aragón es extraordinario

Torrellas, un museo al aire libre para quedarse a vivir

Gracias a los murales, Torrellas es más bonito desde hace unos años, y está habilitando vivienda para que más gente vengan a sumarse al censo

La historia asocia a Torrellas con la huella morisca, y eso no muta con el paso de los años cuando un pueblo cuida su patrimonio histórico con la atención que merece. Eso sí, a día de hoy, Torrellas es un pueblo de murales. Como cada vez proliferan más las localidades que tienen al menos un de gran formato, es bueno recordar a aquellos que comenzaron a decorar sus paredes por un impulso más amplio, como Torrellas y su festival GUAU (Galería de Usos de Arte Urbano) desde 2015, que abrió camino en el entorno rural de Aragón dentro de este sector. Alfamén, extensión del festival zaragozano Asalto en el entorno rural, ha ido aún más allá, pero Torrellas 'picó' primero. Lo que ocurre en esta localidad muy cercana a Tarazona es que los murales son la punta de lanza de una filosofía que pretende dinamizar la vida del pueblo y, por qué no, dotarlo de atractivos para la visita o la estancia permanente. Que Torrellas es un sitio con personalidad lo dicen muchos detalles, como las frases pintadas en las calles por un colectivo estudiantil que acude cada verano. Saltan a la vista como chispazos. "Quien acepta la diferencia, disfruta de la igualdad", dice una de ellas, firmada por Sheila Andrés.

El hecho de estar tan próximo a Tarazona y Tudela hace que muchos se planteen igualmente residir en el pueblo (hay vivienda nueva en camino, ultimando detalles para su potencial ocupación) y trabajar en estos núcleos más amplios; de la capital del Queiles separan a Torrellas cinco kilómetros, mientras con la localidad ribera la distancia es de 26 kilómetros, la mitad en suelo aragonés y la otra mitad en territorio navarro. En cuanto a la mera visita, no son pocos quienes combinan la visita a Torrellas con un paseo por Tarazona y su entorno histórico, otro por Litago y sus paredes llenas de poesía, el embrujo de Lituénigo o la ya famosa sidrería de Jon en Grisel, junto al castillo.

Torrellas ha tenido el mes de julio actividades infantiles y conciertos al rebufo del mentado encuentro de arte plástico. "Los artistas que nos visitan -apunta Vicente Ortega, concejal de cultura- repiten, y proponen nuevos nombres; además, tienen libertad en la temática. El GUAU del año pasado nos dejó un precioso mural de una pastora con un corderito en los hombros, obra de la leridana Lily Brik. En el ayuntamiento de Buñuel, pueblo navarro de aquí al lado, quedaron impresionados al verlo y la contrataron este año; ella solo puso una condición, que fuera en las mismas fechas del GUAU, en junio, para venir aquí de visita y convivir con los artistas de este año".

Vicente comenta que "Lily nos mandó para 2021 a Isaac Malakkai, artista almeriense que vive en Copenhague. Ojo, vienen por el alojamiento, la manutención, los materiales y un pequeño fijo, que no llega ni a la cuarta parte de lo que pueden cobrar por un encargo específico; es de agradecer. Aquí, además, suelen experimentar, probar nuevas cosas. Los tres artistas de cada año conviven siete días en una casa rural, el Aire; hay otra grande, Villahermosa. En el Aire hacen vida de pueblo, pero no hay actos que puedan concentrar mucha gente, por eso se pudo hacer sin problema. La gente se vuelca en atenciones: les llevan agua fresca, una magdalenica... además, ellos pasaban a comer al bar. Y les encanta el modo tan natural que exhibe la gente en el trato con ellos, les dejan trabajar y, al mismo tiempo, muestran un interés genuino por su arte".

Los murales alegran la vista en Torrellas

Mirar y mirar

Ahora mismo hay 18 murales de gran formato en Torrellas, más 20 puertas ilustradas. "El año pasado concluyó el proyecto de las puertas del artista Xolaka, que empezó con temática infantil de cinco niños, cinco jóvenes, cinco ancianos y, finalmente, cinco personas de relevancia mundial por su apuesta en pro de la paz: se hicieron Mandela, Gandhi, Rosa Parks, Rigoberta Menchú y Martin Luther King". A Xolaka le ha rentado su experiencia en Torrellas; ha recibido encargos de Buñuel, Monteagudo y Ablitas, pueblos de la ribera navarra que conocieron la experiencia previa de la localidad zaragozana.

Este año acudieron el citado Isaac Malakkai, con el mural 'Te prometí la luna', el canario Matías Mata alias Sabotaje al Montaje, que ha dibujado unos niños; en tercer lugar vino Lalone, de Málaga, que dio una vuelta al que quizá sea el hecho histórico más conocido del pueblo, la expulsión de los moriscos. Coincidió en fechas con el Avant Garde de Tudela, que lleva ya desde 2010 y tiene el presupuesto que puede permitirse una ciudad de 40.000 habitantes; uno de los invitados allá, el estadounidense Jeff McCreight 'Ru8icon', nos visitó; estaba encantado con las posibilidades que teníamos para su arte. Los artistas ven los pueblos con otros ojos, ven belleza donde nosotros no la apreciamos". Ya se está contactando a los artistas de 2022, y se recoge la historia del GUAU en una web, guau.torrellas.es.

La alcaldesa Pilar Pérez es una entusiasta de todas estas iniciativas, incluso desde el plano anecdótico. "Los pueblos cercanos, de hecho, nos llaman para pedirnos contactos de los artistas y plantearse encargos, o montar su propio festival, como ocurrió con Valtierra. Hace unos días, hablando con una familia borjana, me comentaban que el pueblo les había encantado tras un paseo, y se asombraban de que no hubiese casas hundidas; yo me asombré aún más, porque las hay, pero los murales destacan tanto que quizá hubieran pasado inadvertidas. Es indudable que los murales ayudan a que el pueblo se vea limpio y cuidado, y desde luego han atraído visitantes al pueblo".

Espantapájaros y un morisco locuaz

El pueblo ha sumado en los últimos meses una curiosa idea a su espectro artístico; espantapájaros de diseño y vivos colores. "La idea -explica Pilar- partió de una amiga que trabaja en el ámbito de la cultura y tiene relación con el pueblo. Me envió un vídeo de un pueblo gallego que había puesto en práctica este asunto, me hizo gracia y se lo pasé a Vicente. Nos pusimos manos a la obra; un vecino comenzó en su huerto, y tras él llegaron otros. El primero lo hicimos y deshicimos 20 veces, participamos grandes y chicos y finalmente acabamos haciendo 11; alguno han robado, por desgracia". Torrellas también inauguró este verano una exposición interactiva sobre la vida de los moriscos en el pueblo, con un guía singular: el morisco más famoso de Torrellas, Gaspar Zaydejos, que viaja al futuro a través de diez paneles con audioguías y códigos QR. En cada uno hay una frase desordenada con pistas para hallar la respuesta.

Artículo incluido en la serie 'Aragón es extraordinario'.

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