron sueltas para recuperar la especie. No por esperado, el hecho impactó menos. Se sabía que tarde o temprano los animales liberados al otro lado de la frontera cruzarían hacia España.

Ahora, la sorpresa la ha deparado un ciervo. Para ser más precisos, una cierva. El pasado 2 de febrero de 2024, de madrugada, concretamente a las 2.27, una cámara de fototrampeo registró la presencia de una hembra de esta especie paseando por la pradera en el valle de Ordesa. Una noticia de la que el Parque Nacional se ha hecho eco este lunes a través de sus redes sociales. 

Con una cámara de visión infrarroja, el Parque Nacional de Ordesa, ha podido identificar a un ciervo

Según reconoce, no resulta sencillo avistar a los habitantes de Ordesa,  especialmente a los mamíferos, "que suelen ser esquivos, se camuflan entre la vegetación, se alejan de los humanos y tienen hábitos nocturnos".

Por ello, explica el Parque, para detectar su presencia o comportamiento es esencial emplear métodos indirectos, como el análisis de rastros, señales y el uso de cámaras de fototrampeo.

Una de estas cámaras, instalada en el fondo del valle de Ordesa, capturó una imagen que considera "excepcional y de gran valor científico". Es el primer documento gráfico que confirma la existencia de ciervos en el valle. "Hasta ese día, solo se contaba con algunas citas históricas de avistamientos de ciervos, documentadas por cazadores en el valle de Bujaruelo, donde también se considera un animal muy raro".

La sorpresa ha sido relativa, ya que en 2022, el equipo de seguimiento ecológico identificó algunos excrementos que levantaron sospechas sobre la presencia de ciervos. Por ello, a principios de 2024, se instalaron dos cámaras de fototrampeo en lugares cercanos a los rastros encontrados. 

En el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido existen hasta cincuenta especies de mamíferos. Además del zorro, se pueden encontrar ardillas, roedores, marmotas, felinos como el gato montés, o jabalíes. También sarrios o rebecos, los bóvidos más representativos de la fauna pirenaica, cuyo hábitat se sitúa entre los 1.500 y los 2000 metros de altitud, llegando en verano a rondar los 3000 m. 

Los expertos mencionan que había signos de la presencia de ciervos en el valle de Pineta, otro de los sectores del Parque Nacional, pero muy escasa, y no se tenía constancia en los demás valles del espacio protegido.

Según el profesor Juan Herrero, del área de Ecología de la Escuela Politécnica Superior de Huesca, los ciervos son animales filopátricos, es decir, con tendencia a vivir donde han nacido. "Se dispersan muy poco a poco". Solo hay una población autóctona en el Bajo Aragón y en otros tres lugares proceden de la reintroducción: la Garcipollera, Agüero y los Montes Universales

A partir de estos cuatro núcleos, han ido aumentando y ahora están presentes en el 50% del territorio aragonés, mientras que otras especies de mamíferos, como el corzo y el jabalí están en el cien por cien, comenta el experto. "Estamos en plena expansión. En unos años será relativamente común ver ciervos en zonas supraforestales, por encima de los bosques", señala. 

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