Asalto apuesta por expandirse a otras localidades aragonesas

El festival de arte urbano Asalto cerró el domingo su cuarta edición en Alfamén. Atrás quedaron siete días en los que seis creadores procedentes de Canarias, País Vasco, Galicia, Ávila y Zaragoza han dejado su sello en forma de murales y otras representaciones en las calles de la localidad de la comarca del Campo de Cariñena.

Lidia Cao, Juan Rivas, Txemi, Marta Lapeña, Amaia Arrazola y Rebeca Zarza han devuelto el color al municipio tras el año de paréntesis al que obligó la pandemia en 2020. Su impronta se puede admirar en el colegio Mateo Valero, en las piscinas municipales, en las calles de la Jota y Luis García... El sábado y el domingo comandaron las visitas guiadas junto a los vecinos, en las que explicaron qué encierran y motivan cada una de las obras. Un legado que se une al que otros 20 artistas dejaron en el pasado.

"El balance de esta semana ha sido muy positivo. En primer lugar, por haber retomado el proyecto tras un año de ausencia. El recibimiento de los alfamenenses ha vuelto a ser maravilloso, los artistas nos han transmitido su satisfacción por todas las experiencias vividas estos días...", explica Alfredo Martínez, miembro de la organización.

Uno de los principales objetivos que ha cumplido el festival es servir de aliciente y revulsivo, tanto en lo social como en lo cultural, para el municipio. "Iniciativas como Asalto permiten articular una oferta artística y turística. Pone en valor que en los pueblos pueden desarrollarse actividades que parecen destinadas exclusivamente para las ciudades. Esa es una gran conquista", prosigue Martínez.

En este sentido, la organización de Asalto ha recibido el deseo de otras localidades para reproducir la iniciativa de Alfamén, algo que con mucha probabilidad sucederá en el futuro próximo. "Vamos a replicar la fórmula y ya estamos trabajando para celebrar el festival en otros lugares de Aragón, manteniendo el de Alfamén. Tal vez este mismo año y si no, en 2022", concluye.