El arte urbano se hace rural

Aunque la popularidad de los grafitis comenzó en las ciudades, cada vez es más frecuente ver este tipo de expresiones artísticas en diversos pueblos de Aragón.

Hace ya unos años que el arte urbano llegó a los pueblos. Este tipo de intervenciones en lugares públicos nació en las ciudades, pero su carácter es universal y se extiende más allá de las urbes para llenar de color lugares diversos. Cada vez son más lo pueblos que cuentan con murales pintados, obras que además de su valor artístico, conectan de una manera especial con sus vecinos. Recuerdan sus raíces, rinden tributo a sus mayores, a su pasado, su presente y contribuyen a afrontar con optimismo un nuevo futuro.

El festival de arte urbano Asalto inició en 2017 un proyecto de intervención artística en el medio rural planteado en la localidad zaragozana de Alfamén, donde varios artistas internacionales pintaron sus obras en fachadas. En la actualidad, varios pueblos aragoneses de las tres provincias también han integrado en su paisaje obras de este tipo. Localidades como Fuendetodos, Torrellas, Plenas, Jarque de la Val, Arcusa, Aladrén, Pastriz, Magallón, Mainar, Urrea de Jalón, Alagón, Escatrón, Quinto, Pina de Ebro, Alforque, La Zaida, Sástago, Velilla de Ebro, Alborge, Gelsa o Cinco Olivas son algunas de las que han llevado a cabo iniciativas en este sentido.

Uno de los murales más recientes es el que acaba de estrenar Urrea de Jalón, pintado por Xolaka, un artista valenciano cuya obra también puede contemplarse en Fuendetodos y Torrellas.

«El grafiti nació en las ciudades y ha derivado hacia la pintura mural. Se está extendiendo mucho por zonas rurales de toda España y estoy encantando, porque también soy de un pueblo, L’Alcudia de Crespins. El ámbito rural me atrae mucho. Mientras estás pintando tienes contacto con los vecinos, hablas con ellos y al final es lo más gratificante. Lo importante no es solo lo que pintas en la pared, sino las experiencias que te llevas», explica Xolaka.

El mural se terminó la semana pasada y se encuentra en la pared posterior de un frontón. «Tras hablar con Xolaka sobre el vínculo del pueblo con la tierra y con sus mayores nos propuso un boceto y nos entendimos a la primera –recuerda la alcaldesa de Urrea de Jalón, Mª Carmen Lázaro–. Está al lado del colegio y puede servir a las profesoras de hilo conductor para explicarles a los niños aspectos sobre la historia del pueblo».

Intervención de Vera Galindo en la plaza del Barranco, en Escatrón.
Intervención de Vera Galindo en la plaza del Barranco, en Escatrón.
V. G.

En la Ribera Baja del Ebro se puso en marcha en noviembre el proyecto Rayuela, una serie de intervenciones artísticas en varias localidades de a cargo de ilustradores de la comarca: Sabina Blasco, Alberto Gamón, Pilar Serrano, Elisa Sancho y Vera Galindo.

La ilustradora sastaguina Vera Galindo ultima una de ellas en Sástago y ya ha realizado una en Escatrón, «donde hacen el baile de las cintas, que es una tradición muy arraigada. Decidí que tenía que hacer algo relacionado con este baile en el graderío de la plaza –cuenta–. Quería expresarlo de una manera sencilla, jugando con los ocho colores de las ocho cintas, que son el fondo que se va entrecruzando y también con diferentes elementos que representan esta tradición»

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