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Arranca la desorbitada carrera (y la oda al exceso) de la decoración navideña

Los viveros zaragozanos comienzan a despachar estos días pequeños abetos y flores de Pascua. Los bazares orientales desempolvan sus luminosos autómatas.

Decoración navideña en el escaparate de un bazar oriental del centro de Zaragoza.
Decoración navideña en el escaparate de un bazar oriental del centro de Zaragoza.
Heraldo

El alcalde de Vigo, Abel Caballero, ya se frota las manos. En Badalona acaban de encender -a mediados de noviembre- el árbol de luces más grande de España. En algunos balcones de Zaragoza ya asoman Papá Noeles rampantes y profusos espumillones. La carrera por la decoración navideña comienza cada año antes y basta con pasear por algunas calles para ver que hay quienes no han podido contener sus ansias de colocar prematuras estrellas de Belén. En los viveros aragoneses confirman también que quién más quién menos ya ha encargado un arbolito o una planta de Pascua.

"Los árboles aún no los hemos recibido, es un poco pronto, pero los esperamos para la semana que viene. Lo que sí se están vendiendo ya son las plantas de Pascua, que aguantan bien y son un regalo sencillo y socorrido, por ejemplo, en las cenas de empresa", explica Marian Faro, del centro de jardinería y floristería Laraflor, que tiene sus instalaciones en Vía Ibérica. Aunque apenas acaba de pasar el Pilar y aún está por delante el Black Friday, las asociaciones de consumidores aseguran que este año "se están adelantando las compras de adornos y decoraciones navideñas", gracias -entre otras cosas- a los mercadillos solidarios como el Rastrillo Ozanam, que hace dos semanas ya mostraba velas, mantelitos e, incluso, disfraces de Papá Noel en el Auditorio de Zaragoza.

Miguel Comín es el responsable de la tienda 'online' especializada Mi árbol de Navidad, y explica que su temporada comienza el 1 de octubre. La demanda este 2023 está siendo buena y para estas fechas ya cuentan con un 50% más de ventas y reservas que el año pasado. Aunque no suele ser hasta el puente de la Constitución (6 de diciembre) cuando las familias tienen por costumbre desempolvar los belenes y decorar la casa, lo cierto es que "los preparativos y la compra de decoración se está adelantando cada vez más", opina Comín. ¿Los motivos? Algunos temen que conforme se acerque el adviento suban los precios y otros no quieren quedarse sin un modelo o un adorno en concreto.

En los viveros zaragozanos explican que "cada vez se despachan más abetos con raíz, en maceta, que después de las fiestas se puedan trasplantar y llevar al monte o un jardín si se dispone de él", cuentan en Jara Garden Center, que atiende al público junto al parquin Sur de la Expo. Los árboles enraizados tienen un precio más elevado, pero se pueden devolver al campo y algunas empresas cuentan con un servicio, incluso, de recogida después de la festividad de Reyes.

Albiol enciende el árbol de Navidad de Badalona (Barcelona) [[[EP]]]
Cientos de personas en el encendido, el pasado sábado, del árbol de Badalona.
EUROPA PRESS

"La concienciación del consumidor por la ecología y sostenibilidad es cada vez mayor y hasta un 70% de los clientes adquieren árboles que se puedan replantar o, simplemente, ramas de abeto", explican los expertos. También se han puesto de moda en los últimos años -continúan en Jara Garden- los pequeños cipreses que pueden durar todo el año, mientras que lo que son árboles artificiales y sintéticos parece cotizar a la baja. Asimismo, "en otro tipo de accesorios decorativos se nota cómo hay un viraje hacia productos elaborados con materiales más sostenibles, como madera en lugar de plásticos", afirma la decoradora Rosa Valls. Lo que no cambia es la tendencia a llenar la casa de colores rojos y blancos, que son "los tonos preferidos en una tradición tan arraigada".

No en vano, en las floristerías también comienzan estos días a hacer acopio de muérdago -se ha puesto de moda ofrecerlo como regalo entre las visitas navideñas- y las bolas para los árboles o las estrellas que buscan crear un ambiente íntimo suelen tener estos colores.

En las redes sociales de Viveros Aznar llevan días ya colgando imágenes de 'poinsettias', esto es, flores de Pascua, tanto blancas como rojas. "Es la planta por excelencia de esta época y no hay decoración navideña sin ella", comentan. Aconsejan, además, que se riegue por inmersión dos veces por semana y que se coloque en un lugar con mucha luz pero alejada del frío y las posibles heladas.

Otra tendencia que perciben los comerciantes es que cada vez más los aragoneses aspiran a expresar su espíritu navideño más allá de la intimidad de su hogar y, por tanto, tienden a decorar también el exterior de sus casas con luces y muñecos que puedan verse a gran distancia.

Hasta aquí el buen gusto

Son clásicas las balconeras con una imagen del Niño Jesús, pero también los Papá Noeles que trepan por los enrejados cual enredadera. Es aquí donde se abre el debate del buen gusto, pues la oda al exceso lleva a combinar estos elementos con Reyes Magos de neón o copos de nieve gigante.

Hace días que en los bazares orientales es difícil ignorar autómatas, luminosos y escandalosos, que poco invitan al recogimiento interior… La mayoría son muñecos de Papá Noel, bien surfeando, haciendo acrobacias, tocando la guitarra o, incluso, toreando, haciendo pases al natural al grito de ‘Ooolé, ooolé’.

Alfombritas para el pie del árbol, con peluche incorporado.
Alfombritas para el pie del árbol, con peluche incorporado.
Heraldo

Aviso para navegantes: todos estos autómatas funcionan con no pocas pilas que, al colocarlas, dejan al descubierto un buen número de cables que no inspiran mucha confianza. "Más que objetos de auténtica decoración, son productos que se venden para hacer bromas a los compañeros", explican desde la asociación Facua-Consumidores en Acción, que anualmente emite un informe sobre la peligrosidad de ciertas guirnaldas de iluminación, que incumplen las normativas e implican ciertos riesgos. Muchos de los citados autómatas -más terribles que los que se prendían fuego en 'Charlie y la fábrica de chocolate'- son demandados como regalos del 'amigo invisible', dado que tienen un precio asequible y aseguran unas cuantas risas.

Los belenes imposibles -con media docena de caganers- o los portales con luces parpadeantes, cuasi epilépticas, también están a la orden del día. Algunos complementan el buey y la mula con varias tortugas ninja. Por cierto, hay quienes denunciarán este ‘horror vacui’ navideño, pero también existen grupos en las redes que defienden el exceso y critican "la tristeza de los árboles sobrios y minimalistas".

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