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Malanquilla engarza sus emblemas patrimoniales en el sendero del agua, la nieve y el viento
Su reconocido molino de viento se integra en un itinerario de cuatro kilómetros que incluye, entre otros, su nevera y una fuente romana.
La inconfundible figura del molino de viento de Malanquilla es un imán turístico y desde la localidad quieren que esa afluencia fluya hacia el resto de su patrimonio. Para intentarlo, el Ayuntamiento, por iniciativa de los investigadores locales Miguel Ángel Solá, Javier Martínez y el cronista oficial Antonio Sánchez, ha acondicionado el llamado 'Sendero del agua, la nieve y el viento'. Se trata de un recorrido circular de cuatro kilómetros, con tramos en pendiente y escaleras, que consta de nueve paradas en sus principales activos patrimoniales. Su adecuación ha contado con una subvención de 15.000 euros, 4.000 de ellos por parte del ADRI Calatayud-Aranda.
Para iniciar este itinerario, la salida se sitúa desde la calle Mazacote para ascender por la calle Castillo, donde quedan algunos vestigios de la fortaleza que defendió el pueblo, hasta llegar a la iglesia de la Asunción, templo gótico del siglo XVI. A continuación, cruzando la plaza se sale del casco urbano hasta llegar a la ermita del Santo Cristo del Humilladero, con unas yeserías singulares, y se bordea el núcleo por el llamado camino de la Cuesta para llegar a la antigua nevera o pozo de hielo, incluida en la lista de Bienes de Interés Cultural por el Gobierno de Aragón y que, con sus 8 metros de profundidad, data del siglo XVII.
En el ascenso por una escalera hasta la nevera, los visitantes llegarán a una plana, donde se encontraban las eras y donde se sitúan los restos de la ermita románica de Santa María Magdalena, de la que se conserva únicamente el ábside. Desde ahí se pasa por el afamado molino de viento, con origen en el siglo XVI, pero recuperado en el siglo XX, para por el cordel de las Pedrizas, un antiguo camino de herradura, contemplar la balsa de los Orcajos. Desde este punto, se toma el camino de Torrelapaja, pero en dirección Malanquilla para ver la cisterna localizada en el manantial de la fuente romana, llamada de los Tres Caños y cierre del trayecto.
"Buena parte de los elementos patrimoniales del pueblo estaban fuera del casco urbano, incluido el molino que atrae a una veintena de personas en las visitas guiadas de los domingos. Quisimos unirlos en un circuito, aprovechando el auge del senderismo y para explotar la belleza paisajística de Malanquilla", argumenta Sánchez. Esta idea de tres cabezas -las de Sánchez, Solá y Martínez- fue recogida por el Ayuntamiento en 2019.
Para el teniente de alcalde de la localidad, Casimiro Moreno, ha sido un proceso "largo, de más de cuatro años, en los que hemos trabajado mucho para sacarlo adelante. Todavía queda algún detalle por cerrar, pero lo más importante ya está hecho". Recuerda Moreno que también se ha actuado en la ermita de Santa María, la cisterna y la fuente. Pero este no es el último de los proyectos, ya que tienen previsto realizar más.
"Queremos realizar la musealización del molino, integrar el depósito de agua, que ahora no está integrado en la realidad paisajística con murales, y también adecentar las nuevas pistas deportivas", enumera Moreno.
