Por primera vez tras su extinción hace más de dos décadas se ha avistado una cabra montés en el interior del Parque Nacional de Ordesa. El ejemplar, al parecer un macho joven, ha cruzado desde los Pirineos franceses, donde hace años se realizaron sueltas para recuperar la especie. No por esperado, el hecho ha sorprendido menos. Se sabía que tarde o temprano los animales liberados al otro lado de la frontera cruzarían hacia España, como ha ocurrido en otras partes de la cordillera. "Es algo histórico", ha comentado la directora del espacio protegido, Elena Villagrasa, recordando la muerte en el año 2000 del último bucardo, una subespecie de cabra montés.

El avistamiento se produjo de manera casual. Operarios de Carreteras del Gobierno de Aragón estaban realizando la revisión de la estación meteorológica desde la que se hace el control nivológico del barranco de la Canal para prevenir la caída de aludes en la carretera de Torla a la Pradera. Durante el vuelo con helicóptero, mientras grababan el paisaje de Mondarruego, vieron que algo se movía y resultó ser una cabra montés.

La especie se extinguió en el Pirineo francés en 1910 y en el español en el 2000 con la muerte del bucardo. El país vecino acometió a partir del 2014 un ambicioso proyecto para la reintroducción contando con la colaboración de España, que le proporcionó animales de las sierras del interior de la Península. Las últimas cedidas por el Ministerio para la Transición Ecológica procedían de Guadarrama. 

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Uno de esos ejemplares es el que ha llegado a Ordesa procedente del vecino Parque de los Pirineos francés. "Es la primera cita de un ejemplar dentro de Ordesa", ha destacado la directora. Según ha explicado Elena Villagrasa, las cabras han pasado por Bujaruelo, zona periférica del espacio protegido. "Ya sabíamos que allí había un rebaño de unos 11 ejemplares. A partir de ahora las iremos viendo más, pero esta es la primera que ha entrado en el Parque Nacional". 

En opinión de la directora, el hecho supone "una mejora de la biodivesidad", del que se ha hecho eco el Organismo Autónomo Parques Nacionales. "Es una especie que se había extinguido. El 6 de enero del 2000 falleció el último ejemplar vivo de cabra que había, el bucardo", ha recordado. 

Se estima que en el Parque Nacional francés hay al menos 335 ejemplares y 220 en otro de sus espacios protegidos. A ellos se suman entre 40 y 50 individuos en el núcleo del valle de Arán. 

Sí se han visto cabras, procedentes de Francia, en otras zonas del Pirineo aragonés, como Panticosa o Sin (Tella-Sin), donde existen pequeñas poblaciones procedente de Francia y Cataluña. En 2015, el Consejo Rector de la Reserva de la Biosfera Ordesa-Viñamala estudió la puesta en marcha de un plan para reforzar a la población de cabra montés tras la muerte del último bucardo, pero no se llegó a realizar. Una de las fórmulas planteadas era la captura y el transporte de ejemplares de La Pedraza (Madrid), donde existe sobrepoblación. Con ella se pretendía aumentar los atractivos turísticos de este espacio, declarado en 1977, que ocupa la antigua Reserva Nacional de Caza de Viñamala y el Parque Nacional de Ordesa (51.396 hectáreas).  

En 2014, los gobiernos de España, Francia y Andorra firmaron una declaración de intenciones para coordinar acciones a favor de la biodiversidad en los Pirineos. La idea era recuperar especies silvestres desaparecidas. Las acciones más concretas iban dirigidas a la reintroducción de la cabra montés, una especie que es objeto de una protección estricta en Francia y no puede ser cazada. Tampoco en Andorra, pero sí en España.