Lobera de Onsella y su rito del herniado, la tradición que sobrevive en las Cinco Villas

Como cada 24 de junio, la localidad celebra un ritual relacionado con árboles mágicos y curaciones que se remonta a principios del siglo pasado.

Imagen de archivo del rito del herniado con un bebé de Lobera de Onsella
Imagen de archivo del rito del herniado con un bebé de Lobera de Onsella
Ayuntamiento Lobera de Onsella

Las palabras "tómalo Juan, dámelo Pedro; herniado te lo doy, sano te lo devuelvo" volverán a pronunciarse este sábado por la noche en Lobera de Onsella (Zaragoza). La localidad cincovillesa celebra, como cada 24 de junio, el rito del herniado, una tradición que apenas se conserva ya en ningún lugar de España y que está relacionado con la curación de hernias y los árboles mágicos. 

En este caso, el ritual se remonta a principios del siglo pasado, tomando como referencia una fotografía de 1926 en la que se puede ver cómo entre dos personas se pasa a un bebé con una hernia por el hueco del tronco de un árbol del paraje de La Mosquera. Los protagonistas son, además del niño, los oficiales Juan y Pedro, que repiten el gesto hasta tres veces. 

La tradición, que antiguamente se celebraba en muchos otros lugares, apenas ha llegado hasta esta época en algunos puntos de España y uno de ellos es Lobera de Onsella. Ya en tiempos, hasta el paraje de La Mosquera llegan personas incluso del sur de Francia. No solo bebés, sino también adultos, en búsqueda de una solución para sus males. Actualmente, la escena de la foto recuperada se recrea cada 24 de junio, ya que el rito se relaciona con la noche de San Juan. Ahora, los bebés a los que se pasa por el tronco del árbol no suelen estar enfermos, sino que son los que han nacido en la localidad durante el año.

Este año, será una loberana, Berta Montero, la que sea pasada por unos de los árboles mágicos de La Mosquera. Será después de que los vecinos de Lobera hayan llegado hasta allí en romería desde el casco urbano. Además, durante la tarde del sábado, también se celebrará la tradicional merienda en las eras. Para completar el día, por la noche habrá discomóvil.

La Asociación Cultural Sesayo, en colaboración del Ayuntamiento de Lobera de Onsella y los vecinos de la localidad, volverán a recrear este ritual
La Asociación Cultural Sesayo, en colaboración del Ayuntamiento de Lobera de Onsella y los vecinos de la localidad, volverán a recrear este ritual
Comarca de las Cinco Villas

Casi 20 años desde la recuperación del rito

El rito del herniado dejó de celebrarse en Lobera en torno a 1960 y, tras un intento fallido de un grupo de vecinos para recuperarlo una década después, fue en 2004 cuando se volvió a representar hasta la actualidad. Su impulsor fue el loberano Pascual Plano, que investigó sobre el ritual para una grabación del documentalista Eugenio Monesma. En agosto de ese mismo año se constituyó la Asociación Cultural Sesayo para, entre otros fines, continuar con esta tradición y que no volviera a perderse.  

Desde entonces, excepto en 2020 por la pandemia, se ha celebrado cada año. En algunas ediciones han llegado a participar hasta seis bebés, originarios del pueblo o relacionados con él. En esta ocasión, solo será una. 

Como es habitual, la ceremonia comenzará antes, con una merienda en las proximidades de la ermita, a las siete de la tarde. Este encuentro es el equivalente a la misa que antiguamente se celebraba previo al rito. Desde allí, todo el pueblo va en procesión hacia el cercano bosque de La Mosquera, a cuyos robles, fuertes y frondosos, se les atribuyen propiedades mágicas. Sobre las 21.30, cuando la noche está a punto de caer, la participante en el rito de este año será desnudada y pasada a través de la abertura del árbol.

Antiguamente, si se trataba de adultos, se tapaban con una sábana por pudor, y se abrían tantos árboles como herniados acudían a esta ceremonia sanadora. Después, el tronco de estos robles milenarios se reconstruía, sellándolo con barro, por sus propiedades cicatrizantes, y dejándolo reposar esperando que se cerrara su herida. Según la tradición, los herniados que pasaran por árboles que sanaran después, también sanarían. Si así fuera, deberían regresar un año después en señal de agradecimiento. Si, por el contrario, no se producía el milagro, se tenían otras dos oportunidades, en las dos próximas noches de San Juan, para volver a participar en el ritual.

La popularidad de Lobera de Onsella antaño por el poder curativo de sus árboles ha dado paso al atractivo de esta recreación, que cada año lleva a más visitantes a vivir de cerca el ritual. Los propios vecinos están implicados en la celebración y se visten de la manera más fiel posible a la fotografía de 1926 en la que se inspiran para repetir la escena. Desde 2016, el rito del herniado de Lobera de Onsella está incluido en la guía de recreacionismo de la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ).

Apúntate a la newsletter de turismo y recibe en tu correo una selección de propuestas para viajar y descubrir la comunidad aragonesa.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión