El pequeño pueblo de Teruel con 62 habitantes que te dejará de piedra
En la Sierra de Albarracín se encuentra este encantador municipio que es todo un tesoro rojizo en Aragón y cuyo nombre describe perfectamente, ya que destaca por su entorno natural.
Aragón es la combinación perfecta de naturaleza y patrimonio arquitectónico y cultural. Una visita a la comunidad te descubre infinidad de rincones de lo más bonitos que hacen las delicias de los amantes de la buena gastronomía, los paisajes y, por supuesto, los pueblos pequeños. Porque si algo hay en el territorio aragonés son lugares con pocos habitantes que, más allá de pertenecer a la España vaciada y todos los problemas que esto acarrea, son paraísos de tranquilidad y desconexión. Muchos de los pueblos de Zaragoza, Huesca y Teruel tienen escasa población, algunos casi no superan ni los 100 vecinos, pero eso no quita para que su belleza y la de sus alrededores sea muy destacable.
De hecho, la provincia de Teruel es la más salpicada por estas diminutas localidades, y la Sierra de Albarracín, además de albergar joyas como uno de los pueblos más bonitos de España, Albarracín; el paraíso nevado de Bronchales; Calomarde y su espectacular cascada... también esconde otros pequeños rincones a los que merece la pena hacer una visita. Y Ródenas, que apenas supera los 60 habitantes, es uno de ellos.
Qué ver en Ródenas, un pequeño tesoro rojizo de Teruel
Perteneciente a la Comarca Sierra de Albarracín, y limitando con la provincia de Guadalajara, se encuentra este pequeño y encantador pueblo de Teruel cuyo nombre lo describe a la perfección por su arquitectura, en piedra de rodeno. Es, además, uno de los pueblos con mayor encanto de la zona y forma parte del Parque Cultural Sierra de Albarracín.
A pesar de su pequeño tamaño, ya que tiene 62 habitantes, su riqueza arquitectónica es enorme. Ródenas es una perfecta simbiosis entre la piedra de rodeno con la que están construidas sus casas y el entorno que lo rodea. Un paseo por sus calles nos descubre bellísimas casonas de los siglos XIII al XVII, así como la obra más emblemática de la localidad: la cisterna o aljibe musulmán, un ejemplar único.
La Casa del Olmo y las Casas Palacio son dos de estos grandes edificios que destacan por su arco de medio punto en la entrada, rejería en los vanos, mampostería y piedra de rodeno, que le otorgan un encanto único y distintivo. No obstante, son muy destacados también los singulares lavaderos del Navajo, construidos, como no podía ser de otra manera, en piedra de rodeno, y el Palomar, situado anejo a la Casa del Olmo.
Merece la pena visita la Iglesia parroquial de Santa Catalina, levantada a finales del siglo XVI, de estilo gótico renacentista, con una portada en arco de medio punto flanqueado por dos pilastras, así como posee siete capillas cubiertas por cúpulas que contienen retablos de los siglos XV al XVII. La torre campanario, de escasa altura, tiene un carácter defensivo.
Otra de las joyas de la localidad es la Ermita de la Virgen de los Poyales, que data del siglo XVI y muestra una gran influencia mudéjar, reflejando la rica diversidad de estilos arquitectónicos en la región. Podemos llegar a ella desde el pueblo en un paseo tranquilo y agradable entre campos de girasoles y de cereales.
Pero el entorno natural de Ródenas destaca por su espectacularidad: la dolina en embudo de la Dehesa de Ribagorda, llamada el “Hoyón de Ródenas”, es una excursión ideal para disfrutar de la naturaleza, y se puede acceder a ella a través de un camino señalizado que sale desde la carretera de Pozondón a Ródenas.
Dónde comer en Ródenas
En la calle Aro la Balsa, 1, de Ródenas se encuentra el Bar Restaurante Los Poyales, donde destacan las croquetas, canelones y cócteles.
Cómo llegar a Ródenas, en Teruel
Para llegar a Ródenas desde Teruel capital hay que tomar la A-23 y la A-1511 en un trayecto de unos 40 minutos en coche. Por otro lado, para llegar desde Zaragoza hay que tomar la A-23 en un trayecto de casi dos horas en coche.
